Cómo serán los primeros 100 días de Petro

De antaño se conoce que durante los primeros cien días en el cargo más importante del país se sabe cómo va a ser el resto del mandato. Por eso, presentamos el rumbo del mandatario después de una alcaldía desfavorable

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El gran reto de Petro
El gran reto de Petro es permanecer la integración de los partidos a los compromisos establecidos. Imagen de Infobae

Es la primera vez que un colombiano de izquierda se posesiona como presidente de la República de Colombia. Por ser un hecho histórico en pleno siglo XXI, tiene el reto de demostrar el talante como administrador y su capacidad para ejecutar las promesas hechas durante la campaña para llegar al poder.

Antes de lanzar afirmaciones que podrán cambiar en la marcha, es importante aclarar que el primer paso para poder cumplir las promesas tiene relación con la aprobación de la reforma tributaria expuesta por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, el pasado 8 de agosto, un día después de la ceremonia de posesión de Petro. Lo anterior, debido a que el dinero que se logre recoger irá directamente a los planes de Gobierno del líder de izquierda progresista.

Hasta el momento se sabe que pasará por cuatro debates en el Legislativo para su aprobación, si es que antes Petro no envía el mensaje de urgencia al Congreso. El objetivo de la reforma, recopilar alrededor de $25,9 billones durante el primer año.

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Sin embargo, cabe recordar que Gustavo Petro tiene un pasado turbulento durante su gestión en la Alcaldía en Bogotá (2012-2015) pues tuvo un Concejo que se la puso difícil y terminó su administración con una aprobación del 32 %.

Para ese entonces, Alejandro Ordoñez, un conservador reacio a Petro que ejerció la dirección de la Procuraduría lo destituyó como alcalde el 9 de diciembre de 2013 y además, lo deshabilitó por 15 años de la vida política por el caso de las supuestas irregularidades en la reforma del sistema de recolección de basura. Pero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos intercedió en el proceso para después de un mes, regresar al palacio del Liévano como alcalde de la capital.

Gustavo Petro tuvo un presupuesto de $39 billones destinados a inversión directa. El avance de la inversión llegó sólo al 67 %, es decir, $26 billones de pesos. La Veeduría Distrital le hizo seguimiento a 56 metas de la alcaldía en diferentes sectores. Frente a la ejecución de $26 billones se encontró que $22 billones se ejecutaron en los sectores que albergaban esas 56 metas fundamentales. En fin, se cumplió a medias y se debe en esencia a sus promesas ambiciosas en contra de un periodo corto y una oposición inclemente.

Según la entidad, de las 56 metas, 26 tuvieron alto riesgo de incumplimiento y 9 de ellas estuvieron en riesgo. Sin embargo, la Veeduría reconoció que en temas sociales cumplió satisfactoriamente.

Con esta radiografía se puede decir mucho, pero también, que el nuevo mandatario haya aprendido a través de la experiencia que no sólo las buenas intenciones y la promesas son importantes para liderar un país, sino cumplirlas a cabalidad.

Petro en su alcaldía tuvo un Concejo en contra de sus proyectos, afectando el bajo porcentaje de ejecución, que fue su talón de Aquiles. Con todo esto, debe tener claro que no le puede pasar lo mismo en la Presidencia.

Hasta el momento tiene a los legislativos a su favor, pues ganó las presidencias del Senado y Cámara, sin embargo, tiene una que le puede jugar en contra, la selección de la próxima cabeza de la Contraloría.

Ahora tiene el poder, pero eso no quiere decir que vaya a ser fácil. Según expertos, para que el mandatario siga teniendo éxito, debe continuar con su discurso de la inclusión y cumplir a cabalidad los compromisos con los partidos que ad portas de entrar Casa de Nariño, le dieron su apoyo, como el Liberal y el Conservador.

