La Batalla de Boyacá se dio el 7 de agosto de 1819, siendo el resultado de años de esfuerzo por parte de El Libertador, Simón Bolívar, y su general al mando, Francisco de Paula Santander, para liberar a la Nueva Granada del imperio español. El ejército independentista y el español se enfrentaron en el hoy conocido Puente de Boyacá, en un combate que terminó con los colonizadores rendidos y el inicio de un nuevo Estado libre, la Gran Colombia.
El ejército que luchó por la independencia estaba conformado por criollos, mestizos, mulatos, zambos, negros e indígenas, muchos de ellos de escasos recursos y considerados por la corona como ‘insurgentes’. Sin embargo, pocos saben que, mientras se preparaba esta batalla, tanto los españoles como los libertadores buscaban el apoyo de las poblaciones negras -libres y esclavas- ofreciéndoles la abolición de la esclavitud.
Al respecto, Infobae Colombia habló con expertos sobre el tema para conocer más sobre la participación de las comunidades negras en la lucha independentista, la Batalla de Boyacá y el apoyo que El Libertador recibió por parte de Haití para lograr la independencia.
En busca del apoyo de Haití
Durante varios años, cuando Bolívar atravesaba un mal momento en su lucha por la independencia de la Nueva Granada, acudió a Haití, país en el que ya se había logrado la libertad. Al respecto, el historiador Felipe Arias Escobar señaló que “Bolívar hace su recorrido por las islas del Caribe, primero por Jamaica, buscando el apoyo de comerciantes y mercenarios británicos y luego en Haití, donde recibe el patrocinio de Alexandre Pétion, en ese momento presidente de la isla”.
Es importante recalcar que, en ese entonces, Haití era el primer estado que se había liberado, cosa que se logró a raíz de una rebelión de las comunidades negras de la isla, este hecho se convirtió en un ejemplo para otros territorios colonizados que estaban en búsqueda de la libertad.
Pétion aceptó apoyar a Bolívar en su proyecto de independencia, pero a cambio le pidió a El Libertador que cuando se convirtiera en el presidente de un nuevo estado libre, declarara la abolición de la esclavitud, compromiso que adquirió el venezolano en ese momento.
La periodista y líder afrocolombiana, Edna Liliana Valencia, consultada por Infobae, señaló que “Bolívar regresó con armas, con barcos y recursos y les prometió a los africanos cimarrones y a los esclavizados que si lo ayudan a pelear contra España, él iba a abolir la esclavitud cuando fuera presidente ... finalmente ellos pelean y tenemos personajes destacados en la Batalla de Boyacá como el coronel Juan José Rondón, un hombre afrodescendiente, hijo de esclavos”.
En 1816, tras regresar de la isla, Bolívar escribió al general Marión, representante del presidente de Haití que: “He proclamado la libertad absoluta de los esclavos. ¡La tiranía de los españoles les ha puesto en tal estado de estupidez e imprimido en sus almas tan grande sentimiento de terror, que han perdido hasta el deseo de ser libres! Muchos de ellos han seguido a los españoles o se han embarcado a bordo de los buques ingleses, que los han vendido en las colonias vecinas. Se ha presentado apenas un centenar de ellos”.
Sin embargo, es de destacar que luego de regresar de Haití, Bolívar decretó la ‘libertad absoluta’ de los esclavos, pero esa declaración tenía una condición para todos aquellos que eran servidumbre de los poderosos. En el Artículo Tercero de dicho decreto se leía: “El nuevo ciudadano que rehúse tomar las armas para cumplir con el sagrado deber de defender su libertad, quedará sujeto a la servidumbre, no sólo él, sino también sus hijos menores de catorce años, su mujer y sus padres ancianos”.
El historiador Felipe Arias destacó que esta declaración “está circunscrita a esa singularidad que tiene la guerra y esa violencia que tiene la guerra en Venezuela, donde las comunidades no solo negras, sino indígenas, mestizas y campesinos del interior del país en un principio se van a oponer a la independencia considerando que esta es promovida por las élites criollas de Caracas y otras ciudades principales. Entonces como una manera de atraer a esos sectores populares a su causa, Bolívar va a hacer esta propuesta, no una abolición de la esclavitud plena, sino que esta circunscrita a quienes simpaticen por la causa de la independencia”.
