Durante la tarde de este martes 16 de agosto, el senador Humberto de la Calle preocupó a sus colegas parlamentarios y al personal del Congreso de Colombia, tras sufrir un desmayo durante una de las sesiones.
El excandidato a la Presidencia por el Partido Liberal colapsó cerca de su silla. Personas que estaban cerca de él reportan que se quejó de mareo antes de caer. De inmediato fue llamado un equipo para auxiliarlo y una silla de ruedas para sacarlo del recinto.
Se reporta que De la Calle salió consciente y estable del Capitolio, desde donde fue dirigido a urgencias para revisar su salud general. Se espera que en la noche del martes se conozcan más detalles del incidente y sus causas.
Varios parlamentarios le han enviado sus buenos deseos a través de las redes sociales. Por ejemplo, el senador del Partido Alianza Verde, Ariel Ávila, escribió “Pronta recuperación a mi amigo @DeLaCalleHum”. El exsenador y constituyente Iván Marulanda añadió “Saludos @DeLaCalleHum … ¡cuídate! y ¡ánimo! … ¡abrazo!”. El exsenador y exgobernador Temístocles Ortega dijo que “lo necesitamos volando”.
“Confirmamos que @DeLaCalleHum está estable y sonriendo. Recupérate pronto te necesitamos a bordo y firme. ¡La mejor energía!”, trinó el presidente del Senado de la República, Roy Barreras, junto con una fotografía del senador saliendo del recinto en silla de ruedas.
Cabe recordar que Humberto de la Calle recibió la cuarta votación más alta entre los senadores que se postularon mediante una lista abierta; solo fue superado en votos por Miguel Uribe Turbay, María Fernanda Cabal —ambos del partido uribistas Centro Democrático— y por el influencer Jota Pe Hernández, quien se hizo elegir a través del partido Alianza Verde.
El exvicepresidente del liberal Ernesto Samper se inscribió a las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo como cabeza de la lista en la Coalición Centro Esperanza, una amalgama de partidos que en un principio integró el partido Verde Oxígeno, cuya líder natural es la excandidata presidencial Íngrid Betancourt y que le dio el aval a De la Calle para participar.
Luego de que ella entrara en conflicto con la coalición y se retirara de la consulta interpartidista, el exliberal quedó en una situación de veto: no pudo apoyar públicamente al entonces candidato Sergio Fajardo en primera vuelta sino hasta la última semana de campaña —cuando Betancourt renunció a su aspiración—, y fue expulsado de la colectividad tras declararse independiente del gobierno de Gustavo Petro cuando Betancourt dio la orden de ser opositores.
La propuesta de De la Calle para resolver controversias electorales
Recientemente, De la Calle presentó un acto legislativo que contempla la creación de una Corte Electoral “que busca actuar como última instancia de las controversias electorales, unificar las decisiones y garantizar un conocimiento técnico de los funcionarios que se encargan de resolver las controversias electorales”.
También propuso la creación de un Consejo Electoral Colombiano que garantizaría la “organización, ejecución y declaración de las elecciones y del control y vigilancia de los partidos políticos”.
Esta iniciativa, que necesitaría alcanzar ocho debates antes del 20 de junio de 2023 y que establece una modificación a nueve artículos de la Constitución y adición de dos más, representaría una reforma al CNE y la Registraduría Nacional del Estado Civil, debido a las múltiples irregularidades que se evidenciaron durante las últimas elecciones.
“Las recientes elecciones evidenciaron la preocupación de la ciudadanía por temas asociados a la estructura del sistema político. Entre los temas están: el enorme poder del registrador nacional del Estado Civil y la casi ausencia total de control; la participación y la falta de imparcialidad del Consejo Nacional Electoral (CNE); la dispersión normativa, la duplicidad de funciones y el choque entre la jurisdicción contenciosa y el CNE”, señaló en el documento.
El acto legislativo señala que los candidatos para conformar el CNE son postulados y seleccionados por parte de los partidos que tienen representación en el Congreso, lo que ha generado incidencia por parte de las colectividades y una desconfianza en las decisiones de este órgano electoral, al tiempo que, a pesar de su naturaleza administrativa, termina cumpliendo funciones judiciales “como aquellas asocia con resolver las controversias que surgen entre actores en el proceso electoral”.
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