Este jueves 18 de agosto, frente a los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia que residen en el país y en el exterior, el canciller Álvaro Leyva Durán prometió que las asignaciones serán otorgadas a personas que hagan parte de la carrera diplomática, quienes en gobiernos anteriores han sido desplazadas de esos cargos por el cumplimiento de cuotas políticas.
“Le vamos a dar preferencia a la carrera diplomática. Esto no es para la clase política, eso no es para regalarlos, sino es para gozar de todos los conocimientos de ustedes, enriquecidos con esta nueva visión”, anotó el canciller.
Además, invitó a estos funcionarios a tomar conciencia sobre la relevancia de profesionalizar el servicio exterior: “existe esta hermosa carrera diplomática de la cual todos los días aprendo más, tenemos que sacarle todas las veces más el pecho, tenemos que ser gestores de una nueva revolución”, manifestó.
Leyva Durán dejó ver que su trabajo es coordinar la Cancillería, pero que “yo no soy el ministro de Relaciones Exteriores, los ministros de Relaciones Exteriores son todos ustedes”. También indicó que no puede haber una sola voz ni un solo criterio en cuanto a diplomacia se refiere: “Esta es una labor de equipo y es una labor que tiene que salir aprendida al exterior a partir de esa toma de conciencia de que el mundo está cambiando”, subrayó.
“Mi aspiración como colombiano, que se tiene que juntar con la de todos ustedes, es hacer un modelo que implique una visión del mundo completamente diferente”, insistió el canciller.
El ministro aprovechó el momento para advertir al cuerpo de funcionarios que todas las personas que presentaron su renuncia tras la inminente llegada del nuevo gobierno, por el motivo que fuera, no tendrán posibilidad de retractarse: “salvo algunas pequeñísimas excepciones, el que haya renunciado, se va”.
Finalmente, hizo un llamado a que los servidores públicos den la cara por Colombia de una forma distinta: “tenemos que ser gestores de la nueva revolución y con la ayuda de ustedes podemos darle una presentación diferente a Colombia”.
La situación de las relaciones exteriores de Colombia
Tres grandes polémicas rondan las relaciones exteriores del país. Una de ellas es la asignación de cargos diplomáticos por cuotas políticas: destacan, por ejemplo, los nombramientos del exsenador Armando Benedetti y el exgobernador de Nariño Camilo Romero, como embajadores de Colombia ante Venezuela y Argentina, respectivamente. Ninguno de ellos tiene carrera diplomática o formación en relaciones internacionales: los dos son periodistas de profesión.
La segunda es, precisamente, la asignación de Benedetti como respuesta al nombramiento de Félix Plasencia como embajador del régimen de Nicolás Maduro en Colombia. La intención de restablecer las relaciones con Venezuela, pensada principalmente para beneficiar a los habitantes de la frontera y a los colombianos residentes en el vecino país, ha sido interpretada como un aval para la dictadura del sucesor de Hugo Chávez.
La tercera es la ausencia del canciller Leyva y del embajador del país ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Ernesto Vargas, en la asamblea que condenó a Nicaragua por su hostigamiento a la Iglesia católica y a la prensa. Vargas dio el argumento de que no se había posesionado para el momento de la reunión, pero no bastó para que algunos congresistas —inclusive algunos de la bancada oficialista— se animaran a llamar a debate de control al ministro de Relaciones Exteriores.
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