En un decreto de abril de 1818 suscrito en Villa de Cura, nuevamente hace referencia a la abolición de la esclavitud. En esta no establece como condición para ser libre el enlistarse en la lucha independentista, pero sí es algo que pasará con todos aquellos esclavos liberados. “Abolida la esclavitud en Venezuela, todos los hombres que antes eran esclavos se presentarán al servicio para defender su libertad”, rezaba el documento.
La utilidad de los negros en la batalla
Un punto importante a considerar es que, para inicios del sigo XIX, la población de afrodescendientes, ya fueran cimarrones o esclavos, superaba ampliamente a la población blanca y mestiza; esto se daba por la cantidad de africanos que se traían al continente en barcos españoles y, al tiempo, por la reproducción de la población esclava que le garantizaba a los poderosos muchas generaciones de servidumbre. Es por esto que, tener de su lado a esta población era un gran pie de fuerza tanto para el ejército realista como libertador.
“Ellos fueron utilizados como carne de cañón, eso también hay que decirlo, ambas partes pusieron en las primeras filas de sus ejércitos a los africanos para que se mataran de primeras. Estrategias como esa, utilizadas en la batalla, se utilizaron para ‘blanquear’ la población y tener lo que tenemos hoy en día ... en las primeras filas estaban los de piel más oscura, luego los mulatos, los indígenas y finalmente los criollos”, puntualizó la periodista Edna Liliana Valencia.
Aunque a Bolívar se le ha mostrado como el hombre responsable de la libertad, en todo el sentido de la palabra, lo cierto es que para El Libertador era importante que aquellos de su misma clase, que habían sido enviados a los escalones más bajos de la sociedad ordenada por la realeza española, fueran libres, pero no necesariamente pensaba igual sobre los negros.
¿Qué pensaba Bolívar de la esclavitud y, en su caso, de abolirla? Una opinión fuerte se puede ver en una carta que él envió a su general Santander el 18 de abril en 1820, un año después de la Batalla del Puente de Boyacá.
“Es demostrado por las máximas de la política, sacada de los ejemplos de la historia, que todo gobierno libre que comete el absurdo de mantener la esclavitud es castigado por la rebelión, y algunas veces por el exterminio, como en Haití… ¿Qué medio más adecuado ni más legítimo para obtener la libertad que pelear por ella? ¿Será justo que solamente mueran los hombres libres por emancipar a los esclavos? ¿No será útil que estos adquieran sus derechos en el campo de batalla, y que se disminuya su peligroso número por un medio poderoso y legítimo?”.
Sobre esto, la líder afrocolombiana Liliana Valencia señaló que “estamos hablando de un momento en el que se buscaba la independencia y por ahí se consideraba la abolición de la esclavitud, pero no la convivencia con los africanos esclavizados en igualdad como ciudadanos ... Yo no hablé con Simón Bolívar, pero yo dudo mucho que él estuviera interesado en abolir la esclavitud porque cuando llegó a la Presidencia simplemente no lo hizo”.
La promesa incumplida
Finalmente, cuando Simón Bolívar llega a la Presidencia, el compromiso que había asumido con Pétion, presidente de Haití, no se da y la esclavitud se mantiene por tres décadas más, hasta 1851. Sin embargo, tiempos antes se hacen otros intentos por liberar a los negros esclavos.
El historiador Arias señaló que “se va a proponer un cambio gradual y eso es lo que se conoce como la ‘Libertad de vientres’ y es que los hijos de las esclavas obtenían su libertad a partir de los 21 años, osea que había que esperar 21 años para que se dieran los primeros casos, pero pasado ese tiempo y dadas todas las inestabilidades políticas que se dan alrededor de la disolución de la Gran Colombia, esta promesa va a empezar a posponerse y posponerse, generando unos brotes de levantamientos de esclavizados, nuevos cimarronajes”.
Agregó que se contempló “dar una abolición definitiva de la esclavitud en 1851, pero no como una consesión de la clase dirigente, de ninguna manera, sino como consecuencia de la decepción que generó la independencia a las comunidades negras”.
Tanto la periodista Edna Liliana Valencia como el historiador Felipe Arias coinciden en que la historia en Colombia requiere una revisión, especialmente por esa falta de reconocimiento que se le ha dado a Haití al ayudar a la lucha independentista.
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