Todos los negocios y espacios públicos se modernizan para implementar tecnología, atraer personas a través de la facilidad de opciones o estar a la vanguardia. En ese propósito, las iglesias no se quedan atrás, como una parroquia del oriente de Antioquia que implementó código QR para que los fieles puedan aportar también las ofrendas de manera digital.
Aunque centro religiosos de otros cultos tienen estas facilidades y otros mecanismos tecnológicos para sus oraciones, no es común que verlo en las parroquias católicas que conservan una doctrina más tradicional, pero que a raíz de la pandemia de covid-19, el aislamiento y las necesidades de llamar nuevos fieles, han tenido que llevar a sus templos herramientas tecnológicas que acerquen a sus fieles.
Se trata de la Parroquia San Antonio de Pereira que hace parte de la diócesis de Sonsón, de Rionegro, que lleva el mismo nombre del templo, y que dirige el presbítero Bernardo Arley Aristizábal González. Una institución que se ha esforzado por realizar distintos formatos de evangelización, así como productos audiovisuales atractivos para la comunidad creyente.
Fieles que visitaron la iglesia compartieron a través de redes sociales las imágenes del código QR que se encontraba a la entrada del templo, al inicio de las sillas, sobre la urna en la que también se podían dejar ofrendas en efectivo, para que las personas tuvieran ambas opciones.
La Diócesis de Sonsón informó al periódico Mi Oriente que efectivamente fue una herramienta de aporte virtual que se implementó durante la pandemia de covid-19, como una forma de mantener las ayudas económicas de comunidad para la iglesia en la virtualidad, así como una medida de bioseguridad para evitar el paso de dinero de mano en mano y reducir el contacto físico; esto cuando se creía que las superficies podían ser un foco de contagio del virus pandémico.
Según dijeron las autoridades religiosas, se ha implementado en otras parroquias del país, justo cuando se ha extendido el uso de las plataformas virtuales para transacciones económicas de bajo monto. Se ha hecho a través de campañas y eucaristías con el objetivo de brindar facilidades a los creyentes, así como en negocios para los clientes.
El padre Aristizábal aseguró que el letrero de código QR para las ofrendas se implementó hace más de siete meses. La decisión se tomó a raíz de las peticiones de la comunidad religiosa, porque consideraban que era más práctico en medio de una tendencia que ha reducido el uso de efectivo.
Sin embargo, el sacerdote que dirige la parroquia San Antonio de Pereira aseguró al diario QHubo que pese a la facilidad, la mayoría del dinero que recaudan por parte de los visitantes del templo se realiza en efectivo. Casi todas llegan en billetes y monedas, mientras que es los días domingo, cuando acuden más personas a la iglesia, que se incrementa el uso de las transferencias virtuales.
Es un mecanismo que utilizan no solamente para ese tipo de aportes, también para los otros servicios que ofrecen los templos en el país como eucaristías comunitarias o dedicadas a las peticiones particulares, en nombre de los muertos, entierros, osarios, partidas de bautismo, entre otros.
Alrededor del mundo también se ha extendido la práctica de implementar códigos QR para las ofrendas y donaciones, debido a que puede estar exenta de impuestos, es fácil y rápido. Pero no ha dejado de ser una sorpresa para los creyentes cuando lo ven en sus templos. En países como Perú también se han hecho virales las imágenes de iglesias con este formato de pago.
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