A pesar de todos los esfuerzos desde el equipo del presidente Gustavo Petro, el ingeniero civil peruano César Ferrari, que en total tiene 3 nacionalidades, no pudo ser posesionado como director del Departamento Nacional de Planeación. Precisamente este estatus lo hace, jurídicamente, impedido, por eso se desistió de contar con el profesor para esta dependencia, lo que nuevamente deja incompleto el gabinete, pues hasta el momento junto con el DNP, el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones sigue sin nombramiento.
Desde hace varios días se venía hablando de la posibilidad que Ferrari no pudiera llegar al gabinete presidencial, y a diferencia de otros casos que ya ocurrieron en diferentes dependencias, el caso no es por falta de méritos, experiencia o estudios, es puntualmente el capítulo VIII de la Ley 43 de 1993, aquel que habla sobre la nacionalidad colombiana.
En el apartado: “Desempeño de ciertos cargos públicos por Colombianos por adopción”, se restringe a ciudadanos nacionalizados aspirar o asumir cargos como: presidente o vicepresidente de la república, senado, magistrados de la Corte Constitucional, Suprema de Justicia, Consejo Superior de Judicatura, fiscal general de la nación, Consejo Nacional Electoral, registrador nacional, contralor, procurador, canciller o ministro de defensa, miembro de las fuerzas armadas en calidad de oficial o suboficial y los directores de los organismos de inteligencia y seguridad; esto contemplado en el artículo 28.
En la siguiente designación de la normativa, delimitan expresamente:
“Los nacionales colombianos por adopción que tengan doble nacionalidad, no podrán acceder al desempeño de las siguientes funciones o cargos públicos: Los referentes en el artículo anterior (28), Los Congresistas (artículo 179, numeral 7 C.N.), Los Ministros y directores de Departamentos Administrativos”.
Para el caso de César Ferrari, no solamente es colombiano nacionalizado, en total tiene 3 ciudadanías: es peruano de nacimiento, colombiano por adopción e italiano por descendencia o sangre.
Aunque se buscó la normativa o figura jurídica para nombrarlo en el cargo, lo cierto es que una vez se posesione, de oficio, en la Sección Quinta del Consejo de Estado se tumbaría la designación por la normativa anteriormente reseñada.
En diálogo con Caracol Radio, el ingeniero Ferrari manifiesta que respeta la normativa del país, que agradece la intención del presidente Petro, pero, que aún no tiene un diálogo oficial sobre esta situación:
“Yo no tomé ninguna decisión, yo me atengo a lo que tenga que ser, así que si dicen que no me puedo posesionar pues no me posiciono; sí dicen que sí pues sí. No sé qué fue lo que pasó yo me atengo a lo que ellos me digan (Departamento Administrativo de la Presidencia). El presidente no me ha dicho nada todavía, supongo que en su momento me lo dirá, pero lo que puedo decir es que yo estoy dispuesto a estar donde me digan que debo estar”, agregó que por lo pronto seguirá dictando clases en la Universidad Javeriana.
Agrega que el equipo de abogados le ha dicho precisamente lo que se ha explicado en este artículo, y aunque enfatizó que no tiene ningún tipo de interés particular por ser nombrado, o por la desestimación de la designación, aseguró que independiente de todo se siente muy colombiano y por lo tanto respeta lo que determine la ley.
Así las cosas, con el pronunciamiento del profesor, se desconoce quién sería el remplazo o los posibles ternados para asumir la dirección del Departamento Nacional de Planeación; de hecho, Infobae intentó comunicarse con el equipo del presidente Gustavo Petro y manifestaron que aún no habrá un pronunciamiento o explicación oficial de la situación.
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