Para el politólogo Diego Mazorra, docente la Universidad Externado, hay tres escenarios en los que Gustavo Petro debe mantenerse y el primero, tiene que ver con el Legislativo. Con un apoyo del 57 % del Congreso “su misión es negociar los apoyos de los partidos para cumplir sus proyectos y el primero tiene que ver con la reforma tributaria”.

El segundo escenario tiene que ver con la agenda ciudadana. “Muchos de los ciudadanos lo eligieron con la esperanza de tener cambios, y Petro puede enfrentar un desencanto de aquellos ciudadanos que esperan reformas inmediatas, además, afectados en su economía por problemas como la inflación (que aunque es un tema internacional, puede ser percibido como algo de responsabilidad de Petro, así no sea cierto) por eso él va a tener que trabajar mucho en apoyarse de su equipo de trabajo para responder a esa necesidad ciudadana”, indicó el académico.

Y tercer punto, el mediático. Las políticas debe comunicarlas frente a las críticas que pueda recibir desde otros sectores y estos sectores van a tener una amplitud mediática y con eso, el Gobierno deberá revisar para trabajar.

Mazorra asegura que el hecho de poder conciliar esos tres escenarios del Legislativo, la agenda ciudadana y la agenda mediática va ser el reto de los primeros cien días del Gobierno de Petro y con esto, hacer pública la agenda para que los colombianos conozcan lo que está o no haciendo el Gobierno, es decir, un Gobierno con transparencia.

La bandera de la Colombia Humana, como la de Juan Manuel Santos en su segundo mandato, es avanzar en la construcción de la paz y en los diálogos con el Eln, además de implementar un modelo preventivo y predictivo de salud, prevenir los proyectos de fracking, integrar el Acuerdo de Escazú y elaborar el Plan Nacional de Desarrollo. Y esto sólo funcionará en los primeros días de medición si se aprueba la reforma tributaria, que ya tiene varios detractores.

Los expertos auguran una aprobación en la reforma, pero no completa.

La reforma se tiene que aprobar antes de noviembre y con eso se sabrá cuál es el rumbo que van a tener los ministerios en la ejecución de los pilares de Petro.

Fernando Posada, consultor en política pública, comparte el concepto de Mazorra, y afirma que la gestión de Petro estará “marcada por un pulso entre una agenda de propuestas de campañas muy ambiciosas pero también la necesidad de conservar el capital político y las alianzas políticas, y para eso, deberá sacrificar algunas de las puntos de la reforma... eso, va determinar los cien días de Petro”.

“Los partidos políticos que los han apoyado, pues, van a estar con él, pero no por eso lo van a acompañar en todo y eso es una prueba, la lección del controlar es una de esas pruebas y la base de la reforma tributaria es otra. Y más, por aquellos puntos que tiene que ver con las reformas más controvertidas”, finalizó Posada.

¿Se puede repetir el mismo escenario de la alcaldía?

Ambos expertos confirmaron que tener el control del presupuesto nacional es diferente a una alcaldía y, después de ese capítulo, con todas las críticas y la desfavorabilidad al final de su mandato, le permitió aprender lecciones por lo que no creen que las fallas se vayan a presentar en este escenario de poder.

Para Posada, “el gabinete de Petro tiene grandes bancadas en el Congreso. Tener un gabinete de personas que integren partidos políticos tradicionales, una izquierda histórica y académicos intelectuales, precisamente, evitará cometer los errores de la alcaldía”.

Y finalmente, Mazorra niega que se vaya a repetir una situación similar a la de la alcaldía de 2013. “Yo creería que el manejo de una alcaldía y el manejo de la presidencia obedece a otro tipo de escenario, encierra cierto nombramientos bipartidistas y por lo tanto, se esperaría una estabilidad mayor en el Gobierno que no se presentaba en la alcaldía. Sin duda Gustavo Petro se aprovechará de esa sintonía que tiene con el pueblo colombiano para poder conseguir sus ideales”.

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