“Creo que hay un sentimiento, y un intento de pasar de las emociones tristes a un país de un bello existir”, dijo el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, sobre la posibilidad que tiene el país y el nuevo gobierno encabezado por el presidente Gustavo Petro de alcanzar la paz con buena parte de los grupos armados ilegales en Colombia, en el propósito que se ha consagrado como la paz total, o grande.
Al respecto, el funcionario designado por el primer mandatario dijo que el país está entrando en una fase donde la paz está al frente de las agendas públicas y que eso ha coincidido con las intenciones del actual gobierno de sentar bases de diálogo y planes de sometimiento para estructuras guerrilleras y criminales, respectivamente. Durante el conversatorio ‘La contribución de la Comisión de la Verdad y el Sistema Integral para la Paz a la práctica de la Justicia Transicional’, también dijo que ello genera un impacto positivo en todo el territorio.
“Hoy estamos hablando en el país de transición; que coincida con un programa de gobierno es otra cosa, pero el país está hablando de transición”, señaló el alto funcionario en el encuentro en el que también participó Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda y el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.
Para Rueda, dicho momento de transición no es nuevo, pues tuvo su génesis en procesos como la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia, “con todas las críticas que, en ese momento, desde las organizaciones sociales hicimos y donde yo pertenecí al espacio de la sociedad civil”, pero que a pesar de los fallos y los cuestionamientos marcó una hoja de ruta para conocer la verdad sobre lo ocurrido en el conflicto armado.
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En ese sentido, destacó los ejercicios de confrontación entre víctimas y victimarios donde estos últimos reconocían las dinámicas hechas durante la guerra interna y que, actualmente, tienen su mayor impacto en los tribunales de la Jurisdicción Especial para la Paz —JEP—. Todo esto enmarcado en ese gran acuerdo de paz con agentes armados; “y hablamos de la paz grande porque creo que pasa necesariamente por la búsqueda interna del reconocimiento de las propias sombras de uno como ser humano. No somos santos, no somos perfectos. Somos lo que somos”, manifestó el Comisionado.
Esos procesos de reconocimiento, de acuerdo con su concepto, tuvieron mayor impacto tras la firma del Acuerdo Final de Paz con la extinta guerrilla de las Farc, y por ello destacó el sistema de justicia transicional colombiano que, según Rueda, “está aquí para ser parte de una apuesta mundial por mostrar otras formas de justicia más allá de lo punitivo y por mostrar la posibilidad de que el responsable de las afecciones puede restaurar el daño causado a partir de la generación de escenarios de diálogo”.
En su intervención, el funcionario replicó lo expresado por la directora de la Unidad de Búsqueda sobre la tarea de la institucionalidad para dar “respuestas eficaces” a diferentes problemáticas, diciendo que el Gobierno nacional “debe dar respuestas eficaces en esa articulación y presencia en los lugares remotos. Debe haber alguien del Ministerio de Defensa, de Agricultura, de Minas, del Ministerio de la Equidad, todas y todos ahí presentes”.
Finalmente, reiteró que en este nuevo Gobierno serán acatados los hallazgos y las recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad, y preguntó “¿Que cómo se va a hacer en la Oficina —del alto comisionado—? No lo sé, pero hay un compromiso que fue reiterado el domingo pasado” con la posesión presidencial y vicepresidencial de Gustavo Petro y Francia Márquez.
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