Ana Mosseri no es artista, es pintora

Con motivo de la inauguración de El disco de Newton, que reúne su trabajo más reciente, Infobae Colombia habló con la también galerista

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La pintora explora en esta nueva entrega de Ejercicios de pintura, la luz, la pintura y el acto pictórico. Foto: Cortesía.
La pintora explora en esta nueva entrega de Ejercicios de pintura, la luz, la pintura y el acto pictórico. Foto: Cortesía.

Ana Mosseri es pintora, no artista. Tal vez porque el arte es algo que está después, algo en lo que la pintura transmuta. Una metamorfósis. Ana es hija de Ana Mercedes Hoyos, una de las grandes de la pintura colombiana del siglo XX y, a diferencia de su madre, que era más contenida, la pintura de Mosseri explota en el gesto y en los colores.

Además de pintora, también ha sido profesora de pintura –lo que la llevó a producir Ejercicios de pintura, un trabajo que no concluye y que con los años crece al someterse a la pintura una y otra vez en el estudio–. También es galerista y está al frente de SN Macarena, un proyecto que nació hace algo más de un lustro y en el que ha abierto un espacio para la pintura en Bogotá.

Hoy 10 de agosto, Ana inaugura una muestra con su más reciente trabajo en La Casita, una galería ubicada en la calle 86 #27-85. Infobae Colombia habló con ella sobre la exposición, el proceso de creación de la misma y el por qué insistir, hoy, en la pintura.

Ana, ¿por qué el paisaje?

Yo llevo pintando paisaje muchos años. Lo primero que hice fue una casita en un paisaje y primero que todo pues la pintura tiene tres temas primordiales: retrato, paisaje y bodegón.

Yo soy pintora más que artista, y como pintora uno de los temas de inspiración es del paisaje y porque a mí el verde del paisaje sabanero me ha interesado mucho por mucho tiempo y el verde de de los paisajes ingleses... me parece que es el mismo verde, entonces ahí por los artistas que me llaman la atención como David Hockney, como los impresionistas que también han pintado paisajes.

Llevo años interesada en el paisaje y porque llevo años pintando paisajes de Guasca, donde tengo una finca, entonces empecé pintando a mis hijas en ese paisajes, después lo empecé pintando solo unos árboles de la finca, unos caminos de la finca, unos pasos de la finca y esto sigue siendo la misma finca, pero ahora son los perros en la finca.

En su obra, en los Ejercicios de pintura el verde siempre está presente ¿por qué el verde y el verde sabanero?, que es muy variopinto y va desde los grises más azulados a los verdes más amarillos...

Esos tonos de verde me gustan mucho y el rojo, como que al ser el complementario del verde, son mis colores preferidos.

Y de dónde viene ese interés por el verde...

Más que por el verde, es por el paisaje, en realidad. O sea, a raíz de mirar el paisaje me gustó el verde. No es que por el verde me haya gustado el paisaje. Bueno y de ver como exposiciones y obras de arte y todas las que se relacionan con el paisaje, pues son verdes.

En esta serie de pinturas Ana Mosseri explora la luz, la pintura y el acto pictórico. Foto: Cortesía.
En esta serie de pinturas Ana Mosseri explora la luz, la pintura y el acto pictórico. Foto: Cortesía.

La pintura no es simplemente la superficie, sino el cómo se aplica el material sobre esta, ¿cómo fue la exploración con la pintura para construir este cuerpo de trabajo?

Digamos que ese interés por la superficie, por cómo se comportan los colores, la vibración... viene de unos años en los que yo di clases de pintura y me tocó investigar para poder dar la clase. Entonces, todo lo que yo iba aprendiendo en la investigación, pues lo tenía que enseñar y me tocó también aprenderlo y aplicarlo.

Entonces, toda la serie de trabajo que yo vengo haciendo desde mucho tiempo se llama Ejercicios de pintura y en esa exploración llegué a trabajar un color de fondo y sobre ese color de fondo aplicar otros colores que crean vibración. Y no solo eso sino que también depende de la superficie en que se aplique y yo creo que, como alguien decía, la mitad de la pintura es la superficie en la que se pinta. Hay que escoger el lienzo, el gesso con el que lo con el que lo imprima, después cuántas capas necesita y qué gesso si absorbente o brillante... todo eso se aprende usando los materiales entonces pues un poco es esa exploración, si uso gesso negro o si es transparente, si el gesso es absorbente o no es absorbente, cómo lo lijo... y sobre eso cómo se comporta la pintura. También depende de cómo se seca si se seca brillante si se seca mate... muchas cosas influyen

En estos Ejercicios de pintura, que ya es una serie grandísima, ¿cómo se van cómo van apareciendo los motivos? Pues como usted decía todos al final tienen que ver con con el paisaje...

