El país que recibe Petro: economía, salud y orden público, así queda Colombia tras el gobierno de Iván Duque

Este 7 de agosto un exguerrillero de izquierda llega a la Casa de Nariño. Grupos armados fortalecidos, una economía en crisis y una gran cantidad de reivindicaciones sociales por atender son algunos de los retos que afrontará el nuevo Gobierno

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Las dinámicas políticas de Colombia decidieron que Iván Duque le entregue al poder a Gustavo Petro. E
Las dinámicas políticas de Colombia decidieron que Iván Duque le entregue al poder a Gustavo Petro. E

Hay frases comunes que se ajustan perfectamente a la realidad. Una de las que sirve en este momento dice que cuándo un gobierno sale, otro entra. Después de cuatro años de mandato de Iván Duque, Gustavo Petro recibe un país polarizado, con altos picos de violencia, con reformas que no llegaron y con políticas que deben seguir siendo impulsadas y fortalecidas.

Este domingo un revolucionario llega a la Casa de Nariño. Gustavo Petro Urrego vive hoy, 7 de agosto, su primer día como Presidente de Colombia. Un camino que comenzó luego de que el M - 19 dejara las armas en 1990, Petro fue dos veces Senador, Alcalde de Bogotá y Representante a la Cámara. Hoy Gustavo Petro Urrego jura ante la espada de Simón Bolívar, como el cuadragésimo segundo presidente de Colombia y este es el país que recibe.

El 19 de junio, más de 11 millones de votantes decidieron que por primera vez un político progresista llegue al cargo más importante del país. Una vez consolidado su triunfo, Petro y su equipo se reunieron durante cinco semanas con funcionarios del saliente gobierno de Iván Duque, para realizar el proceso de empalme. El desarrollo de estos encuentros se llevó a cabo con 2.853 personas. Esta participación estuvo representada en 23 sectores, 11 mesas transversales y más de 190 entidades estuvieron presentes.

En este sentido, puntos claves como el agro, defensa, justicia, comercio, hacienda, interior, transporte, entre otros, determinaron los avances presentados en cada cartera y pusieron a disposición del nuevo gobierno las herramientas necesarias para su cumplimiento y a su vez, se puedan ejecutar las propuestas del presidente electo, Gustavo Petro, en cada uno de los ministerios.

El lunes 1 de agosto, desde el Hotel Tequendama de Bogotá, el equipo de empalme del presidente Gustavo Petro aseguró que se gobernará “sin espejo retrovisor”, anunciando las alertas que encontraron durante el proceso de transición, así como las políticas que serán eliminadas y las que se mantendrán.

Al respecto, ese día, Daniel Rojas, coordinador del equipo de empalme del hoy presidente Petro, aclaró que “el proceso de empalme no significa un juicio político al gobierno saliente, no nos interesa”.

Dentro de las ‘alertas críticas’, que dio a conocer el gobierno entrante están: la situación fiscal, la financiación de transferencias monetarias como el Programa Ingreso Solidario, contratos en el sistema educativo y la ejecución de los dineros de la paz.

Precisamente, una de las políticas a las que el nuevo Gobierno colombiano quiere darle continuidad, y conservar de su antecesor, es el Programa Ingreso Solidario.

Así lo confirmó la nueva ministra de Salud, Carolina Corcho, durante el proceso de empalme, “La preocupación es que en este momento el Programa Ingreso Solidario está desfinanciado desde el punto de vista de hacienda, eso nos preocupa y queremos dejar de manifiesto que es de interés nuestro continuar con esa política”.

Hay que señalar que el Programa Ingreso Solidario es un apoyo económico del Gobierno nacional a hogares en condición de pobreza, pobreza extrema y en condición de vulnerabilidad económica, cuyo fin es mitigar en esa población los impactos derivados de la emergencia causada por el covid - 19.

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Respecto a las afirmaciones que ha realizado cierto sector del Pacto Histórico sobre la desfinanciación de este programa social por parte del Gobierno de Iván Duque, el Representante a la Cámara por Bogotá, Andrés Forero del Centro Democrático, le aseguró a Infobae Colombia que el Programa Ingreso Solidario tenía una fecha de término:

“Este estaba sujeto a la situación de pandemia que vivió el país hasta 2022. Si se llega a mantener, obviamente, el gobierno entrante deberá realizar una serie de ajustes presupuestales y adicionalmente, tiene que pasar por el Congreso para qué se pueda prologar”.

