Según el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y en contravía con lo que había declarado su equipo de comunicaciones al respecto, un percance de salud fue el motivo de su ausencia al evento de reconocimiento de tropa, que estaba programado para el pasado martes 16 de agosto a las cinco de la tarde.
A las 4:16 de la tarde —44 minutos antes de la hora prevista de inicio— el equipo de prensa del presidente informó la cancelación del evento, en el que se estima la participación de un millar de uniformados y sus familias, así como invitados especiales y miembros del Gobierno nacional.
Después, a través de la cuenta de Twitter de la Presidencia se informó que “La Ceremonia de Reconocimiento de Tropas, a la que tenía prevista asistir el presidente Gustavo Petro este martes, ha sido reprogramada para el fin de semana con su asistencia”.
Cuando se cuestionó sobre los motivos de la cancelación de toda la agenda de Petro para el martes—ya que tampoco se presentó a la posesión de los ministros—, el equipo de prensa respondió: “El presidente se mantiene atendiendo reuniones urgentes privadas de Gobierno”.
No obstante, el mandatario reanudó su agenda en la mañana de este miércoles 17 de agosto: adelantó la posesión de ministros aplazada y viajó al departamento del Meta, en el oriente colombiano, para adelantar un consejo de seguridad, saludar a los soldados en la Cuarta División del Ejército en Apiay, visitar un parque solar de Ecopetrol ubicado en Castilla La Nueva y conversar con el presidente de la petrolera, Felipe Bayón.
Durante su visita al parque solar Castilla 3, Petro atendió a algunos periodistas. Uno de ellos, afiliado al informativo Noticias RCN, le preguntó directamente al mandatario por qué no había asistido al evento con los militares. Su respuesta en cámara fue cortante, breve y concisa: “un profundo dolor de estómago”.
Esta respuesta ya está causando revuelo en la opinión pública, puesto que no es la primera vez que el presidente cancela toda su agenda argumentando problemas de salud o reuniones privadas, para aparecer sin problemas en sus compromisos al día siguiente.
Por ello, algunos ciberusuarios se atreven a especular que el mandatario tendría alguna condición crónica de salud que no ha confesado en público, como una recaída de su cáncer esofagal o un consumo abusivo de alcohol —que, de hecho, es un factor de riesgo para desarrollar esa enfermedad según la Liga Americana contra el Cáncer—. Otros solo lo atribuyen a un manejo errático de su agenda, una mala costumbre que dejó ver desde cuando fue alcalde de Bogotá.
De hecho, sus cancelaciones repentinas de agenda han ocurrido desde cuando era candidato. El pasado 31 de marzo, Petro canceló un debate en la Universidad Javeriana y un evento junto con el movimiento Fuerza Ciudadana argumentando síntomas de gripa. El 12 y 13 de mayo, una indisposición estomacal causó que el entonces aspirante dejara plantados a sus seguidores en Casanare y Putumayo.
Ya en calidad de presidente electo, faltó en dos oportunidades a eventos de su agenda. El 27 de julio, Petro no asistió al encuentro de alcaldes miembros de la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales (Asocapitales). Seis días después, el 2 de agosto, se ausentó de un evento de la Federación Colombiana de Municipios (Fedemunicipios), al cual llegaron unos 800 alcaldes de todo el territorio nacional.
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