Según información proporcionada por la Defensoría del Pueblo, las aguas del río Suratá están presentando altos niveles de mercurio y podrían afectar la salud de los habitantes de Bucaramanga y 12 municipios del departamento de Santander, ya que este cuerpo de agua abastece el servicio de acueducto en esas zonas. Por ello, pide que se tomen medidas correctivas.
Según el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, el Acueducto de Bucaramanga publicó el pasado 28 de julio los resultados del más reciente análisis a muestras del agua de esta fuente hídrica. Según estos datos, lejos de disminuir la presencia de mercurio en el agua, en el último semestre —de enero a julio— se presentó un aumento del 63 %: de 100 microgramos a 163.
“No se han tomado las suficientes medidas para disminuir los altos niveles de mercurio en río Suratá, por el contrario, existe un aumento de mercurio”, aseguró el defensor.
Cabe anotar en este punto que, de acuerdo con los estándares de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), el nivel máximo tolerable de mercurio en el agua potable es de 2 microgramos por litro. Es decir, los consumidores de esta agua estarían recibiendo 80 veces la cantidad insalubre de este metal.
A Camargo le preocupa mucho la situación, en especial la de las comunidades ribereñas que tienen contacto con el agua antes de que pueda ser tratada por el Acueducto de Bucaramanga. No obstante, la diferencia no es demasiada una vez el agua pasa por las plantas de tratamiento: según lo dicho por Hernán Clavijo, gerente de esa empresa pública, sus mecanismos de tratamiento solo han permitido una reducción de hasta 20 microgramos por litro.
Otra molestia del defensor viene de la supuesta indiferencia que estaría mostrando la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB). El pasado 17 de mayo, Camargo hizo requerimientos específicos a esta autoridad ambiental para que se tomen medidas y se restablezcan los derechos al ambiente sano de los lugareños. No obstante, la CDMB todavía no le ha dado respuesta.
Estas grandes cantidades de mercurio, así como de otras sustancias como cadmio, arsénico, plomo y cianuro, no son propias del suelo, sino que serían producto de contaminación por actividades adelantadas por el hombre —generalmente, de forma ilegal—. De hecho, según dijo la Procuraduría General de la Nación el pasado 30 de julio, el uso del mercurio estaría vinculado a minería ilegal que se estaría realizando en el área de influencia del páramo de Santurbán, ubicado al noroccidente del país.
“Continuamos instando a las instituciones públicas a la construcción de esta estrategia para eliminar el uso del mercurio en las actividades mineras; luchar por la descontaminación de las fuentes hídricas; evitar las actividades mineras ilegales; y que dichas autoridades públicas ejerzan las facultades que tienen de policía administrativa y de control ambiental para atacar este tipo de actividades”, señaló el procurador delegado para asuntos ambientales, Gustavo Adolfo Gutiérrez.
Para contrarrestar la contaminación con mercurio de este y otros ríos, la Defensoría del Pueblo insta a los ministerios de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Defensa, Minas y Energía, Salud y Protección Social, en coordinación con las corporaciones autónomas regionales y los entes territoriales, a tomar acción para eliminar de manera segura y sostenible el uso de mercurio en los procesos de minería, tal como lo establece el Convenio de Minamata y para que se avance en los procesos de formalización minera.
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