El paisaje es una excusa para precisamente pintar. Muchas veces podrían ser cuadros abstractos, pero aparece el paisaje porque es una excusa para pintar... por eso repito la misma imagen varias veces para ver cómo se comporta pintada con diferentes pinturas, diluciones, a veces es en aguas, otras veces es matérico. Entonces le añado más en acrílico, en óleo... por eso pintó muchas veces el mismo la misma imagen la repito cuatro veces en diferentes momentos, o de día o de noche...

También es el comportamiento de la luz, pero todo tiene que ver con el color, para mí es en pintura más que todo es el color y cómo se pinta con ese color para dar luz, sombra, volumen... todo lo da el color

¿Por qué no dar el paso a la abstracción?

¿Terminar abstracto? Porque a mí me parece que arte abstracto es muy difícil y que uno se puede volver decorativo y a mí me gusta también que la pintura sea narrativa, que la pintura evoca lugares y aunque sean abstractos muchas veces tienen que evocar lugares, situaciones, pero no puede ser simplemente echar color por echar el color, o sea, eso sí, no podría ser. Ni formas ni colores gratuitos, porque me parece que ahí perdería todo el sentido de evocación de situaciones, lugares, recuerdos, memorias... No podría distanciarme de la realidad.

Siempre está esa necesidad de un referente...

De un referente real, ya sea la tarde de perros en la finca o el camino de entrada, la luz de cierta hora del día, una casa que uno no se le evoca arquitectónica o literariamente algún personaje... no sé, pero no, no me aleja de la realidad.

En la serie que está expuesta, hay otra más pequeña en la que los perros no están pintados sobre tela sino que son dibujos digitales impresos ¿cómo fue esa abordar ese otro medio?

Mi trabajo es un proceso, yo parto de fotos, por eso evocan momentos o memorias. De la foto hago un dibujo, pero el dibujo es en línea. Entonces, cómo sintetizo la línea en color... entonces tengo que hacer un dibujo en acuarela o en gouache, para convertir la línea en color, eso es todo un proceso.

De la primera versión, que fueron los verdes, tenía que pasar a los colores complementarios. Entonces, esos ejercicios los hice en iPad, unas pruebas de color sobre sobre el dibujo original y esas son las pruebas que tú ves ahí expuestas.

Ya después de ahí pasó a la pintura, pero en la pintura sí hay un proceso más complejo, pues se pinta con toda esa teoría del color aplicada a la vibración de un color sobre otro. También está todo ese proceso de preparar la tela. Bueno, eso eso es más complejo...

¿La parte artesanal de la pintura?

Sí, la parte del oficio de la pintura.

David Hockney hace unos años exploró también en el dibujo en iPad y lo exploras al punto que ya dijo que ya lo había dado agotado. ¿Cómo es abordar la pintura en el iPad?

Yo siempre había visto los dibujos de Hockeny y decía, ay yo quisiera hacer eso. Pero yo no sabía cómo hacerlo porque pues uno ya está uno está viejo y eso es una herramienta nueva, y decía, este señor tan mayor y va más adelante que uno, que todos. Entonces yo dije no, pero esto es divino, y como mis hijas tenían un iPad y un día, pues tenía que hacer toda exploración de color y pues sí, me pongo a hacerla en gouache, eso es muy artesanal, muy complicado y dispendioso.

Entonces dije, ¡ay no! Yo no me quiero untar. Más o menos fue así. Le dije a mi hija, présteme el iPad y dígame cómo lo uso.

Todavía no lo sé usar del todo. Ayer estaba haciendo otros dibujos en iPad y yo como ¡ay no me acuerdo cómo se guarda la imagen!

Pero pues empecé a usar el iPad y me pareció genial. Ahora, para mi nueva serie no voy a hacer dibujos ni en gouache ni en acuarela, sino en iPad, voy a colorear en el iPad directamente, que me pareció genial. Pero pues claro, eso le quita toda la parte de oficio, o sea se piensa igual, se concibe igual, pero ya uno no tiene el pincel y el contacto con el papel, con la tinta o con el color, pero hay que solucionarlo igual, en sombras, luces, profundidad, cercanía, volumen... o a veces dejar la línea si uno quiere. Fue un ejercicio chévere.

