Así fue cómo Independiente Santa fe quedó campeón de la Suruga Bank hace seis años

Independiente Santa Fe conmemora la gesta histórica para los equipos colombianos en la que consiguieron quedar campeones en otro continente, por ahora, único equipo. La hazaña la obtuvieron un miércoles 10 de agosto de 2016, cuando los Albirrojos vencieron al equipo local Kashima Antlers por la mínima diferencia con un gol del delantero Osorio Botello después de un magistral centro del Vikingo Jonathan Gómez.

El club colombiano logró conseguir su boleto para la Suruga Bank después de consagrarse como el primer equipo colombiano en quedar campeón de la Copa Sudamericana en 2015. El partido se jugó contra el conjunto argentino Club Atlético Huracán, y después de los 180 minutos de los juegos de ida en Argentina y de vuelta en la ciudad de Bogotá, el título se definió en la tanda de penaltis en la que los santafereños consiguieron levantar el anhelado trofeo gracias a la brillante actuación de su guardameta Róbinson Zapata.

Luego de quedar campeón de Sudamérica, Independiente Santa Fe viajó a Japón para disputar la Suruga Bank. En su participación consiguió llegar a la final, que jugó contra el equipo que en ese momento era favorito, el Kashima. El escenario fue la ciudad costera de Ibaraki, la transmisión en el país cafetero era a las 5:00 a. m. y en el país asiático hicieron presencia cerca de 100 hinchas del primer campeón de Colombia.

La alineación de los Leones fue la siguiente: Róbinson Zapata; Sergio Arboleda, Javier López, Horacio Salaberry, Dairon Mosquera, Juan Daniel Roa; Yeison Gordillo, Jonathan Gómez, Omar Sebastián Pérez; Osorio Botello y Juan Falcon. En el banco de suplentes: Castellanos, Anchico, Urrego, Balanta, Baldomero y Plata.

Le puede interesar: La magia intacta: increíble pase de gol sin mirar de Ronaldinho en su partido despedida en Bogotá

El árbitro pito el inicio del partido, Kashima mostró la rapidez de sus jugadores ocasionando llegadas peligrosas desde los primeros minutos de juego, afortunadamente para los Cardenales la mala definición de los locales y la buena acción defensiva de los Albirrojos permitió que los primeros 45 minutos el equipo colombiano se cerrara con el empate.

En la segunda mitad, en ese entonces el director técnico Gustavo Costas cambio el planteamiento del equipo, aunque en la cancha no se vio reflejado un juego diferente, pues el equipo de Kashima tenía una mayor posesión de la esférica y generó mayor cantidad de ataques peligrosos, mientras que los colombianos le apostaban a los contraataques y las llegadas con pelota quieta, que era considerado por muchos la especialidad del equipo de Bogotá.

Fue en el minuto 79 en el que después de una falta por parte del club local, la mitad del equipo Santafereño se metió en el área del equipo rival. Su lanzador fue el mediocampista Jonathan Gómez, quien hacía señas como si fuera una jugada de laboratorio, el Vikingo, le pegó a la redonda con el borde interno de su pierna derecha y como si la hubiera centrado con la mano, la esférica llegó directo al delantero Osorio Botello que luego de un buen salto impacto la pelota con un fuerte cabezazo al poste izquierdo del arquero para que la jugada terminara en gol.

Con la victoria parcial 0-1 el club colombiano pretendía evitar las llegadas de los japoneses, quienes no tardaron cuatro minutos en llegar al arco del portero colombiano, en una jugada peligrosa el futbolista del Kashima cayó en el área y el árbitro central no dudo en pitar falta. El penalti era inminente, pero la fe era grande, el cobrador fue Kanasaki, quien sin pensarlo mucho remató con su pierna derecha, pero el portero cafetero logró adelantarse y tapar la jugada que le podía arrebatar el título al recién campeón de la Sudamericana, posteriormente Zapata tuvo una brillante actuación atajando dos remates peligrosos en los últimos minutos.

Luego de aguantar los últimos instantes del encuentro el árbitro central se llevó el pito a la boca y señaló el final del partido para que Independiente Santa Fe se consagrara campeón en Japón y así regalarle un trofeo más a su fiel hinchada.

SEGUIR LEYENDO: