Gustavo Petro fungirá como el primer presidente abiertamente de izquierda que llegará a este cargo en Colombia, por lo que se cree que el ELN, tendría una mejor disposición para sentarse una vez más en una mesa de diálogo para su desmantelación en aras de forjar la paz del país.
El mismo presidente electo, Petro, ha recibido con buen visto la intención de este grupo y ha abierto la puerta para que Cuba decida si desea continuar como locación central en donde se desarrollen los diálogos o en su defecto, buscar otra nación para este fin. Chile y España aparecen como principales candidatas para la creación de un acuerdo de paz entre la guerrilla y el gobierno entrante.
Durante el mandato del nobel, Juan Manuel Santos, Cuba había sido la cede en donde el Estado colombiano y los grupos guerrilleros, FARC y ELN, establecieron diálogos. Con las FARC se llegó a un acuerdo histórico durante el 2018, mientras que con el segundo grupo insurgente se cayó toda conversación durante la entrada del gobierno de Iván Duque luego de que se presentara un atentado terrorista por parte de esta guerrilla, lo que llevó al presidente a terminar las conversaciones definitivamente.
Ahora, con el camino abierto y la paz como bandera de gobierno, Petro pretende ser quien dé fin a más de cinco décadas de enfrentamientos entre la guerrilla y la Fuerza Pública, pero para eso habrá que tomar un camino acompañado de varios sectores de la sociedad y la política, quienes además, son los encargados de empalmar las nuevas dinámicas que se presenten en caso de que se llegue a un acuerdo entre las partes.
Así las cosas, por supuesto y como no podía ser diferente, desde varios flancos ha dejado conocer sus reacciones frente a la posibilidad de sentarse de nuevo con el ELN. Uno de los primeros en referirse al tema fue el nombrado ministro de defensa, Iván Velásquez, quien dijo que, desde el gobierno, a su juicio, debería haber por parte de la guerrilla del ELN, una propuesta de cese bilateral del fuego, pero con plena garantía de que se cumpla y enfatizó en que también hagan un cese de sus “actividades delictivas”.
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Por otro lado, la iglesia católica también hizo su acercamiento a través de Monseñor Héctor Fabio Henao quien comentó que Colombia se encuentra de nuevo ante una oportunidad importante para establecer diálogos de paz: “La conferencia episcopal se expresó en un comunicado que decía que nosotros vemos que es momento de una nueva oportunidad de diálogo. Pero todo debe hacerse en el marco del respeto, por la vida humana y la dignidad humana”, dijo el representante de la iglesia a Caracol Radio.
Álvaro Leyva, canciller designado por Petro, se refirió a la iglesia como garante de los diálogos “se trata de buscar una paz total. Vamos a intentar que nadie quede por fuera”, aunque también diferenció a los grupos armados con ideologías políticas con los grupos al margen de la ley con delitos relacionados con narcoterrorismo.
Sin embargo, como era de esperarse, algunas voces de desacuerdo sonaron ante el anuncio de una posible mesa de diálogo con el ELN. Una de ellas fue la del actual Comisionado para la Paz, Juan Camilo Restrepo, quien manifestó su inconformidad ante este hecho diciendo: “ya no es una organización con un fin político, sino de cartel del narcotráfico”.
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“Se le ha dicho a la opinión pública que esa paz total será rápida, como si eso fuera rápida. Quienes dicen que va a ser rápida y dinámica, da más a entender que no conocen por dentro los grupos armados organizados”, fue la crítica de Restrepo a las intenciones de hablar del nuevo gobierno de Petro con el ELN.
Además dijo que es un engaño que el Estado pretenda sentar a hacer acuerdos con grupos armados ilegales y citó el acto legislativo 02 del 2019 de la Constitución que reza: “no existe conexidad entre el delito político y el delito del narcotráfico”, ante eso se comentó: “nos ratificamos en que no corresponde ni es debido hacer negociaciones políticas entre los grupos armados organizados y el Estado. Eso no se puede permitir porque sería un engaño”.
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