Otras de las políticas del Gobierno de Iván Duque que se mantendrían durante el mandato del Pacto Histórico serían: El Plan Nacional de Vacunación, la Estrategia Nacional de Economía Circular, la política de ‘Matrícula Cero’ mientras que se tramita la reforma educativa y se consolida la política de educación superior pública y gratuita del nuevo gobierno, las zonas digitales rurales, el programa de Fábricas de Productividad del sector Comercio, Industria y Turismo y la implementación de pliegos tipo para el sector transporte.

Bogotá, 01 de Enero de 2019. En la tarde de este miércoles se llevó a cabo la Instalación del Concejo de Bogotá. En la foto: Consejal Andrés Eduardo Forero Molina.  (Colprensa - Álvaro Tavera)
Bogotá, 01 de Enero de 2019. En la tarde de este miércoles se llevó a cabo la Instalación del Concejo de Bogotá. En la foto: Consejal Andrés Eduardo Forero Molina. (Colprensa - Álvaro Tavera)

Los pecados de Iván Duque

Sin embargo, hay situaciones por las que atraviesa el país que, desde el Pacto Histórico aseguran deben empezar cambiar inmediatamente empiece el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez.

Así se lo advirtió el senador Iván Cepeda a Infobae Colombia:

“Lo que ha mostrado la labor del equipo de empalme es un panorama desolador y tétrico. En muchos campos el gobierno entrega, a pesar de que quieran maquillar con cifras logros que son superficiales, una realidad muy distinta. El país está sumido en una crisis que tienes aspectos realmente alarmantes”.

Por su parte, el representante Forero aseguró que al expresidente Iván Duque le tocó enfrentar una situación muy compleja como fue la pandemia:

“La recuperación económica ha sido interesante, el año pasado fue la tercera mayor de América Latina. Para este año se tienen proyecciones que Colombia tendría el mayor crecimiento económico en América del Sur”.

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El senador de izquierda también reconoció que sí existe un crecimiento económico después de la que fue la emergencia sanitaria provocada por el covid-19. Sin embargo, insistió que hay puntos de recesión económica que son muy preocupantes.

“La inflación, el desempleo, el gobierno quiere mostrar como si hubiera recuperado todo el empleo después de la pandemia. En ese plano, hay una situación muy alarmente que debe ser aprendida por el nuevo gobierno”.

Por su parte, el representante del partido del gobierno saliente indicó que a pesar de que la realidad de la recesión es una situación que hereda Gustavo Petro, las afectaciones económicas se presentaron en todo el mundo.

En cifras concretas, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, dirigido por José Manuel Restrepo Abondano, destacó en la entrega de su informe de empalme que antes de comenzar el actual gobierno, la economía colombiana había experimentado una desaceleración con tasas de crecimiento observadas por debajo de 2 % y que gracias a las gestiones del Gobierno nacional, a través de la Ley de Crecimiento, este resultado se empezó a materializar en los primeros años, con resultados de crecimiento de 2,6 % y 3,3 % para 2018 y 2019, respectivamente, y una expectativa de crecimiento de 3,7 % para 2020.

Senator Ivan Cepeda, holding a sign reading "Total peace", and senator Pablo Catatumbo attend the opening of the new session of Colombia's congress ahead of the inauguration of leftist President-elect Gustavo Petro, in Bogota, Colombia July 20, 2022. REUTERS/Nathalia Angarita
Senator Ivan Cepeda, holding a sign reading "Total peace", and senator Pablo Catatumbo attend the opening of the new session of Colombia's congress ahead of the inauguration of leftist President-elect Gustavo Petro, in Bogota, Colombia July 20, 2022. REUTERS/Nathalia Angarita

Un país sumido en la violencia

De acuerdo con el análisis realizado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en Colombia hay seis conflictos armados y otros tipos de violencia que afectan drásticamente la vida de las personas.

Para Luis Eduardo Celis, asesor de la Fundación Paz y Reconciliación (PARES) todos los indicadores de violencia en el país son peores que en 2018.

“Iván Duque deja un país más violento del que encontró. El llegó al poder con la esperanza de la implementación del Acuerdo de Paz, pero eso se fue desvaneciendo en el tiempo con sus políticas de la no implementación, de no proteger a la comunidades. Los hechos son muy evidentes”.

Según lo expuesto por el Ministerio de Defensa de Iván Duque, en el proceso de empalme, esta cartera tuvo a su cargo 18 proyectos dentro del Plan Nacional de Desarrollo, “de los cuales siete tuvieron avances de más de 100%. Se lograron los objetivos en cuanto a disminución de atentados contra oleoductos, casos de secuestro, tasa de violencia interpersonal, cultivos ilícitos erradicados por la fuerza pública, y porcentaje de victimización de hurtos a personas”.

