No cesan los crímenes en contra de los líderes sociales en Colombia, a los dos homicidios de estas personas que se reportaron en Remedios (Antioquia) y en Puerto Wilches (Norte de Santander), se conoció del asesinato de Mariton Jusayu Ipuana, un indígena wayuú en el municipio de Uribia (Guajira) quien formaba parte de las autoridades de esa etnia del norte de Colombia.
El hombre fue asesinado frente a su familia por hombres armados que después de amenazar a la comunidad de Malirrou, donde residía la víctima, ingresaron a su vivienda -hacia las 10 la noche del pasado jueves- y lo ultimaron, de acuerdo con la información preliminar que recogieron en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
En esa ONG señalaron que Jusayu Ipuana además de ser una autoridad indígena, también formaba integraba la organización Nación Wayuú.
“Hombres fuertemente armados, camuflados bajo la oscuridad de la noche, caminaron sigilosos hasta la comunidad, irrumpiendo la tranquilidad y procedieron a amordazar a todas las personas que a esa hora dormían”, citaron en la emisora RCN Radio de un comunicado de la mencionada asociación indígena.
Tras maniatar a las personas, procedieron a ultimar al líder de la comunidad de wayuú de esa zona de la Guajira frente a sus allegados.
“Acto seguido ubicaron a la autoridad tradicional, el señor Mariton Jusayu Ipuana, luego de reducirlo, sin mediar palabras lo acribillaron delante de sus hijos, su esposa y el resto de los miembros de la comunidad”, destacaron de la misma misiva en el medio de comunicación regional Diario del Norte.
Desde Nación Wayuú también denunciaron que era el peor conflicto que ha padecido esa comunidad ancestral y pidieron protección a las autoridades.
“Se han asesinado a niños, jóvenes, ancianos y hasta a las mujeres, que milenariamente habían sido respetadas en medio de las guerras (...) lo peor, es que el Estado colombiano se mantiene silencioso frente a todas las barbaridades que se cometen en estas zonas”, reprocharon.
Recordaron, además, que en esa zona de la Guajira se busca implementar proyectos para producir electricidad de manera alternativa, pero las compañías que los ejecutan lo estarían haciendo de forma violenta.
“El boom de la energía limpia nos está manchando de sangre y no sabemos cuántas autoridades más tendrán que ser asesinadas”, agregaron en el comunicado.
Precisamente, la semana pasada, previo al homicidio del líder indígena, los wayuú protestaron frente a la sede de la seccional de la Fiscalía de la Guajira para que tuvieran celeridad en el esclarecimiento en la muerte de un menor de la comunidad, identificado como Simón Darío Laguna Epiayu, quien fue arrollado, según la misma comunidad, por un vehículo de la empresa Isagen en los parques de energía eólica que tienen en ese departamento, reseñaron en el periódico regional El Heraldo.
El hecho habría ocurrido el pasado 13 de junio, donde el niño de 10 años fue embestido por una camioneta Renault Duster de color cuando cruzaba la vía de la zona al ir en busca de agua. Agregaron en el mismo diario caribeño que el conductor del automotor era un ciudadano español que indicó que era funcionario de la empresa WIND 1000, que trabaja en el proyecto de parques eólicos Guajira I en asocio con Isagen.
En El Heraldo informaron que los padres del menor no fueron consultados por las empresas involucradas en el accidente y que ellos se habrían acogido a la justicia indígena, pero para buscar evadir su responsabilidad penal.
“Ellos se sentaron con unos palabreros avalados por la secretaría de Asuntos Indígenas y la Inspección de Policía de Uribia, nos citaron y nos notificaron el mismo día del accidente que las empresas se acogerían a nuestro sistema normativo wayuu. Es decir, le pusieron precio a nuestro hijo, como si fuera un animal sin dolientes porque así están evadiendo sus responsabilidades penales y administrativas”, indicaron en el periódico barranquillero.
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