Este sábado 6 de agosto, a un día de la posesión presidencial de Gustavo Petro, el político de izquierda hizo cuatro anuncios sobre el que será su gabinete ministerial. No obstante, la asignación que ha resultado más polémica entre los usuarios de las redes sociales es la del Ministerio de Trabajo. El reemplazo del contador y exsenador Ángel Custodio Cabrera será Gloria Inés Ramírez Ríos.
Los anuncios de última hora fueron publicados a través de la cuenta de Twitter del presidente electo de Colombia, incluido el de Ramírez, quien fue su compañera durante su periodo como senador del Polo Democrático.
“En el Ministerio del Trabajo estará Gloria Inés Ramírez, una defensora de los derechos humanos y la reivindicación de los trabajadores. Ha sido una mujer que ha luchado por los derechos de las mujeres y la equidad de género”, dijo Petro sobre la ministra designada.
Este ha sido el nombramiento más polémico hasta el momento. Si bien ni Petro ni el grupo insurgente al que perteneció en su juventud —el M-19— se han asociado de ninguna forma al pensamiento comunista, su nueva ministra de Trabajo es dirigente del Partido Comunista Colombiano y ha opinado abiertamente a favor de este tipo de gobierno.
Por ello, algunas figuras públicas le han resucitado escándalos de vieja data por sus afiliaciones y comentarios ante la opinión pública. Por ejemplo, los ciberusuarios compartieron videos en los que ella relata el funeral del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y en los que exalta el legado de mandatarios de izquierda como él y Evo Morales.
“Ya quisiéramos nosotros que aquí estuvieran las ideas de Chávez, de Evo, de Rafael Correa y de todos los que están construyendo patrias soberanas e independientes”, se le oye decir en uno de los videos.
Algunos opinadores de las derechas han calificado el nombramiento como “el primer nombramiento honesto que muestra abiertamente las intenciones de Petro” —según el excandidato presidencial Enrique Gómez—, y han declarado que el país quedó “bajo la amenaza comunista” —según la excongresista Margarita Restrepo—.
“Tan incoherente la militante roja: Chávez mató de hambre a su propio pueblo. Estamos rodeados de izquierdópatas y alucinados”, dijo la senadora María Fernanda Cabal.
“Esta es la nueva ministra de Trabajo, comunista redomada. Que los empresarios se despabilen y se vayan preparando. La izquierda extrema viene en serio”, dijo el político y opinador Rafael Nieto.
¿Quién es esta mujer a la que la derecha atribuye este grado de peligrosidad? Antes que nada, esta mujer nacida en Filadelfia (Caldas) es docente de educación básica. De hecho, tiene una licenciatura en Física y Matemáticas de la Universidad Tecnológica de Pereira, una de las universidades públicas más importantes del departamento de Risaralda, en el Eje Cafetero.
Desde sus años universitarios militó entre los comunistas, luego de —según ella— conmoverse por la precariedad que el Estado ofrecía a la niñez más vulnerable. Tras vincularse al magisterio, Gloria Inés Ramírez se integró a la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), el sindicato de los docentes de las instituciones públicas de educación básica. En el año 2000 se convirtió en la primera presidenta mujer de esa colectividad.
En 2002, la docente se vinculó a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), hizo parte de su comité ejecutivo y estuvo muy cerca de presidirla, ya que obtuvo la votación más alta en las elecciones sindicales. No obstante, Carlos Rodríguez usurpó su lugar argumentando que “había un acuerdo” entre las directivas, según lo que él declaró para el diario El Tiempo.
En mayo de 2005, Ramírez fue postulada por el Partido Comunista —en ese entonces, integrantes del Polo Democrático— para lanzarse al Senado de la República. Se ganó la dignidad de senadora para el periodo 2006-2010, con 32.589 votos, y repitió en 2010-2014.
La iniciativa más famosa de Gloria Inés Ramírez, en su etapa de senadora, fue la Ley Rosa Elvira Cely, en la cual se tipificó el delito de feminicidio. También ayudó a crear la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer en el Congreso, impulsó el reconocimiento del trabajo del hogar no remunerado y lideró iniciativas como la de garantizar seguridad social en riesgos profesionales al sector de los trabajadores independientes.
Cabe recordar que la exsenadora también estuvo entre ojos por su supuesta relación con la hoy desmovilizada guerrilla de las FARC, en un acto de presión judicial en el que también estuvieron envueltos Wilson Borja, Jorge Enrique Robledo y Piedad Córdoba. Ramírez fue absuelta porque no se le pudo comprobar dicho nexo.
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