Y añadieron que durante lo corrido de 2022 a corte 31 de mayo se registraron 5.727 homicidios en Colombia; de los cuales el homicidio rural representó 38% con 2.185 hechos, hubo una disminución de 0,9% frente a los 2.204 hechos ocurridos en 2021.

El senador Cepeda coincide con el funcionario de Pares y señaló que:

“el panorama en materia de paz en los territorios es sumamente grave. La situación es muy crítica para los líderes sociales y los defensores de derechos humanos. Estamos ante una situación que el gobierno ha permitido, es un grave retroceso en cuanto a los logros que se habían tenido en 2018″.

Una de las críticas que más sufrió Iván Duque fue que el suyo no fue un gobierno con políticas de paz. Que no le apostó a la implementación del Acuerdo de Paz, a pesar de decir ante la comunidad internacional que: “Hemos hecho más que lo que hizo el anterior gobierno para implementar la paz”.

En las últimas semanas del gobierno de Iván Duque la banda criminal el Clan del Golfo adelantó el plan pistola para atentar contra la vida de oficiales de las fuerza pública en Colombia. Acciones que hicieron recordar a las técnicas utilizadas por Pablo Escobar en la década de los noventa.

Para el representante del Centro Democrático, Gustavo Petro recibe un país con una situación de violencia compleja, Forero fue enfático:

“Creemos que los ataques están relacionados con los ofrecimientos que hacen desde el nuevo gobierno. También son retaliaciones a los golpes que le propinó el gobierno anterior a esta banda criminal”.

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Sobre esto, el senador Cepeda aseguró que uno de los primeros cambios que se verán entre los dos gobiernos es una apuesta a una paz total. A Infobae Colombia le dijo que la persecución armada a los grupos armados, impulsada por Iván Duque, es un plan que ya fracasó.

“La respuesta militar y la respuesta policiaca no sirve, ya quedó demostrado. El gobierno que hoy se posesiona va a tener una política de paz que será transversal en todos sus programas. La paz, a través del diálogo, será el tema central en las actuaciones del gobierno y su bancada. Será una política de paz total, cada cartera del gobierno deberá exponer sus funciones y metas en cuestiones de paz”.

Para llegar a esa paz total que se plantea desde el nuevo gobierno nacional está la instalación de una mesa de negociación con la guerrilla del ELN. Para Luis Eduardo Celis de Pares la última negociación política que debe enfrentar el Estado colombiano es con este grupo insurgente:

“Hay que pensar que es una negociación viable en la medida que es un gobierno interesado en los cambios y el ELN también tiene un discurso de cambio. Estas transformaciones, que son necesarias en la sociedad colombiana, deben hacerse desde un acuerdo amplio y con una participación diversa. Con el Clan del Golfo hay que llevarlo a un sometimiento, sobre las penas, los capitales y un reconocimiento de verdad”.

Quien no está de acuerdo con este planteamiento es el representante Forero:

“No soy muy partidario de ese tipo de procesos, siento que esa impunidad que se le entregan a los grupos ilegales, terminan siendo las parteras de nuevas violencias. Hay que recordar que este gobierno se sentó hablar con el ELN, pero después del ataque recibido a la fuerza pública en 2019 se acabó”.

Escazú, una promesa en el aire

El 21 de noviembre de 2019 inció el estallido social en Colombia: millones de personas salieron a las calles a exigirle al presidente Iván Duque reformas de fondo. Los estudiantes pedían mejores condiciones, los líderes sociales exigían mejores políticas de protección y líderes ambientales, entre muchas cosas, pedían la firma del Acuerdo de Escazú. El país quedó paralizado durante una semana, y por esa razón, Duque instaló las mesas nacionales de diálogos.

La Mesa de Medioambiente abrió un espacio de diálogo participativo para escuchar a líderes de diferentes sectores ambientales y académicos. Al finalizar este proceso, el Gobierno nacional aseguró la implementación de este acuerdo medioambiental.

El Acuerdo de Escazú fue negociado por los países de América Latina y el Caribe, y aborda aspectos fundamentales de la gestión y la protección ambiental desde una perspectiva regional. En particular, regula los derechos de acceso a la información, la participación pública y la justicia de los recursos naturales, la conservación de la diversidad biológica, la lucha contra la degradación de las tierras el cambio climático y la protección de los defensores y defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales.

