Labores de Inteligencia e Investigación Criminal adelantadas por la Policía Nacional en un trabajo articulado con la Fiscalía General de la Nación, hicieron posible establecer el paradero dos hombres conocidos como Correcaminos y Corozo, en el municipio de Yarumal (Antioquia).
Los hombres serían integrantes del Clan del Golfo subestructura Julio Cesar Vargas. Alias Correcaminos o Pablo sería el determinador del doble homicidio de la patrulla del cuadrante de Yarumal. Hecho donde pierde la vida el Subintendente Sergio Yepes y la Patrullera Luisa Fernanda Zuleta.
El sindicado presenta 5 anotaciones judiciales por los delitos de concierto para delinquir, homicidio, lesiones agravadas por terrorismo y violencia intrafamiliar.
Por otro lado, alias Corozo o Arturito, fue el encargado de la ejecución de homicidios selectivos en el municipio de Yarumal y de transportar las armas con las que se cometió el homicidio, además de informar las actividades de la Policía Nacional al Clan del Golfo, este sujeto presenta 2 anotaciones judiciales por los delitos de homicidio y acceso carnal.
El material de prueba obtenido, da cuenta de que estos hombres serían los auspiciadores del denominado plan pistola contra la fuerza pública en Antioquia.
Los capturados fueron dejados a disposición de la Fiscalía General de la Nación, quienes deberán responder por los delitos de Homicidio Agravado y Fabricación, Tráfico, Porte o Tenencia de Armas de fuego, accesorios, parte o munición.
La Policía del Departamento de Antioquia invitan a la ciudadanía a denunciar hechos o actividades que pongan en riesgo a la comunidad a través de la línea 312 401 0248.
El homicidio de los policías en Antioquia
En la tarde del pasado sábado 23 de julio, una patrulla de la Policía Nacional fue atacada por hombres armados mientras adelantaba labores de vigilancia en el municipio de Yarumal, norte del departamento de Antioquia, dejando un saldo de un subintendente muerto y una patrullera herida, que horas más tarde murió en el centro asistencial donde fue remitida.
El ataque armado, que cobró la vida del subintendente Sergio Yepes Páez y de la patrullera Luisa Fernanda Zuleta, se presentó en inmediaciones del barrio Santa Matilde, ubicado en el casco urbano de esta localidad, en la que hace presencia el Clan del Golfo, considerada la banda criminal más grande del país, la cual estaría adelantando un plan pistola como represalia a la extradición de su máximo cabecilla, Dairo Antonio Úsuga, conocido como Otoniel.
Por la captura de estos dos sujetos ofrecían una recompensa de hasta 50 millones de pesos:
“Ofrecemos una recompensa de hasta $50 millones para quien nos suministre información que permita lograr la captura de estos delincuentes que han afectado la vida y la integridad de nuestra patrullera. Pero también hay una recompensa de hasta $10 millones para los puntos, que son miembros de esta organización dedicados a monitorear y enviar esta información sobre los movimientos de la fuerza pública para hacer estos atentados”, indicó en su momento el general Franco.
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