Los habitantes del sur de Bolívar, completan este 11 de agosto cinco días confinados por orden de grupos paramilitares y guerrillas que operan en la zona. En el municipio de San Pablo se reporta que las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidos como Clan del Golfo, decretaron paro armado; y en Santa Rosa del Sur, Arenal del Sur, Montecristo y Morales, esa misma estructura está enfrentándose con el Ejército de Liberación nacional (ELN) por el control del territorio.
En cuanto a la situación de San Pablo, los habitantes han reportado que los ataques empezaron el domingo (7 de agosto) a las 11:03 a.m. a pocos kilómetros del corregimiento de Santo Domingo, adscrito al mencionado municipio. Allí el Clan del Golfo atacó a un grupo de militares en el marco del Plan Pistola.
En los días siguientes los paramilitares atacaron a civiles. Hasta el momento se reporta que han incinerado viviendas, bodegas y cuatro tractores. Uno de los vehículos era propiedad de los Palmeros de Bellavista, empresarios locales, y el resto de tractores eran de otros palmicultores en la hacienda Yarima. Al parecer la acción se ejecutó en represalia porque los campesinos no pagaron las extorsiones que le vienen cobrando los criminales desde hace un tiempo.
La situación que se vive en Santa Rosa del Sur, Arenal del Sur, Montecristo y Morales también es compleja y según las autoridades se viene presentando desde el 4 de agosto. Allí el ELN y el Clan del Golfo están sosteniendo un fuego cruzado por el control de las rutas de narcotráfico.
Por esta situación, más de 600 familias han salido desplazadas del sur de Bolívar. Se prevé que más víctimas podría salir de sus hogares en los próximos días, por lo que activistas hacen un llamado a las autoridades para implementar medidas que mitiguen la situación.
“En los últimos días, se han registrado enfrentamientos en jurisdicciones de los municipios de Arenal, Montecristo y Santa Rosa del Sur, y sin duda hay una amenaza de desplazamientos. Lo que hemos advertido es que muchas familias no han podido desplazarse porque están confinadas y tienen temor a salir por retaliaciones. Hacemos un llamado a la gobernación de Bolívar, para que se tomen medidas inmediatas y desde la defensoría estamos adelantando un monitoreo para que se active un comité de justicia transicional en caso de que se requiera”, explicó Didier Rodríguez, defensor del pueblo del Magdalena Medio.
Las autoridades en la región caribe están alerta, pues grupos guerrilleros y paramilitares están amedrentando a las comunidades. Esta semana también se reportó que el Clan del Golfo ordenó un toque de queda en Palmor de la Sierra, corregimiento ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta y adscrito a Ciénaga (Magdalena). Desde entonces los habitantes de esta zona rural están confinados por cuenta del grupo narcoparamilitar.
Ciudadanos y grupos de derechos humanos alertan que la situación se está agravando cada hora. Los criminales están impidiendo que la población desarrolle sus actividades cotidianas; los adultos no pueden salir a trabajar, los niños no pueden ir a las escuelas y los comercios están cerrados.
Los ciudadanos están preocupados porque, además de las complejas circunstancias que ya viven, prevén un enfrentamiento entre grupos ilegales. Denuncian que las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN), también conocidas como los Pachenca, están llegando al casco urbano de Palmor para responderle al Clan del Golfo y no dejar que se queden en con el territorio. Esta situación podría derivar en un fuego cruzado entre ambos grupos paramilitares.
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