Entonces, ¿va a seguir explorando el dibujo digital para producir obra exclusivamente hecha en iPad o como parte del proceso?

No. Nunca va a ser exclusiva. Yo creo que siempre va a ser una herramienta, porque para mí la meta final siempre es una pintura. Son herramientas para sintetizar y hacen parte del proceso, pero el resultado siempre tiene que ser pictórico, y pues ahorita me está sirviendo mucho el iPad porque me está sintetizando mucho más. Lo que me parece interesante porque se me vuelve más gráfico, pero igual al final siempre será una pintura.

Al ahondar en este nuevo medio, el dibujo digital, ¿en qué ha cambiado su aproximación al acto pictórico y a la pintura en sí misma?

En esta serie yo veo que son dos procesos separados, porque igual me tocó enfrentarme al proceso pictórico con mucho rigor, porque no es simplemente solucionar una imagen plana, que es lo que yo creo a lo que estoy llegando ahorita. Esto no es plano, es todo lo contrario. Está lleno de trabajo, de capas... digamos que se volvieron dos cosas separadas, una muy plana y una como de mucho oficio.

En seguida me enfrenté a la pintura como los expresionistas abstractos, para quienes parte de la pintura es el estar ahí involucrado con el lienzo. Eso eso no lo va a reemplazar un iPad jamás. El ejercicio de pintar. No el oficio, sino el ejercicio de pintar y esto sí fue de sometimiento total a lo que es untarse y todo lo que uno quiere evitar con el iPad.

En la pintura sí fue un sometimiento absoluto a la pintura y al proceso. Creo que esto es más de estar pintando y viendo qué pasa, uno no puede controlar el resultado hasta no hacerlo y y solo se sabe qué va a pasar después de haberlo pintado. Sí, eso eso fue muy bonito y muy rico, porque es someterse al color, a ver el color, a sentir el color, cómo se comporta el pigmento sobre la superficie, qué color se logra si uno pone uno encima de otro, eso solo se sabe pintando, diluyendo, mezclando, porque ningún color es puro todos son mezclados. El acto de pintar es un placer.

Hablando del proceso de producción de la obra expuesta, una vez hechas las pinturas verdes, las primeras, el paso siguiente fue pasar a explorar los otros tonos...

Yo hice las pinturas verdes primero y Camilo Chico me ha invitado a exponer... Aquí entra el trabajo de la mano de un curador, que a mí no me había pasado con uno tan acertado y que lo lleva uno de la mano ese proceso. Él había visto que yo había hecho los Liquidambar (2016), en diferentes colores y me dijo me encanta esto. Entonces me dijo que por qué primero no hacía unas pruebas de color –que son los cuadros abstractos–, y después si lo hacía en variaciones de colores y vamos a ver cómo queda, me dijo.

Él, confiando en mí, yo ni siquiera sabía qué iba a salir. El afán de hacerlo era ver cómo quedaba, pues había fechas y todo, pero más que todo era como mirar si yo era capaz o no de someterme ese proceso.

Lo primero que le mostré a Camilo fueron las impresiones, y él me dijo miremos cómo quedan esos colores, entonces tocó trabajar las impresiones para para ver un poquito, si sí no sometíamos a ese proceso o no. Y si valía la pena, entonces yo le traje las pruebas y a él le gustaron mucho, entonces procedí a pintar eso

De esas variaciones cromáticas que resultaron en el iPad, resultaron, en las pinturas grandes, unas naranjas, unas rojas y unas azules mientras que en las impresiones hay más colores, ¿por qué decantarse simplemente por esos tres tonos?

Hay que acotar en algún punto. Claro, yo podría irme más allá y hacer las siguientes variaciones, porque no hay nada más rico que trabajar con el color y llevarlo hasta esos extremos, pero pues tampoco podía extenderme más.

Ana, finalmente, ¿por qué insistir en la pintura?

Ahorita al que pinta lo aplauden, pero a mí me han dado patadas. Llevo años pintando porque me encanta la pintura. Yo, de ver pintura, pues quiero hacer pintura. Y creo que la pintura sí está vigente otra vez como desde el año 2000, incluso desde los 90. O nunca se acabó, porque hay gente que nunca la dejó. Ricther no paró pintar, Hockney no paró de pintar y siempre ha habido pintores. Y pues todos esos han sido mis referentes y creo absolutamente en la pintura y es en el único lenguaje en el que yo me puedo expresar tal vez. Yo no soy artista si no soy pintora.

Foto: Cortesía.
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