Las protestas, imágenes y testimonios no han sido suficientes para que haya un solo detenido respecto al caso de homicidio de tres jóvenes en el corregimiento de Chochó, Sucre, que fueron detenidos, asesinados a quemarropa y presentados como bajas de miembros del Clan del Golfo cuando, todo indica, eran inocentes. Por esa razón, diferentes funcionarios públicos le han pedido a las autoridades mayor celeridad.
El senador Álex Flórez, quien ha hecho seguimiento cercano al caso y lo denunció inicialmente en el Congreso de la República, promovió una proposición firmada por varios congresistas para exigirle a las autoridades atención en el caso. Mientras se presume la posible fuga del señalado como principal responsable, el coronel Benjamín Núñez, quien salió del país después de su desvinculación y sus excompañeros lo han acusado de disparar contra los jóvenes.
“Exhortar a la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría y la Comisión de Naciones Unidad en Colombia que preste principal atención a los hechos ocurridos el pasado 25 de julio de 2022 en el municipio de Sincelejo (Sucre) donde tres (3) jóvenes resultaron muertos a manos de la policía”, dice la resolución promovida por el senador, y que fue aprobada por la plenaria.
Pero también lo hizo el ministro de Defensa, Iván Velásquez. “Ya había tomado el gobierno anterior la decisión respecto del coronel, pero también de parte de nuestra cero impunidad y vamos a pedir a la Fiscalía que actúe prontamente porque creemos que hay que actuar con toda severidad”, señaló en una declaración a Noticias Uno.
En ese sentido, desde el Ministerio de Defensa se apoya que sea la justicia ordinaria y no la militar la que asuma el proceso, así como se tomen determinaciones al respecto de los implicados. Teniendo en cuenta que, según dijo el presidente en la designación de la cúpula, se promoverá el respeto por los derechos humanos en las actuaciones militares.
El concejal Diego Cancino, de Bogotá, quien ha hecho seguimiento a casos de violencia policial, también solicitó a la Fiscalía una explicación respecto a por qué no se ha expedido orden de captura contra el coronel implicado en los hechos, a quien señala de haberse “fugado”.
Por estos hechos han sido suspendidos ocho policías de su cargo entre los que se encuentra el coronel Benjamín Niñez Jaramillo; al subteniente Camila Buriticá Valencia; y los patrulleros Bernardo Pontón, Huber Mieles, Jesús Bolaños, Álvaro Álvarez, Diana Puerta, Leila Ávila.
Aunque los jóvenes fueron capturados en la T de Chochó hacia Sincelejo, donde pasaron en camino al hospital departamental, aparecieron luego muertos con heridas de bala en el rostro y el pecho, aparentemente propinados a corta distancia y con posibles señales de tortura.
Esas pruebas desestimaron el relato inicial de la Policía. En la noche, el coronel, comandante de la Policía de Sucre, Carlos Andrés Correa Rodríguez aseguró que habían dado de baja a tres miembros del Clan del Golfo que habrían participado en el homicidio de un policía en el municipio de Sampués ese mismo día. Pero se trataba de tres jóvenes que no habían tenido relación con el hecho ni tampoco muertos en combate.
Inicialmente los patrulleros involucrados dijeron que los jóvenes habían sido encontrados heridos al momento de la detención. Sin embargo, solo dos de ellos, José Arévalo y Jesús Díaz tenían lesiones, el primero un roce de bala en el brazo sin gravedad y el segundo sí un impacto en una pierna.
La camioneta los trasladó hacia el hospital, pero en el camino murieron. Varios, como el patrullero Garavito, han cambiado su versión y han dicho que en el platón de la patrulla hubo disparos. Tres de ellos aseguran que fue el coronel Núñez quien les disparó con su arma de dotación a los jóvenes en el camino a la clínica y que por temor a represalias habían mentido inicialmente.
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