Jaime Hernando Garzón Forero, el periodista, locutor, pedagogo, actor, abogado, entre sus muchas caras y profesiones, títulos, anécdotas y registros audiovisuales, es recordado por siempre, pero cada 13 de agosto se conmemora un año más de su trágica muerte. Siempre que su nombre sale a relucir se recuerda uno de los momentos más difíciles del país. En reiteradas ocasiones se le ha intentado homenajear y recrear su vida; reportajes, esculturas, bio - novelas y demás expresiones han surgido en honor a su memoria y legado. Pero, su hermano, Alfredo, anunció que se lanzará una pieza gráfica con sus más íntimas y relevantes vivencias, esta vez contada por su familia.
Esta nueva novela gráfica, elaborada por Alfredo Garzón, en compañía de la actriz y dramaturga Verónica Ochoa, titulada “Garzón, un duelo imposible”, pretende contextualizar la situación y los hechos que terminaron con la vida del célebre personaje, hoy hace 23 años.
“Es un poco poder entender este país en su complejidad y un poco poder hilar las transformaciones, entonces más que componer un relato anecdótico, o biográfico; queríamos configurar una especie de pensamiento sobre lo que pasó con la desaparición y el magnicidio de Jaime.; también con lo que eso dejo en la sociedad y como eso hizo que las palabras de Jaime, contrario a perder vigencias, es como si cada vez que pasará el tiempo tuvieran mayor pertinencia. Es como si él hubiera tenido la mirada del país, muy adelantada, como si tuviera una claridad de hacia dónde nos dirigíamos mucho más que nosotros mismos en ese tiempo”, explicó Verónica Ochoa en diálogo con la Agencia EFE.
La publicación de la novela gráfica se realizará en los próximos meses, con ediciones físicas y digitales; allí se centrarán en esa década en donde Jaime estuvo en los medios de comunicación a nivel nacional.
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Alfredo Garzón detalla un poco más el argumento de esta obra:
“La novela recoge la vida de Jaime y su pensamiento y también pone en contexto los hechos que terminaron en su homicidio, es una memoria, un documento de esos diez años en que Jaime estuvo en los medios, en la radio, en la televisión, y pone en contexto su asesinato como un caso contra la libertad de pensamiento y de expresión”, le manifestó a la Agencia EFE.
El trabajo no ha sido sencillo, según Verónica Ochoa llevan casi 3 años intentando componer esta obra, que podría decirse, es la repetición de muchos casos que le suceden y le han ocurrido a muchas personas:
“El libro se llama Garzón, un duelo imposible porque este proceso de más de tres años de trabajo ha sido para mí la elaboración de un duelo y el darme cuenta de que ese duelo es imposible, entre otras razones porque lo que le sucedió a Jaime le sigue sucediendo a muchos colombianos”, agregó que la novela gráfica, de unas 500 páginas, también tiene un objetivo social.
Los autores enfatizan que la intención no es volver a contar o mostrar su biografía, pues ya se han publicado muchos proyectos de este estilo, por eso pretenden que se muestre el mensaje de Jaime en la sociedad colombiana.
Un caso que sigue impune
Más de dos décadas han pasado del magnicidio de Jaime Garzón y aún no se han juzgado a los culpables del crimen; hasta el momento, la justicia ha determinado que el sábado 13 de agosto de 1999, en horas de la mañana, mientras se dirigía a Radionet para hacer su programa matutino junto a Yamid Amat.
En un semáforo en el barrio Quinta Paredes, localidad de Teusaquillo, muy cerca a Corferias, en un semáforo, Freddy Rendón, alias ‘el alemán’ y su hermano Daniel, alias ‘El Viejo’, se acercaron a su camioneta gris, montados en una motocicleta y le propinaron 5 disparos.
El vehículo que termina estrellado contra un poste, acabando así con la vida de Jaime a los 38 años. Las versiones que se han recopilado de sus allegados era que él sabía que lo iban a asesinar, incluso, señalan que conocía quienes habían dado la orden.
En el año 2016, el Consejo de Estado determinó que dentro de los autores intelectuales hubo complicidad de agentes de la nación, por lo que se consideró un crimen de lesa humanidad. Dentro de los señalados se encuentra el fallecido líder de las Autodefensas Unidas de Colombia, Carlos Castaño y el ex subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, José Miguel Narváez.
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