“No queremos que el ICBF sea una cuota política”: defensores de la niñez, envían un claro mensaje al presidente Gustavo Petro

De acuerdo con lo que se expone en el documento, dejar en manos de alguien incorrecto este cargo generaría que, como ya ha pasado antes, muchos menores de edad terminen viviendo en malas condiciones.

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El pasado domingo 7 de agosto, Gustavo Petro y Francia Márquez asumieron sus cargos como los nuevos mandatarios del país. Desde entonces, y desde su victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, se han venido tomando decisiones respecto al futuro panorama político del país, desde la designación de ministros, funcionarios, hasta la reforma de diferentes instituciones. En medio de esas determinaciones, defensores de la niñez y adolescencia colombiana le pidieron al jefe de Estado, a través de una carta, no dejar la dirección del ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) en manos de alguien sin experiencia o a modo de pago de favores.

“Les pedimos con total urgencia y clamor, que la dirección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar sea entregada a una persona capaz, con experiencia amplia, técnica y con profundo conocimiento en temas niñez, derechos humanos, enfoque de género y con voluntad de frenar la corrupción que allí se ha enquistado por décadas”, se lee en la misiva firmada por más de 20 ciudadanos, entre ellos, la exdirectora de esa entidad, Cristina Plazas.

De acuerdo con lo que se expone en el documento, dejar en manos de alguien incorrecto este cargo generaría que, como ya ha pasado antes, muchos menores de edad terminen viviendo en malas condiciones. Se destacó que niños, niñas y adolescentes han sido vulnerados, desatendidos e incluso abusados bajo el cuidado del Estado. “No queremos que nuevamente el ICBF sea entregado como cuota política para pagar favores o a amigos, como ha ocurrido en varios gobiernos. Tampoco que las regionales sigan siendo la caja menor de los congresistas”, agrega la carta.

Los firmantes de la petición realizada a Gustavo Petro y Francia Márquez señalan que la persona que asuma la dirección del ICBF no llegue a ese cargo por razones políticas o conveniencia sino que, por el contrario, porque tenga conocimientos en el sector. Así mismo, que tenga la ‘preparación, capacidad, antecedentes, convicción sobre los derechos de los niños’.

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“Cuando hablamos de la niñez en Colombia entendemos que existe un consenso sobre la importancia de proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes en todas las esferas sociales, políticas y económicas. Basta con leer la Convención sobre los Derechos del Niño, la Constitución Política de Colombia o el propio Código de Infancia y Adolescencia para concluir que como Sociedad y Estado estamos llamados a cuidarlos y protegerlos”, exponen.

La petición fue realizada por Alexandra Correa, periodista y defensora de la niñez; José Gregorio Hernández, expresidente Corte Constitucional; Ángela María Robledo, política y feminista; Cristina Plazas Michelsen, exdirectora ICBF; Isabel Cuadros Psiquiatra, directora Asociación Afecto; Leonardo González, del observatorio de DD.HH. de Indepaz; Daniel Mejía Londoño, profesor de la Universidad de los Andes; Colectivo Yo Sí Te Creo Madres, mujeres, niños y niñas víctimas de abuso sexual; Ramiro Bejarano Guzmán, abogado y columnista de El Espectador; Martha Lucía Ortiz Cárdenas, defensora de Derechos Humanos, coordinadora de Labios de Orquídea; entre otros.

La misiva refleja la importancia de, comentan los defensores de los niños, niñas y adolescentes, entender que los menores de edad no son ‘seres inferiores’ a los mayores y que, por su situación de vulnerabilidad, necesitan de un cuidado especial.

“La defensa de los niños no ha sido tan clara en nuestra sociedad, que primero tuvimos que recorrer un largo camino en nuestra historia para poder comprender que los niños y niñas no son seres inferiores a nosotros (...) Por eso confiamos en que este gobierno se muestre también asertivo en este nombramiento tan importante y que la razón por la que se está tomando tiempo, sea por la seriedad y análisis que implica entregar el timón de lo más sagrado para cualquier país, la vida de miles de niños”, concluye el texto.

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