Desde el pasado 18 de julio, muchos colombianos se conectan cada noche a la transmisión del concurso de canto infantil ‘La Voz Kids’ al que han llegado niños de todas partes del país a demostrar su talento y a conmover a los entrenadores con sus historias de vida. Las audiciones a ciegas están por terminar y, en esta etapa de la competencia, Andrés Cepeda, Kany García y Nacho son mucho más exigentes con los menores que ocuparán los últimos cupos.
En el más reciente episodio, una de las sorpresas fue Isabella Cortés, una menor de 8 años que llegó al diamante de la voz para demostrar no solo su talento para cantar, sino para tocar acordeón. La concursante interpretó ‘La gota fría’ de Emiliano Zuleta, llenando de sabor el escenario y convenciendo rápidamente a Kany García de darse la vuelta.
La artista puertorriqueña bloqueó a Nacho, quien no se dio cuenta de ello hasta que intentó darle vuelta a sus silla roja y no lo logró. Al ver que no podía luchar por la voz de la menor, se levantó y sacó a bailar a su colega, al tiempo que se sorprendió al ver a la pequeña tocando el instrumento.
Andrés Cepeda decidió también oprimir el botó y darle la oportunidad a la menor de irse para su equipo y también quedó anonadado ante la habilidad de la pequeña para tocar el instrumento tradicional en el Caribe colombiano. En ese momento se supo que la menor de ocho años debía decidir entre la puertorriqueña o el colombiano.
Para tomar la difícil decisión, Isabella indicó que los entrenadores deberían luchar por ella y, como ella es una experta en el acordeón, su entrenador también debería saber tocar este instrumento. “Los reto a tocar una cumbia, es facilita”, les dijo la menor mientras les enseñaba que en acordeón también podía interpretar ritmos como paseo, son, puya y merengue.
García y Cepeda estaban bastante nerviosos y ambos confesaron no tener idea de cómo tocar el acordeón, además que debían hacer la prueba con el que llevaba Isabella, el cual era muy pequeño para ellos. La primera en hacer el reto fue Kany García, quien realmente no logró alcanzar las expectativas de la pequeña, a pesar de venir de un país caribeño.
Por su parte, a Andrés Cepeda lo benefició nacionalidad y cercanía al vallenato colombiano, por lo que al tomar el instrumento logró alcanzar las notas que la niña había realizado, aunque confesó que era algo muy difícil de seguir. Esa pequeña ventaja del artista bogotano hizo que Isabella se inclinara porque él fuera su entrenador a lo largo del programa.
La niña de ocho años quedó en el equipo Cepeda, en donde se le prometió darle los mejores vallenatos para que pudiera lucirse con su acordeón. El padre de Isabella, Luis Cortés estaba muy orgullosos de su hija, puesto que fue él quien le enseñó a tocar el instrumento desde muy pequeña. “La música es una herencia, yo la heredé de mi papá y ahora la están heredando las hijas mías. Ella toca acordeón, piano, guitarra, guacharaca y le estoy heredando felicidad”, aseguró el hombre.
Isabella le contó a los entrenadores que había recibido su primer acordeón los ocho meses de vida y, desde entonces, su padre le inculcó el amor por la música y, especialmente, por el vallenato y los ritmos de la Costa Caribe. Con todo su talento y gusto por la música vallenata, añadió que su gran sueños es “llegar al Festival Vallenato en Valledupar, como cantante y acordeonista”, cosa que los entrenadores le aseguraron que lograría.
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