Incautan en Panamá más de 20 lanchas colombianas que se utilizaban para el tráfico ilegal de migrantes

Los navíos fueron hallados en un operativo del gobierno del país hermano en contra de las estructuras ilegales que se dedican al transporte de estas personas que van de manera irregular a Estados

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Imagen de referencia de migrantes en lanchas colombianas. Foto: REUTERS/Luisa Gonzalez
Imagen de referencia de migrantes en lanchas colombianas. Foto: REUTERS/Luisa Gonzalez

Según informaron las autoridades de Panamá, fueron decomisadas más de 20 lanchas colombianas que transportaban migrantes ilegales, en el marco de una operación especial de seguridad en la frontera con el país centroamericano que comenzó a inicios de este año.

“Tenemos más de 23 lanchas decomisadas, judicializadas. Traían migrantes ilegales a territorio panameño (desde Colombia). Incursionaron en nuestro mar territorial sin ningún tipo de autorización”, dijo el titular del Ministerio de Seguridad Pública (Minseg), Juan Pino.

Los tripulantes de las embarcaciones, también de nacionalidad colombiana, quedaron a órdenes de las autoridades competentes, según indicó el mismo ministro.

El decomiso de las embarcaciones y la captura de los “coyotes” o traficantes de personas ocurrieron en el marco de la campaña “Vamos con todo”, puesta en marcha en enero pasado en la zona fronteriza con Colombia, dominada por la peligrosa selva del Darién y por costas caribeñas.

Por la inhóspita y salvaje jungla del Darién, la frontera natural de 266 kilómetros entre Colombia y Panamá, llegan a ese país migrantes irregulares procedentes de todo el mundo que viajan hacia Norteamérica, en un flujo que se ha ido incrementando con el tiempo.

En 2021 más de 133.000 personas cruzaron la selva, una cifra histórica que podría ser superada este año, cuando hasta julio se registró el paso de más de 71.000 migrantes, más del 60 por ciento de ellos venezolanos.

Panamá acoge a los viajeros irregulares en Estaciones de Recepción Migratorias (ERM) situadas en su frontera con Colombia (sur) y con Costa Rica (norte), donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica, en un operativo único en la región en el que se invierten millones de dólares anuales, según informaron las mismas autoridades panameñas.

En sus odiseas en la búsqueda del sueño americano, los viajeros sufren asaltos, agresiones sexuales y muchos mueren, de acuerdo con sus propios testimonios.

Pino aseguró que “los resultados contundentes de la campaña ‘Vamos con todo’” incluye la detención y procesamiento judicial de “personas que atentaban en las trochas contra los migrantes, que los robaban, los violaban y ultrajaban. Ya tenemos muchos detenidos”.

Precisamente, el pasado martes 9 de agosto se reportó la muerte de tres migrantes, entre ellas una menor de edad venezolana.

La tragedia se reportó en un río cercano al resguardo indígena de Guna Yala en el Caribe, en zona de frontera con Colombia, según informó el Servicio Nacional de Migración panameño.

La adolescente y dos hombres, un colombiano y un venezolano, estaban cerca de la desembocadura del río Armila cuando fueron sorprendidos por un a creciente súbita. Moradores de la comunidad, junto a otros migrantes lograron sacar los cuerpos de la menor y del colombiano la víspera, mientras que el del venezolano se rescató el martes, indicó la institución.

Por la comarca Guna Yala y la contigua provincia de Darién cruzan miles de migrantes en tránsito hacia Norteamérica. Ese trayecto es considerado bastante peligroso debido a lo inhóspito de la zona, sus ríos caudalosos, las víboras y la escasa presencia policial. ONG como Médicos sin fronteras están urgiendo en que se deben encontrar rutas más seguras para ese flujo irregular, que lleva más de una década.

En lo que va del año han fallecido 18 migrantes durante el tránsito por la zona fronteriza, 13 de ellos por inmersión, mientras que de las otras muertes se desconoce la causa, según las autoridades. En 2021 se reportaron algo más de 50 migrantes fallecidos.

(Con información de agencias)

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