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Tres años pasaron desde que el presidente Iván Duque anunció la firma el Acuerdo de Escazú, que lleva el nombre de la ciudad de Costa Rica en la que se adoptó el convenio en 2018. Pero terminó su Gobierno y la implementación nunca llegó.

Laura Serna Mosquera, champion de Escazú y líder ambiental colombiana, dice que la promesa se incumplió gracias al partido de gobierno, el Centro Democrático, que se se encargó de hacerle una dura oposición en los diferentes debates:

“Las críticas más fuertes vinieron desde el Centro Democrático, los grandes gremios y las organizaciones con argumentos que ya fueron muchas veces debatidos y que están lejos de la realidad”.

Para la activista, hay puntos del Acuerdo de Escazú que son muy favorables para el sector productivo. Uno de ellos es el de la seguridad jurídica: “esto brinda herramientas de cómo invertir y tener una seguridad para hacerlo”.

La Alianza por el Acuerdo de Escazú en Colombia es una plataforma de Organizaciones No Gubernamentales, Universidades y representantes de redes, que trabajan en el fortalecimiento de la democracia ambiental en Colombia, y construyeron un documento que se llama ‘mitos y verdades del Acuerdo de Escazú’.

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Ahí se explica que el Acuerdo de Escazú aumenta y la garantiza la seguridad jurídica sobre todo porque su contenido está en sintonía con los tratados intrnacionales y permite acoger las directrices de organismos multilaterales como la OCDE y el BID.

Para el representante Forero, el Centro Democrático siempre ha impulsado acciones a favor del cuidado del medio ambiente:

“En el caso de Escazú no hay herramientas adicionales para defender el medio ambiente con un soberanía nacional. Sentimos, que aunque suena muy bien, el tratado puede traer ciertos problemas de carácter interno”.

Sobre el incumplimiento del presidente Iván Duque, su compañero de partido político considera como sano las diferencias entre el gobierno y el partido de gobierno:

“En este caso, hubo diferencias en ciertos puntos y por eso, el Centro Democrático voto negativamente al acuerdo”.

Una vez instalado el nuevo Congreso de la República, el pasado 20 de julio, se aprobó en la plenaria del Senado la ratificación del proyecto medioambiental (que debe continuar su camino legislativo para convertirse en ley). Este cambio drástico en las votaciones es un punto llamativo para el congresista, ahora, de oposición.

“Es curioso ver como partidos políticos y congresistas que antes votaban negativamente al Acuerdo de Escazú, ahora lo hicieran positivamente. Uno ya no sabe si votan por convicción o por los intereses del gobierno de turno”.

Por su parte, Iván Cepeda aseguró que este cambio favorable se debe a que el gobierno de Gustavo Petro cuenta con una bancada grande, que busca e impulsa el cuidado del medio ambiente.

“Esperamos que avance rápidamente en debates democráticos, que se debata a fondo y cumpla con los tiempos que requiere, pero debe ser un proceso ágil y eficaz. Debemos trabajar de manera sincronizada”.

Los roles se cambian

Las dinámicas políticas de Colombia decidieron que Iván Duque le entregue al poder a Gustavo Petro. El vencedor de la contienda electoral de hace cuatro años la abre la puerta de la Casa de Nariño a quien fuera su rival directo. El Centro Democrático dejerá de ser partido de gobierno para convertirse en el mayor opositor del Pacto Histórico, coalición que representa los movimientos de izquierda colombianos.

Cepeda terminó su charla con Infobea Colombia asegurando que ellos si respetaran a la oposición:

“Les brindaremos un espacio para mantener un diálogo respetuoso, con todas las garantías. No los vamos a tratar como ellos lo hicieron con nosotros. Queremos tender puentes para llegar a salidas comunes”.

Para Forero, en cambio, esta situación no es nueva:

“Nacimos como un partido de oposición de Juan Manuel Santos. Queremos hacer una debate racional que nos permita tener un desarrollo como país. Pero debemos distanciarnos de las formas que utilizaron contra el presidente Duque. Seremos muy juciosos y rigurosos a la hora de hacer nuestra oposición”.

Para Gustavo Petro y todo su equipo se acabó el tiempo de las críticas y empezó el momento de gobernar. Millones de colombianas y colombianos ven en el nuevo Gobierno de Colombia una oportunidad real de cambio. En las calles del país se respira una ilusión poco antes vista. Desde hoy, el Pacto Histórico deberá trabajar para cumplir con las expectativas por las que fueron elegidos. El reto no es fácil.

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