En la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos indígenas, el presidente de Colombia Gustavo Petro Urrego, dio una particular intervención en la que habló sobre el poder del cual indicó que genera adicción y que no se encuentra estrictamente en la Casa de Nariño.
El echo ocurrió cuando uno de los representantes de la comunidad de los Arahuacos, indicó que el jefe de Estado en su discurso de posesión el pasado 7 de agosto no mencionó a los pueblos indígenas excluyéndolos de lo que fue el inicio de un nuevo gobierno. Respecto al comentario el presidente de la República indicó que no son solamente menciones sino que en su gabinete se encuentran la Embajada ante las Naciones Unidas, la Dirección de Restitución de Tierras y la Dirección de Derechos Humanos de la Presidencia dirigidas por miembros de las comunidades indígenas.
Sobre el poder y autoridad reflexionó el jefe de Estado: “Lo que hemos logrado aquí es poder y el poder es una droga, puede destruir a un ser humano, el poder puede llevar a los peores crímenes, el poder es una droga con adicción, la gente con poder quieren seguir teniéndolo, el poder te deforma la realidad no es sino meterse a la Casa de Nariño para ver como se experimenta esa droga”.
Otro de los comentarios particulares del presidente fue una analogía que realizó del cambio de poder y una posible mención sutil a su antecesor Iván Duque Márquez. “Ves las sillas doradas y crees que eres un rey, incluso es una trampa porque cuando entra el presidente y cree que es el rey es porque lo están engañando porque el poder real está fuera del palacio, los que te dan el poder real empiezan a transformar y ‘engolosinan’ al presidente con las sillas doradas, la droga, entonces salen llorando cunado tienen que abandonar el Palacio de Nariño que es horrible. Entonces nosotros no podemos caer en esa droga, ahí si nos fregamos. Nos toca asumir un poder real”.
De todos los ministros designados por el presidente Gustavo Petro tal vez el nombramiento la jefa de la cartera de Trabajo fue más polémico y cuestionado por la oposición. La caldense Gloria Inés Ramírez que figuró en el partido comunista y que ahora dirigirá las políticas encargadas del crecimiento y desarrollo del sector productivo del país genera bastante zozobra en la derecha colombiana.
Varios empresarios ven con duda que una dirigente que perteneció al partido comunista pueda garantizar el desarrollo laboral. Respecto a la críticas y señalamientos la ministra Ramírez ha dicho que su objetivo es trabajar de la mano de empresarios y trabajadores.
La jefa de la cartera de Trabajo puntualizó en el modelo de contratación de prestación por servicios que exime de muchos empleadores de cumplir con derechos a sus trabajadores. “Esa es una realidad contractual que tiene este país: son (condiciones) muy precarias y son tercerizadas. Nosotros sabemos que, en Colombia, se supone, no debe ser así”.
Respecto a la transición la caldense que fue presidenta de FECODE e integrante de la CUT, enfatizó que el cambio debe ser gradual para no colapsar la productividad de la nación: “Vamos a avanzar concertadamente hacia una transición, porque no vamos a paralizar el país de ninguna manera. Al contrario, aquí debemos avanzar conjuntamente, no unos sobre otros, sino todos. Ojalá de forma simultánea”, dijo la MinTrabajo Ramírez.
Otro de los puntos en los que ha enfatizado la ministra del gabinete de Petro es el deseo de volver a instalar el recargo nocturno desde las seis de la tarde y no desde las diez de la noche como funciona actualmente. De igual manera Gloria Inés Ramírez señaló que uno de sus objetivos es crear el Estatuto del Trabajo para atender las necesidades de Colombia a través de las reformas laborales.
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