A finales de julio se llevó a cabo el acto de despedida para el general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército, que renunció al cargo tras la elección de Gustavo Petro como presidente de la República. Todo, como resultado, de las diferencias irreconciliables entre el militar y el mandatario sobre su manera de ver a las Fuerzas Militares del país.
Tras la salida del general como cabeza de las fuerzas militares, este 14 de agosto, el periodista Yohir Akerman, aprovechó su espacio de opinión en la Revista Cambio, para denunciar que mientras Zapateiro ejerció como máximo líder del Ejército, presuntamente aprovechó su pode para beneficiar a las personas cercanas a él. Esto se comprobaría con los contratos que firmó a favor de dos empresas que tiene relación y que al llegar al cargo aumentaron los contratos con estas, al igual que las sumas de dinero que invirtió la institución en ese tiempo.
Como Akerman señaló, el primer contrato se había dado con la empresa Military Industries SAS “que pasó de firmar entre 2017 y 2018 tres contratos con el Ejército Nacional por una sumatoria de $1.255.221.481, a 29 contratos con diferentes entidades, por la sumatoria de $4.707.852.169 desde la llegada del general Zapateiro”. De la misma manera que sucedió con Fuerza Élite OP SAS “que pasó de firmar 25 contratos entre 2011 y 2017 por un total de $1.930.516.296, a recibir $12.579.324.747 en virtud de 13 contratos desde finales de 2019 hasta antes de la salida del polémico general”.
La denuncia va mucho más allá, pues tras investigar por los que representantes legales de las compañías se encontró que son militares retirados y además, que tiene investigaciones en su contra. Por un lado, el representante de Military Industries SAS es Roberto Dussan Mejía, que en el 2021 fue condenado a 15 años de prisión por los delitos de concierto para delinquir, cohecho por dar u ofrecer, e interés indebido en la celebración de contratos.
Lo anterior, debido a que se le comprobó al sujeto que “hacía parte de una red ilegal conformada por militares en retiro, abogados, contratistas y funcionarios públicos, quienes se encargaban de direccionar ilícitamente contratos para su beneficio económico”, según dio a conocer Yohir Akerman. Dad la condena, la empresa tuvo que quedar representada por un suplente que también ejerció como funcionario de las fuerzas públicas, José Rodrigo Perdomo Vásquez y que tiene seis procesos abiertos en su contra, además, de conocer a Zapateiro desde 1985, cuando se graduó en el mismo curso de la Escuela Militar de Cadetes.
Pero al parecer, todo el dinero sería administrado por la misma familia, pues el representante de Fuerza Élite OP SAS es Oscar Orlando Perdomo, un odontólogo, hermano de José Rodrigo Perdomo: “El dentista Perdomo ha sido muy hábil y fuera de hacer multimillonarios contratos con el Ejército, también les ha echado muela a varios acuerdos con distintas gobernaciones como la de Risaralda, Huila, Quindío, Amazonas y también con algunas alcaldías de municipios”, se lee en el artículo publicado en la Revista Cambio.
En los procesos de contratación no solo ascendieron los montos y se beneficiaron a personas que fueron cercanas al general retirado, sino que se evidenció un cambio en los objetivos de los acuerdos. En la columna se pone de ejemplo que, “Fuerza Élite OP SAS pasó de vender indumentaria a los militares, a ser productor de eventos y protocolos, convirtiéndose en un operador logístico de las Fuerzas Armadas”; y así con varios contratos que se dejaron firmados y ejecutados antes de que Zapateiro presentara su renuncia.
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