Comienza la primera prueba de fuego para una de las propuestas más importantes del gobierno Petro, la reforma tributaria definirá no solo el futuro de los programas que se pretenden implementar, también intervendrá en la economía de todos los colombianos, pues, aunque al principio aseguraron que solo sería para las clases más altas, la realidad es que todas las personas sentirán el nuevo cambio del recaudo en Colombia. En conjunto con los coordinadores y ponentes, el ministro José Antonio Ocampo arrancó hoy con el diálogo para que en un mes, a más tardar, se dé su aprobación.
Obviamente esto ha traído unas consecuencias inmediatas, unas por especulación, otras por temor y otras que se alistan para asumir la manera en que afectará la normativa; por ejemplo, algunos sectores de inversión extranjera han decido aplazar e incluso cancelar sus intenciones de inversión, esto debido a la incertidumbre que trae lo que han expuesto los autores sobre la nueva regulación.
Este es el caso que expuso Silk Banca de Inversión en El Tiempo, su presidente, Juliana Silva, aseguró que no es que no se quiera invertir, prefieren esperar que se decreta:
“La decisión de los inversionistas extranjeros de traer sus recursos a Colombia está en stand-by. De 10 negocios que teníamos previstos cerrar en este semestre en temas de salud, tecnología y logística, todos decidieron esperar hasta saber qué pasará con la reforma tributaria”.
Si antes de esta concertación en el Congreso ya había opiniones pues ahora el tema será mucho más álgido, pues hasta los excandidatos presidenciales han dado su punto de vista y consejo para la nueva política de tributación en el país, solo por dar un ejemplo, Federico “Fico” Gutiérrez, pidió que la reforma no golpee la clase media, además que se reduzca el monto a recaudar comprometiéndose en aumentar la austeridad, reduciendo en un 10 % el gasto de funcionamiento del Estado.
Las voces en contra se han hecho notar, uno de los senadores que estará haciendo parte de la comisión que definirá si en esa corporación se aprueba o no la normativa es Miguel Uribe Turbay, del Centro democrático, quien ha tildado la propuesta como una medida improvisada:
“Esta reforma muestra una completa y absoluta improvisación, es injusto con los colombianos que nos estén pidiendo más impuestos cuando no nos han dicho ni siquiera para qué es la plata, lo que queda claro es que el gobierno quiere la plata y no sabe para qué”.
Por parte de los congresistas que están a favor de la reforma y el gobierno, está Clara López Obregón del Pacto Histórico, que ya apoyaron en su intervención al ministro José Antonio Ocampo, y que además enfatizan que el proyecto busca que las personas más adineradas sean las que más paguen:
“Nos reunimos coordinadores de ponentes de la Reforma Tributaria en el Congreso. El diálogo y la planeación son fundamentales para avanzar en el cambio que requiere el país. En esta reforma se plantea poner límites a los beneficios tributarios de las grandes y gigantes empresas. No se atacará a las PYMES. Pagarán más los que tienen más”, expresó la senadora a través de sus redes sociales.
Lo único cierto es que con la solicitud de urgencia, el legislativo tendrá como plazo máximo un mes para dar una respuesta sobre la reforme, esto porque ese tipo de solicitud lo ampara la Constitución Política en su artículo 163, asegurando que deberá darle prioridad, por sobre cualquier otro debate, al pedido del gobierno nacional:
“Si el Presidente insistiere en la urgencia, el proyecto tendrá prelación en el orden del día excluyendo la consideración de cualquier otro asunto, hasta tanto la respectiva cámara o comisión decida sobre él. Si el proyecto de ley a que se refiere el mensaje de urgencia se encuentra al estudio de una comisión permanente, ésta, a solicitud del Gobierno, deliberará conjuntamente con la correspondiente de la otra cámara para darle primer debate”.
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