En la mañana de este miércoles 10 de agosto se confirmó que el coronel en retiro de la Policía Antonio José Ardila Torres fue aprehendido por sus excompañeros y será extraditado a los Estados Unidos por liderar, presuntamente, una estructura criminal que compra, vende y distribuye estupefacientes.
El operativo en el que cayó el exuniformado estuvo a cargo de la Fiscalía General de la Nación y la Dirección Especializada contra el Narcotráfico y el CTI, que trabajaron en conjunto con las autoridades gringas para no solo arrestar a Torres, sino también a William Fernando Galarza Bogotá, alias ‘Willi’. La captura se dio en inmediaciones de Bogotá.
De acuerdo con las autoridades, Ardila y Galarza habría tendido puentes con organizaciones mexicanas de narcotráfico que les permitía enviar cocaína a países de varias partes del mundo mediante lanchas rápidas que atravesaban los mares e intentaban escapar de los chequeos marítimos.
En Colombia, sus sitios de operación eran en dos departamentos: Bajo Calima y Buenaventura (Valle del Cauca), y el Litoral de San Juan (Chocó), desde los se enviaba droga a Centroamérica e, inclusive, a los Estados Unidos, país que ahora se encargará de refugiar al expolicía. Será una corte de Nueva York la que reciba el caso del coronel retirado.
Según informó el ente acusador, será ese tribunal estadounidense el encargado de juzgarlos por los delitos de tráfico de drogas ilegales y el manejo de dineros ilícitos que conseguían producto de sus delitos. Aunque no se sabe desde cuándo venían realizando esos crímenes, la Fiscalía colombiana determinó que el coronel en retiro era el líder de esa banda y se encargaba de recibir el dinero sucio del narcotráfico.
Es más, se le vincula de ser el encargado de coordinar con los jefes de otros carteles en el exterior para que los procedimientos fueran exitosos. De hecho, sería el que rendía cuentas tanto a nivel nacional como internacional de las actuaciones ilícitas que, se presume, venía desarrollando desde hace años.
En cuanto al otro sujeto, William Galarza, las autoridades lo vinculan de manejar la logística para que el clorhidrato de cocaína fuese camuflada y pasara desapercibida en los controles y retenes. Dentro de sus tareas, según documentó la Fuerza Pública, también estaba coordinar el transporte para movilizar adecuadamente la droga.
Por ahora, los sujetos permanecerán a disposición de las autoridades, mientras que llegue la solicitud formal de extradición a suelo neoyorquino en los Estados Unidos. La solicitud, incluso, fue hecha por la propia Corte Suprema de Justicia en Colombia que determinará si se envían o no a los implicados en este nuevo caso de tráfico y comercialización de drogas.
Otros policías “criminales”
El pasado 23 de julio, durante el plan pistola ejecutado por integrantes del Clan del Golfo, en el municipio de Yarumal, en el norte del departamento de Antioquia, falleció el subintendente Sergio Yepes Páez y dos días después, luego de luchar por su vida, murió la patrullera Luisa Fernanda Zuleta. Así lo confirmó el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas. Esta acción criminal generó una ola de rechazos por parte de la ciudadanía y del Estado, que le exigió a la organización delincuencial frenar los ataques que, a la fecha, han cobrado la vida de 38 uniformados.
Frente a este crimen, la Justicia Penal Militar ordenó la captura del comandante de la estación de Policía de Yarumal, el mayor Darlington Macías Trejos, por el delito de desobediencia. El comandante habría incumplido la orden de sacar las patrullas del cuadrante y esta situación favoreció a los integrantes del Clan del Golfo para que pudieran cometer el atentado.
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