El Pacto Histórico, la que dirige la bancada de gobierno en el Congreso de la República, sigue atravesando traspiés protagonizados por algunos de sus mismos militantes. Quizá uno de los que más ha causado polémica es el senador Gustavo Bolívar que, aunque es uno de los más radicales miembros de esa coalición, no duda en exponer sus posiciones y, muchas veces, generar malestar.
Por ejemplo, el también escritor motivó a todos los congresistas para que le contaran a los ciudadanos por quién votarían en la elección del contralo general de la nación. No obstante, casi ninguno de sus compañeros lo secundó en esa polémica idea y, aunque el Pacto Histórico apoyó a Carlos Hernández Rodríguez, Bolívar sufragó en blanco.
“Yo como no he creí en el proceso desde la misma selección de la lista por parte de la Universidad UIS, porque considero que fue manipulada, decidí votar en blanco porque no estaba bien atacar a unos candidatos y a otros no”, expresó el senador en una entrevista con la revista Semana.
Además, no perdió oportunidad para cuestionar a sus colegas del Pacto Histórico, así como a los demás miembros del legislativo por ser ellos quienes deciden quién asume la dirección de la Contraloría y la Procuraduría, que ahora está bajo el mando de la exministra de Justicia en el gobierno anterior, Margarita Cabello.
Sobre el tema, el congresista calificó de “aberración” que sean los parlamentarios quienes elijan a esos funcionarios. “Se trata del ratón cuidando al queso”, aseveró el también presidente de la Comisión Tercera del Senado de la República, quien anunció que trabajará para que ya no sean los senadores y representantes los que elijan al procurador y contralor general.
En su diálogo con el citado medio, Bolívar ratificó las marcadas diferencias que tiene con su copartidario y actual presidente del Senado, Roy Barreras. “Somos el agua y el aceite”, respondió cuando le preguntaron por las marcadas diferencias que no se han molestado en ocultar. Sin embargo, reconoció la importancia que Barreras tiene tanto para el gobierno del presidente Gustavo Petro, así como para las labores legislativas que adelanta el petrismo.
“Él es muy necesario en lo que hace y me imagino que lo que yo hago también. Él es un puente que se tiende para que entre el Pacto Histórico y la política tradicional se puedan construir unas mayorías y sean posibles las reformas que ofrecimos. Él es un tipo necesario ahí y yo soy el que está vigilando que esa gente que entre se porte bien”, dijo Bolívar a Semana.
Dentro de sus polémicas posiciones también se refirió al senador Jota Pe Hernández, quien presentó un proyecto para bajar el salario de los congresistas y que causó una gran controversia debido a que, supuestamente, varias congresistas del Pacto Histórico no querían secundar la iniciativa.
El tema no pasó desapercibido por Gustavo Bolívar, quien calificó de “show” el proyecto y recordó que él, junto con Iván Cepeda y Catherine Juvinao (de la Alianza Verde, el partido de Jota Pe) presentaron otra iniciativa que buscaba reformar el Congreso y que, incluso, contemplaba reducirles 10 millones al sueldo de los parlamentarios. Sin embargo, dijo que el proyecto que salga para quitarle beneficios a los congresistas contará con el espaldarazo del Pacto Histórico. “El primero que salga lo vamos a apoyar, yo apoyo todos, todos me parecen buenos, agregó.
Dentro de otros de los cuestionamientos de Bolívar también estuvo el de los agarrones de Agmeth Escaf con María Fernanda Carrascal, representantes del Pacto Histórico. Así mismo, el de Wilson Arias con Paulino Riascos, dos militantes más de la coalición. Este fue el consejo que dejó el congresista: “Si uno no sabe controlar las emociones, se vuelve muy ambicioso y yo creo que esa ambición de poder no es sana”, comentó Gustavo Bolívar a Semana, no sin antes destacar a su movimiento y decir que, pese a las diferencias, todos trabajan por el bien de país.
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