Por la ubicación de la Ciénaga Grande y su riqueza natural, es el complejo lagunar costero más grande de Colombia, lo que ha hecho que sea un destino turístico importante del país, despertando el interés de nuevos emprendimientos que son creados por los pobladores de estas zonas. Dado este contexto, de acuerdo con lo reportado por Caracol Radio, la población asentada, que son un promedio de 450 mil personas, podrían recibir capacitación sobre la importancia de desarrollar turismo ecológico, de la mano de algunas fundaciones nacionales, como Tras La Perla.
“Actualmente, el turismo que se genera no se articula con comunidades y la preocupación de ellos es que está creciendo el turismo, pero no se vinculan. Las fundaciones se han visto obligadas a preparar a la comunidad y crear cooperativas multiactivas, donde se integren pescadores, amadas de casa y se creen nuevos guías“, manifestó John Cantillo, promotor turístico.
Asimismo, el operador turístico hizo énfasis en la importancia y el impacto que tienen las capacitaciones en los jóvenes para que sean conscientes de la recuperación que ha tenido este complejo lagunar y la importancia de su preservación.
“Es necesario que todos los magdalenenses se vinculen al proceso de aprendizaje de la Ciénaga y que conozcan el proceso que ha tenido para solucionar la crisis ambiental por la que atraviesa (…) que todos los 12 municipios se vinculen a su conservación”, agregó Cantillo.
Recordemos que la iniciativa de desarrollar turismo ecológico en Colombia ha sido impulsada debido a que el país es conocido por ser uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo. Como lo ha mencionado el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SIB), esto se puede ver debido a que, el país cuenta en total con cerca de 56.343 especies registradas; entre ellas 1.921 aves, 26.177 plantas, 803 anfibios, 537 reptiles, 492 mamíferos, 3.435 peces y con 9.153 especies endémicas.
Además, va de la mano con los objetivos de desarrollo de las Naciones Unidas -ONU- a los que está suscrito el país. Incluso, en el 2013, la Asamblea General, adopta una resolución que reconoce en el ecoturismo un elemento clave para la lucha contra la pobreza, la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo sostenible.
“La resolución, titulada Promoción del ecoturismo para la erradicación de la pobreza y la protección del medio ambiente, insta a los Estados Miembros de las Naciones Unidas a adoptar políticas que promuevan el ecoturismo, subrayando sus “efectos positivos en la generación de ingresos, la creación de empleos y la educación y, en consecuencia, en la lucha contra la pobreza y el hambre”. Reconoce además que “el ecoturismo crea importantes oportunidades de conservación, protección y uso sostenible de la diversidad biológica y de las zonas naturales, al alentar a las comunidades locales e indígenas de los países en que se encuentran y a los turistas a preservar y respetar el patrimonio natural y cultural””, mencionó el organismo internacional en su momento.
Esta iniciativa ha sido implementada en otras zonas del país, por ejemplo, el año pasado el Ministerio de Ambiente de Colombia y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena) firmaron un convenio para impulsar el turismo de naturaleza en el Amazonas.
En su momento se señaló que las entidades ambientales contempla fortalecer el turismo de naturaleza como una alternativa productiva para evitar la deforestación de la Amazonía colombiana, que continúa siendo la región más afectada por este flagelo, con un aumento de 11.000 hectáreas deforestadas durante el 2020.
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