El colegio Liceo Nuevo Chile ubicado en la ciudad de Bogotá podría ser demolido por cuenta de la construcción de la segunda línea del metro de la ciudad.
De acuerdo con los funcionarios, será subterránea, tendrá 15,5 kilómetros de longitud y contará con 11 estaciones. Será subterránea en su gran mayoría, la Nación aportará el 70 % de los recursos, mientras que, el Distrito dará el 30 % restante. Eso quiere decir que, el aporte del Estado será de $24,4 billones, y el de la Alcaldía de Bogotá $10,4 billones.
La línea iniciará su recorrido al nororiente de la ciudad, en la calle 72 con carrera 11, bajará por la calle 72 pasando por la NQS, la avenida 68, la avenida Boyacá y la avenida Ciudad de Cali. Desde allí el trayecto irá hacia el Norte hasta la avenida Suba donde irá hasta la ALO con calle 145, para finalizar en el Patio Taller que estará ubicado en Suba, en el barrio Fontanar del Río.
El Liceo está ubicado en el Barrio Santa Rita, Puente Aranda, es un complejo de casas (tres en total), una de ellas de siete metros de frente por 21 de fondo y cuatro pisos construidos. Está justo por donde pasa la construcción de la nueva Avenida 68 , y tendrían que tumbar el 60% de la institución educativa.
“No podemos decir que el IDU [Instituto de Desarrollo Urbano] no ha dialogado con nosotros, pero las negociaciones no son acordes a las necesidades. Si recibimos lo que ellos consideran justo, implicaría que solo 60 niños puedan recibir clases porque no habría la capacidad instalada para el resto”, advirtió Gilma Gómez, rectora de la institución.
La negociaicón del predio que lleva un año y medio, durante el proceso el IDU señaló que era necesario que los niños fueran trasladados a otra sede. Por esta razón los propietarios del colegio (tres profesores de universidades públicas que hace 36 años empezaron el proyecto) pagan un arriendo mensual de 10 millones de pesos y la ruta escolar de los niños que se iban a retirar al quedar distantes de sus casas, eran cerca de 40 minutos.
En un principio, el compromiso entre el Liceo Nuevo Chile y el IDU es que realizarían el reintegro de esos dineros, pero Gómez afirma que hasta el momento no se ha cumplido. Por el contrario, entre los daños emergentes causados está el hecho que el colegio tuvo que solicitar nuevas licencias, perdiendo la que tenía en la sede que van a demoler.
”Ya tenemos las licencias hasta grado noveno”, manifestó la rectora. La casa que se necesita tumbar es donde quedan la maloca, Pacha mama, comedor, salones de música, danza, artes plásticas, biblioteca, salón de talla, laboratorios, entre otros espacios comunes.
Pese a las mesas de trabajo entre el distrito y los propietarios, no se ha llegado a un acuerdo porque, de acuerdo a Gómez, el IDU niega la capacidad instalada y desconoce así la normatividad de no violentar los derechos de la educación.
Es importante resaltar que, el Liceo Nuevo Chile ha llegado a estar en el puesto 83 entre los más de 10.278 colegios privados ponderados por el Ministerio de Educación con las pruebas Saber Pro.
La rectora indica que el éxito de la institución se relaciona con el enfoque de diversidad que tiene y una concepción de igualdad para indígenas y afrodescendientes en la que se les enseña a los estudiantes—más que a memorizar- a razonar y tener un análisis crítico frente a las realidades sociales.
De igual manera, la insstitución tiene programas académicos especiales de preservación del medioambiente y cuidado en la alimentación desde hace más de tres décadas. Incluso, en el mismo colegio hay huertas y se realizan tareas de descontaminación del Río Fucha, en la localidad.
Es el único colegio ubicado en el sur de la capital del país con énfasis en recuperación ancestral, investigación , huerta escolar y arte.
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