En las últimas horas se corrió el rumor de que Irene Vélez, la profesional elegida para dirigir el Ministerio de Minas y Energía por el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, no podría ejercer en el cargo que le delegaron por no cumplir con el perfil profesional especificado en el manual de funciones de esa cartera. No obstante, la información fue desmentida por el equipo de talento humano de la entidad.
El nombramiento de Vélez fue criticado desde el pasado sábado 6 de agosto por varios motivos: entre ellos, porque se dio la asignación un día antes de la posesión presidencial y porque la nueva ministra tiene un pregrado en filosofía de la Universidad Nacional de Colombia, una elección que socialmente se aparta de los sectores productores de riqueza.
Esta suspicacia se convirtió en un rumor de supuesta inhabilidad para ejercer el cargo, dada la falta de un título de ingeniería, ciencias económicas o exactas en su hoja de vida, versus un supuesto requisito estipulado en la Resolución 182273 de 2010, que corresponde al Manual específico de funciones y competencias laborales para los empleos de la planta de personal del Ministerio de Minas y Energía.
No obstante, Infobae Colombia consultó dicho documento y en él no se especifica que para ocupar ese cargo se necesite un título de pregrado específico. De hecho, en el apartado de requisitos de estudio y experiencia para el cargo de ministro dice, literalmente, “los fijados en el artículo 207, en concordancia con el artículo 177 de la Constitución Política de Colombia”.
El artículo 207 estipula que “para ser ministro o director de departamento administrativo se requieren las mismas calidades que para ser representante a la Cámara”, las cuales están explicadas en el artículo 177: “para ser elegido representante se requiere ser ciudadano en ejercicio y tener más de veinticinco años de edad en la fecha de la elección”.
La información fue confirmada por Sandra Milena Rodríguez Ramírez, subdirectora de Talento Humano de ese ministerio. Añadió que los ministerios son designaciones de libre nombramiento y remoción —a discreción del presidente, su jefe directo— y que el candidato no debe tener inhabilidades ni incompatibilidades para con el cargo, las cuales tampoco tiene Vélez en su trayectoria de profesora asociada.
El manual mencionado solo señala, en el apartado Conocimientos básicos o esenciales, que la persona asignada como jefe de cartera debe conocer la Constitución, el diseño y orientación de política pública para el sector minero energético y direccionamiento estratégico. En ninguna de estas tres áreas se señala que dicho conocimiento deba certificarse.
La dependencia de talento humano de esa cartera envió un certificado a la Presidencia de la República en el que concluyó que Vélez “cumple con los requisitos para desempeñar el empleo de Ministra de Minas y Energía”. Entonces, podrá asumir su cargo sin problemas a partir del próximo jueves 10 de agosto.
Cabe recordar que el trabajo intelectual de Vélez está relacionado con el lado oscuro de las formas convencionales de explotar los recursos naturales de los territorios. De forma específica, su trabajo académico está relacionado con el conflicto de la tierra, el despojo de comunidades vulnerables y las inequidades sociales.
En 2008, Irene Vélez obtuvo su título de maestría en Estudios Culturales de la misma universidad. Su tesis se dedicó a las mujeres de la comunidad indígena Murui que habitan en Bogotá. Los Murui —mal llamados uitoto— son una etnia originaria de la Amazonia colombiana, cuyos integrantes han sobrevivido catástrofes como la extracción de caucho, el conflicto internacional entre Colombia y Perú, y el despliegue de los grupos armados ilegales sobre las selvas.
Para hacer su doctorado en Geografía Política, la investigadora eligió la Universidad de Copenhague, en Dinamarca. Obtuvo su título en 2014 con una tesis sobre el desplazamiento y el despojo en Colombia; de forma específica, el flagelo que sufren las comunidades afrodescendientes del alto Cauca —región donde nació Francia Márquez, vicepresidenta electa—.
SEGUIR LEYENDO: