La teniente coronel Sandra Mora hace parte de la cúpula de la Policía Nacional que nombró el general Henry Sanabria. Ser parte de los altos mandos de la institución no fue tarea fácil ella, no solo por lo que significa para cualquier uniformado escalar hasta ese punto, sino por los retos que ha representado ser lesbiana.
Desde el 2000 la coronel Mora empezó a ser víctima de discriminación por su preferencia sexual. Ese año la policía asumió la comandancia del aeropuerto Vanguardia del Meta y su superior era el coronel Mario Gutiérrez.
Aunque la labor y lucha contra la corrupción de Mora había sido altamente resaltada, su relación con una piloto civil empezó a desatar persecuciones y ataques en su contra. Incluso, según dicen algunos medios nacionales, el coronel Gutiérrez en algún momento le solicitó dejar a su pareja para no sufrir consecuencias en su trabajo.
El superior de la coronel Mora la habría amenazado con acusarla por nexos con palamilitares y narcotráfico de no terminar su relación con la piloto que conoció precisamente en el Meta. Ella retó a su superior a combrobar que ella estaba cometiendo esos delitos y entonces, siete meses después, fue destituida.
Desde ese momento Sandra Mora empezó un largo y difícil proceso judicial para probar que la sacaron de la Policía Nacional injustamente y la regresaran a su cargo. Durante once años tuvo que vivir un viacrúcis pues en los estrados no se solucionaba satisfatoriamente su caso.
Mientras tanto, la policía destituida tuvo que emplearse en labores completamente agenas a lo que hacía en la Policía Nacional. Desde mensajera y mesera un restaurante, hasta la jefe de seguridad de un supermercado y la creadora de una fundación, Sandra Mora se vió obligada en ejercer distintos trabajos, pero no se quedó de brazos cruzados mientras avanzaba el proceso judicial.
En ese tiempo también aprovechó para sacar adelante su carrera en Administración de Empresas. Además, en el 2009 se convirtió en interventora de proyectos de seguridad en la Alcaldía local de Chapinero, en Bogotá, y desde entonces el sol empezó a salir de nuevo para la coronel.
Una lucha interna a causa de la discriminación
Durante los años que estuvo fuera de la Policía Nacional y el motivo real de su salida de la institución, llevaron a Sandra Mora a cuestionarse su orientación sexual.
En ese tiempo la coronel se introdujo en la vida religiosa e incluso llegó a ser objeto de un exorcismo, pues le decían que estaba poseída por el “espíritu de la homosexualidad”.
En el 2011, más de once años después de su salida de la Policía, Sandra Mora por fin logró regresar a la institución, con la frente en alto y sin doblegarse ante la discriminación que la mantuvo tantos años sin poder portar el uniforme.
Luego de eso decidió llevar las banderas de la diversidad sexual y la inclusión en la Policía Nacional. Desde entonces ocupó importantes cargos en la institución.
Mora estuvo a cargo de la seguridad del exministro Carlos Medellín; el exdefensor del pueblo, José Fernando Castro Caycedo; y el exgobernador del Meta, Alan Jara. Además, fue directora de Derechos Humanos de la Policía de Bogotá.
Ahora, tras una larga carrera en la Policía Nacional, la coronel Sandra Mora está entre el grupo de siete mujeres que hacen parte de ocho mujeres que están en la cabeza de la institución. En la nueva línea de mando la uniformada fue nombrada como responsable del Fondo Rotatorio de la Policía Nacional.
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