Tres bienes de Monoleche, exparamilitar de confianza de los Castaño Gil, pasarán a manos de las víctimas del conflicto

Anteriormente, los predios estaban en poder de la Sociedad de Activos Especiales; ahora, las víctimas de la guerra interna en Córdoba quedarán con sus potestades como método de reparación

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Tres bienes que eran propiedad
Tres bienes que eran propiedad del exparamilitar Jesús Ignacio Roldán, alias Monoleche, servirán para reparar a víctimas del conflicto. FOTO: archivo (Colprensa)

Mediante una audiencia de cumplimiento de una orden de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín, tres bienes de Jesús Ignacio Roldán Pérez, conocido con el alias Monoleche cuando integró las filas de las Autodefensas Unidas de Colombia —AUC—, pasarán a manos del Fondo para la Reparación de las Víctimas, entidad que actualmente es administrada por la Unidad para la Atención y Reparación Integral de quienes sufrieron afectaciones por el conflicto armado en el país.

Los predios, ubicados en Córdoba, están avaluados en casi seis mil millones de pesos colombianos, y antiguamente estaban en manos de la Sociedad de Activos Especiales —SAE— tras una diligencia de extinción de dominio que se le adelantó al exparamilitar en Montería, concretamente al occidente del Río Sinú. Ahora, pasarán a ser de víctimas que sufrieron la violencia en esta zona del Caribe colombiano.

Roldán Pérez o Monocleche fue uno de los hombres de extrema confianza de los hermanos Castaño Gil, fundadores de las AUC y responsables de buena parte de la expansión de la violencia en el norte de Colombia y la zona del Magdalena Medio. A través de Justicia y Paz, pagó la máxima pena permitida por ese tribunal (ocho años de pena alternativa) y salió en libertad de la cárcel de Itagüí en abril de 2016.

En el desarrollo de dicho proceso ante esa jurisdicción, el exparamilitar entregó varios predios entre los cuales estaba la suntuosa mansión bautizada como Montecasino, construida en El Poblado, sur de Medellín. Allí, los hermanos Castaño se reunían con ganaderos, empresarios y otros agentes paraestatales, con el fin de planear operaciones militares contra las guerrillas y tomas hechas por ellos mismos, como la ocurrida en 1996 en el municipio antioqueño Mutatá.

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Con respecto a los bienes entregados y que recientemente pasaron a manos de las víctimas, se sabe que uno de ellos antiguamente fue la casa principal del exparamilitar, la cual tiene un área superior a los 4.310 metros cuadrados y servía como centro de las reuniones y otros eventos sociales que este realizaba. Vale indicar que también en medio del proceso ante Justicia y Paz, entregó otras miles de hectáreas que, en medio del conflicto ejecutado entre ‘paras’, fuerza pública y las guerrillas, fueron despojados a campesinos y parceleros de Tierralta, Córdoba, así como de Turbo y San Pedro de Urabá, en Antioquia.

A su vez, confesó en 2012 ante varios fiscales de Justicia y Paz que el asesinato de Fidel Castaño lo cometió su hermano, Carlos, desmintiendo con esto la teoría de que el fundador de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá —ACCU— fue abatido en medio de un combate con el Ejército de Liberación Popular, EPL. De acuerdo con su testimonio, el crimen de sangre habría ocurrido como consecuencia por las negociaciones que adelantaba Fidel con la extinta guerrilla de las Farc para crear un gran ejército que le hiciera contrapeso a la institucionalidad.

Monoleche se desmovilizó junto con el Bloque Calima de las AUC, el cual operó desde 1999 hasta 2004 en Cauca, Valle del Cauca y algunos municipios de Huila y Quindío, de acuerdo con registros del Centro Nacional de Memoria Histórica.

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