El panorama financiero del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para el próximo años 2023, como el de otros programas del gobierno, se encuentra fuertemente ajustado por el déficit presupuestal. Si no se consiguen más recursos, la atención a las familias y menores de edad en el país podría verse en crisis, no se ampliará la cobertura y la entidad se vería en aprietos.
Según un comunicado del ICBF, el presupuesto que dejó el gobierno del presidente Iván Duque para el próximo año es de 6,25 % más que en este periodo, al pasar de $8 billones durante la presente vigencia a $8,5 billones millones para el 2023. Sin embargo, falta plata, según expuso el director encargado Gustavo Martínez (porque aún el mandatario Gustavo Petro no ha nombrado a nadie para el cargo) en una audiencia pública en la Comisión Séptima del Senado.
“El ICBF no está desfinanciado”, señaló el director Martínez, “como todos los años se hace gestión de más recursos, lo cual se ve reflejado en la solicitud al Ministerio de Hacienda de $8,9 billones”, agregó. Pero son justamente esos más de 400 mil millones de pesos los que hacen la diferencia.
Para el próximo año tienen recursos por 8.549.543.000, de los cuales 785.754 millones son gastos de funcionamiento y el resto de inversión. Ese fue el monto que se asignó en el presupuesto general para el próximo año, que debió presentar el gobierno nacional de Duque, luego de que la entidad solicitara 8.9 billones.
Con el déficit, son varios los programas que se verían afectados. “Tenemos una dificultad en primera infancia, lo primero es que el Instituto debería hacer la reposición de las unidades de servicio, todo el mobiliario, electrodomésticos, que deberían tener un tiempo limitado para poder renovarlos. Esto genera una dificultad porque nos toca alargar la vida útil de todos los elementos si no podemos tener el presupuesto completo”, sostuvo Martínez en el Senado.
En ese programa, que es el más ambicioso del ICBF en el que se invierten más del 50 % de sus recursos, requiere unos 230 mil millones más para poder ejecutarlo con normalidad y brindar los elementos básicos para una atención integral en las diferentes sedes.
Los efectos de la falta de recursos se verían en 20 días que no podría brindarse atención en servicios comunitarios, que afectaría a 595.000 niños en todo el país. “El ICBF tiene un mínimo de 200 días de atención, aunque hay compromisos que deberían seguir”, explicó Martínez.
En ese mismo sentido, 1.149.969 niños y niñas de primera infancia verían afectados sus servicios integrales en al menos ocho días. “Con el presupuesto que tenemos nos faltan cinco centavos para el peso para cumplir con lo que debemos, pareciera que no es mucho, pero cuando uno ve el impacto, sí es gigantesco, es monstruoso”, agregó el director encargado a la Comisión de presupuesto.
En la población de Infancia, que comprende edades de 6 a 13 años, que tienen que ver con la atención a menores de edad para evitar cualquier situación de abuso sexual, trabajo, todos los riesgos, hacen falta 7.400 millones que afecta la atención en 15 días de los mínimos para el próximo año.
La falta de recursos impide que se brinde la atención integral para la población que actualmente es beneficiaria. Además, con los recursos actuales tampoco es posible ampliar la cobertura, ni cumplir las metas que se había propuesto el ICBF para llegar a más hogares.
En el programa de Familias y Comunidades, actualmente se atienden 60 mil familias con el presupuesto aprobado. La idea era llegar a 80 mil familias. “Con lo que nos queda no podemos subir esa cobertura a lo que queríamos sino que nos quedamos con exactamente lo mismo. Adicionalmente hay afectación en recursos es de 50 mil millones”, señaló Martínez.
En cuanto a la atención para el programa de Territorios Étnicos con Bienestar, se atienden actualmente 30 mil familias. el objetivo era ampliar en 33.000 beneficiarios más, pero no sería posible. Por ejemplo, en el modelo de atención integral se había iniciado en 2022 un programa para comunidades étnicas, inicialmente con cuatro comunidades en la Sierra Nevada. Fue bien recibido y proponían llegar a 12 más en otras zonas del país, pero con el presupuesto aprobado solo podrán extenderlo a 5 nuevas.
Las cuentas finales muestran cifras rojas. Habían solicitado 8 billones 224 mil pesos para inversión, pero les aprobaron 7 billones 773 mil millones, lo que deja una diferencia de casi 430 mil millones. Así tendrá que apañárselas el ICBF para mantener la atención a niñas, niños y adolescentes durante el próximo año.
SEGUIR LEYENDO: