Bogotá tiene un aire más limpio pero un ambiente afectado por el estado de las calles, aseguró el Distrito

Según la administración distrital, el cambio de la flota del transporte público, especialmente el SITP, hizo que mejorara el ambiente en un 26 %; el transporte de carga sigue siendo el principal contaminante en la ciudad, junto con el polvo que se levanta en las calles.

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El aire de Bogotá es
El aire de Bogotá es más limpio, pero se encontró que el estado de las vías es uno de los principales agentes contaminantes del ambiente. Foto: Mariano Vimos. Colprensa

La Secretaría de Ambiente de Bogotá presentó el más reciente inventario de emisiones, datos con corte del 2020, el cual actualiza la información del 2018. En esta oportunidad se analizaron los diferentes tipos de agentes, o fuentes, que afectan al ecosistema capitalino; además de medir, entre otros, la cantidad de material particulado, inventario de carbono negro (por primera vez) y el impacto de los servicios de transporte público. Este análisis determinó que en la capital del país hay una mejor calidad del aire.

Estas mediciones se realizan desde el año 2008 y se actualizan cada dos años, la Alcaldía de Bogotá, en compañía de varias universidades como la Nacional, los Andes y la Salle, articuladas con las diferentes secretarías del distrito y entidades, por ejemplo, Transmilenio, el Instituto de Desarrollo Urbano, IDU, entre otros, buscan las diferentes fuentes de emisión que afectan la ciudad.

Según el Inventario de Emisiones de Bogotá, Contaminantes atmosféricos, el mayor problema del aire en la capital del país es el polvo de las vías, así estén pavimentadas o no, que se levanta por el tránsito vehicular, lo que puede abrir la posibilidad que el estado vial, muy deteriorado, sea una de las principales causas de contaminación; la secretaria de ambiente de Bogotá, Carolina Urrutia señaló:

“Este año, la Secretaría de Ambiente va a invertir cerca de 2.500 millones de pesos, con las alcaldías locales del suroccidente de Bogotá, en el mejoramiento de vías, que nos evite que ese polvo siga dificultando la respiración de los bogotanos. Es la primera vez que una Administración realizará pavimentación con criterios ambientales”.

En este estudio se determinó que la calidad del mejoró, en comparación con el periodo anteriormente estudiado, 2018, un 26 %, de 1846 toneladas de material particulado se pasó a 1798 toneladas.

“Los inventarios de emisiones estimados para Bogotá contemplan las siguientes fuentes de emisión: fuentes móviles en carretera (vehículos), fuentes móviles fuera de carretera (maquinaría amarilla, maquinaria agrícola y maquinaria industrial), fuentes fijas industriales, fuentes fijas comerciales, fuentes fijas de área (centros de almacenamiento de combustibles), resuspensión de material particulado en la malla vial por el paso vehicular, construcciones, incendios forestales, entre otras”, señala la Secretaría de Ambiente.

Con las anteriores fuentes, se toman en cuenta factores como: el material particulado (moléculas o presencia de gases y demás agentes en el aire), desgaste de los frenos de los vehículos, y en esta oportunidad, el carbono negro.

“La buena noticia: las emisiones en Bogotá se redujeron en un 26 %, que se debe principalmente al cambio de tecnologías en el sistema integrado de transporte, también a los efectos de la pandemia y a ciertos cambios metodológicos que nos permiten usar mejor los factores de emisión con los que se calcula”, declaró la secretaria de ambiente, Carolina Urrutia.

Esta reducción, como lo señaló la funcionaria se debe a varias estrategias, que, entre otras, tiene una implicación por el parón que se tuvo por la pandemia derivada del COVID - 19, además de la renovación de la flota del Sistema Integrado de Transporte Público, SITP, entre otros.

En mayor medida, la contaminación proviene de las fuentes móviles en vías, el 23 %, luego, con una diferencia significativa, lo siguen las de carretera, 6 %; fuentes fijas el 2 %, y el restante se derivan de situaciones como incendios o fuentes fijas comerciales, según el distrito que pone el ejemplo, los asaderos.

Desde el distrito, aseguran que la salida de los viejos buses del transporte público y la renovación gradual de esta flota, ha permitido que las emisiones de estos vehículos se reduzcan hasta un 37 %; estrategia que se seguirá implementando, por ejemplo, con los articulados de Transmilenio.

“Después de muchísimos años, por fin lograron sacar esos buses más viejos del sistema provisional que más estaban contaminando dentro del transporte público. Pero, además, estamos trabajando con toda la ciudadanía invitándoles a que escojan mejores formas de transportarse. Dentro del sector transporte el SITP contribuye con el 8 % de las emisiones en Bogotá, antes (inventario 2018) contribuía con más del 12 %”, declaró Carolina Urrutia.

Otro de los puntos que destaca el informe es que las localidades de: Bosa, Ciudad Bolívar, Fontibón, Kennedy y Usme, son las que concentran en mayor medida el material particulado, quiere decir, la zona suroccidental de Bogotá es la más contaminada.

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