Congresista Mafe Carrascal asegura que debate de reducción del salario está lleno de mentiras

Almuerzo, gasolina, viáticos, planes de celular y otros beneficios que se ha dicho reciben los congresistas podrían no estar sustentados en la realidad

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Mafe Carrascal (Colprensa - Álvaro Tavera)
Mafe Carrascal (Colprensa - Álvaro Tavera)

El debate más álgido en el Congreso de la República no surgió desde el Gobierno nacional, sino de una iniciativa que ha ido ganando adeptos pero pocos votos: la reducción de salarios del Legislativo. En medio de la discusión pública, entre quienes apoyan los diferentes proyectos y quienes se abstienen, también han salido a la luz los componentes de la asignación salarial de los congresistas.

Teléfonos móviles de alta tecnología como los supuestos iPhone con planes de datos ilimitados, almuerzo, viáticos, camionetas, entre otros beneficios han sido anunciados como parte de los gastos en los que incurre el Estado para garantizar el supuesto bienestar de los congresistas en el ejercicio de sus funciones. Sin embargo, para la representante a la Cámara por Bogotá Mafe Carrascal, del Pacto Histórico, algunas de ellas son mentiras populistas.

“Qué cantidad de desinformación proveniente de quienes han hecho populismo parados en la mala imagen del Congreso. Desde hace mucho que cada congresista paga su gasolina, alimentación, plan celular, etc. Tampoco se recibe el salario neto, son casi 10 millones en impuestos”, sostuvo la representante.

Sin embargo, el único impuesto sería la retención en la fuente, a los que también se puede deducir los aportes a seguridad social, pensión y fondos solidarios. Pero, adicionalmente, los congresistas reciben prima de servicios y gastos de representación aparte de su asignación básica.

“Hablemos de reformar con justicia, sí a reducir la brecha salarial frente a otros trabajadoras y trabajadores, pero no a punta de mentiras, engaños y chantajes. Que hayan desaparecido los privilegios fue una lucha de la ciudadanía y del activismo del que hice parte desde hace años”, aseguró Carrascal.

La propuesta de reducir los salarios del Congreso de la República ha sido constante en los últimos años legislativos. Desde diferentes sectores se ha intentado con proyectos de ley, pero ninguno ha prosperado por conflictos de interés o falta de voluntad política. Actualmente hay varias iniciativas, dos del Pacto Histórico, una del senador Jota Pe Hernández e incluso de parte del Centro Democrático.

Si bien es cierto, los congresistas no reciben planes ilimitados de datos. Desde el 2019 se aprobó la modificación para dejar de pagar ese beneficio para los legisladores, que representaba casi 30 millones de pesos mensuales en la Cámara de Representantes. Actualmente deben sacar de sus propios bolsillos para ese servicio.

La Dirección Administrativa del Senado y el presidente de la corporación Roy Barreras también negaron que se haya adquirido teléfonos celulares de alta gama para entregar a los congresistas. Según W Radio, adelantan un plan para desmontar la asignación de teléfonos en el Congreso.

Así mismo, el presidente de la Cámara, David Racero, propuso esta semana que la corporación no pagara los almuerzos de los representantes, para que estos asumieran el gasto de sus bolsillos. El representante Julio César Triana aseguró que no era cierto que les dieran alimentación, sino que se trata de una solicitud de algunos de los miembros de la corporación.

Pero lo cierto es que sí existen algunos otros gastos de los congresistas que sí asume el presupuesto del Legislativo, es decir, que se paga con recursos público. Muchos de ellos beneficios que no se contemplan en otros empleos y que, según algunos, hacen parte de las necesidades propias de su labor.

Por ejemplo, en un proyecto de Ley de reducción de salarios radicado en 2020 por el senador Gustavo Bolívar, se expuso otros “gastos indirectos asociados al ejercicio parlamentario que están representados en los gastos de oficina (servicios públicos, fundamentalmente), viáticos de viaje dentro y fuera del país, tiquetes aéreos y esquemas de seguridad. Todos estos gastos que el trabajador medio colombiano debe pagar de su bolsillo, son financiados con recursos públicos a Senadores y Representantes”, señala la exposición de motivos.

Los esquemas de seguridad se financian en parte con recursos de las cámaras, así como propios de la UNP. No todos cuestan lo mismo, porque dependen del nivel de riesgo. Algunos solo cuentan con dos camionetas y escoltas, mientras que otros tienen más vehículos asignados y apoyo con Ejército y Policía. Sin embargo, el pago de la gasolina corresponde propiamente a cada congresista para su movilidad.

Los congresistas reciben, de su salario de 35′316.450, casi 15 millones de gastos de representación que son recursos para poder mantenerse en Bogotá y trabajar con sus regiones. Adicionalmente, tienen derecho a un tiquete aéreo semanal ida y vuelta durante el periodo legislativo. Mientras que uno al mes para los periodos de receso.

La representante Mafe Carrascal también ha invitado a una twitteratón este domingo con la tendencia #IVESinBarreras con la que promueve el conocimiento de la sentencia C055 de la Corte Constitucional, que exhortó al Congreso a reglamentar la interrupción voluntaria del embarazo y toda la atención integral de las personas gestantes. Esto con motivo de la primera audiencia pública sobre el tema que se realizará el lunes 22 de agosto.

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