Colombia cerraría 2022 como el segundo país de América del Sur con mayor crecimiento económico, según proyectó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en el informe Estudio Económico de América Latina y el Caribe, el cual se presentó este martes en Santiago de Chile.
De acuerdo con el informe, la economía colombiana crecería 6,5 % y solo estaría superada por la de Venezuela, que se proyecta en un 10 % al final de este año.
Así las cosas, el crecimiento económico de estos países estaría por encima de Uruguay (4,5 %), Argentina (3,5 %), Bolivia (3,5 %), Ecuador (2,7 %), Perú (2,5 %), Chile (1,9 %), Brasil (1,6 %) y Paraguay (0,2 %).
Incluso, el crecimiento de la economía colombiana estaría por encima de los promedios regionales, pues América Latina y el Caribe registraría un avance del 2,7 %.
No obstante, según el informe de la Cepal, una secuencia de crisis ha llevado al escenario de bajo crecimiento y aceleración inflacionaria que presenta la economía global lo que junto al menor crecimiento del comercio, la apreciación del dólar, y el endurecimiento de las condiciones financieras globales, afectarán negativamente a los países de la región.
“En un contexto de múltiples objetivos y crecientes restricciones se requiere una coordinación de políticas macroeconómicas que apoyen la aceleración del crecimiento, la inversión, la reducción de la pobreza y la desigualdad, a la vez que enfrentan la dinámica inflacionaria”, declaró el secretario ejecutivo interino de la Cepal, Mario Cimoli, en el lanzamiento del Estudio Económico 2022.
El documento destaca que los países de América Latina y el Caribe tienen ante sí un panorama económico complejo en 2022 y en los años venideros.
“Al menor crecimiento económico se suman las fuertes presiones inflacionarias, el bajo dinamismo de la creación de empleo, caídas de la inversión y crecientes demandas sociales. Esta situación se ha traducido en grandes desafíos para la política macroeconómica, que debe conciliar políticas que impulsen la reactivación económica con políticas dirigidas a controlar la inflación y dar sostenibilidad a las finanzas públicas”, precisó la Cepal.
Esta advirtió que al complejo escenario interno de la región se agrega un escenario internacional en donde la guerra entre Rusia y Ucrania ha ocasionado crecientes tensiones geopolíticas, un menor dinamismo del crecimiento económico global, una menor disponibilidad de alimentos y aumentos del precio de la energía que han incrementado las presiones inflacionarias que venían produciéndose como resultado de los choques de oferta generados por la pandemia del covid-19.
El Estudio Económico 2022 muestra también que el conflicto en Ucrania intensificó la dinámica al alza que los precios de productos básicos ya presentaban desde la segunda mitad de 2020, haciendo que algunos de estos alcancen niveles históricos. Para el promedio de la región, el efecto es mixto, y se proyecta una caída del 7 % de los términos de intercambio de productos básicos.
La inflación, por su parte, ha seguido aumentando, poniéndose en un promedio regional de 8,4 % a junio de 2022, que equivale a más del doble del valor promedio registrado en el período 2005-2019. A nivel subregional, se observa que en junio de 2022 las economías de América del Sur presentaban en promedio el mayor nivel de inflación (8,8 %), seguidas por las economías del grupo conformado por Centroamérica y México (7,5 %) y las del Caribe de habla inglesa (7,3 %). Esto ha derivado en que los bancos centrales aumenten sus tasas de política monetaria y reduzcan los agregados monetarios.
“La desaceleración de la actividad económica está restringiendo la recuperación de los mercados laborales, en especial para las mujeres. Mientras que la tasa de desocupación masculina pasó del 10,4 % a fines del segundo trimestre de 2020 al 6,9 % a fines del primer trimestre de 2022, presentando una reducción de 3,5 puntos porcentuales, la tasa de desocupación femenina registró una disminución de 2,1 puntos porcentuales en el mismo período, al pasar del 12,1 % al 10 %”, indicó la Cepal.
Asimismo, dice la Cepal, a fines del primer trimestre de 2022 la tasa de participación laboral femenina (51,4%) presenta un rezago mayor que la tasa de participación masculina (74,2%). Este rezago de la reincorporación de las mujeres en el mercado laboral está condicionado por el atraso en la recuperación de sectores económicos que concentran el empleo femenino y por el aumento de la necesidad de cuidados que se manifestó con fuerza tras el inicio de la pandemia.
En su segunda parte, el informe de la Cepal recalca que más allá de la dinámica del ciclo económico, el bajo crecimiento de la inversión en las últimas tres décadas se ha transformado en una limitante estructural del desarrollo, por lo que reactivar la dinámica de inversión es central para un crecimiento sostenible e inclusivo, ya que la inversión es el puente entre el corto y mediano plazo y es esencial para hacer frente al cambio climático.
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