En la celebración de la 56 Convención Bancaria 2022 de Asobancaria, que empezó este miércoles en Cartagena, Jorge Castaño, el superintendente Financiero de Colombia, lanzó una alerta sobre el endeudamiento que vienen teniendo los colombianos, particularmente con tarjetas de crédito y créditos de libre inversión.
“Vemos una cartera que está creciendo, pero está creciendo en modalidades de crédito y plazos, que no necesariamente son los más razonables en esta coyuntura”, dijo el funcionario.
Esto se da en medio del contexto en el cual el Banco de la República está subiendo las tasas de interés para frenar el consumo privado, aunque esta medida no se haya visto reflejada todavía en los hogares. Por eso, causa tanta preocupación los préstamos de consumo a los ciudadanos.
De hecho, la Superfinanciera encontró que antes de la pandemia los cupos de las tarjetas de crédito eran de 62 billones de pesos, pero ahora la cifra se acerca a los 100 billones. “Es fundamental avanzar en un decrecimiento de la cartera y que se haga de manera sostenible”, indicó Castaño.
Cabe mencionar que los créditos vienen cambiando de una forma muy radical en el país. Por ejemplo, hay créditos de libre inversión que se solicitan a ocho y hasta a diez años. Por eso, Castaño pidió que los hogares se moderen en los préstamos solicitados y sobre todo los plazos en los que se está pidiendo.
Por otra parte, el funcionario también alertó sobre la rapidez con las que se están deteriorando las asignaciones nuevas. Explicó que se pudo notar que mientras hace unos años algunos usuarios de los créditos podían caer en mora tras 11 o 12 meses de haberlos adquirido, ahora esto sucede en tan solo tres meses. Agregó, además, que si bien no puede decir que en este momento los hogares están sobre endeudados y la idea es evitar que esto suceda.
“A los hogares se les recomienda hacer uso responsable de los créditos”, indicó Castaño, y añadió que el problema no es el cupo que tengan las tarjetas de crédito, sino el uso que se haga de las mismas. Actualmente, la carga financiera de los hogares de Colombia está entre el 32 % y el 37 %, mientras que antes de la pandemia era de entre 26 % y 27 %.
El crecimiento de la carga financiera, sumado a la presión de la inflación, puede derivar en incumplimiento de los pagos y compromisos adquiridos. “El punto es que la porción de dinero que las familias utilizan para pagar sus deudas está comenzando a crecer”, dijo el funcionario.
Otro aspecto que se debe evaluar es el costo del crédito, pues el alza en las tasas de interés hace que se encarezca, lo que hace que a más plazo se deba pagar mayor cantidad por el dinero prestado.
La Superintendencia ya está tomando medidas para frenar el uso de los cupos de crédito de los usuarios, que se cargarán a las provisiones de las entidades financieras. Sobre esto, el presidente de Asobancaria, Hernando José Gómez, indicó que en la actualidad hay buenos indicadores de cartera y así mismo, que los bancos trabajan en la moderación del consumo. “Esto va a llevar a que los bancos moderen la colocación de crédito de consumo, el cual creció en un 20%”.
De igual manera, agregó que se espera que a final de año el crecimiento de la cartera de estos créditos sea de una cifra cercana al 10 % o quizás un 12 %, en línea con el crecimiento general del promedio de la economía.
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