En el municipio de Galapa (Atlántico), el pasado 30 de abril, la Policía Nacional confirmó el asesinato de una bebé de tres meses de nacida, el principal sospechoso de cometer este delito fue su padrastro, un joven de 17 años de edad.
Una vez capturado el hombre, un día después de conocerse la noticia, el teniente coronel Óscar Olarte, comandante de la seccional de Protección de la Policía Metropolitana de Barranquilla, dio a conocer que tras lo ocurrido activaron una ruta de atención con el personal de Infancia y Adolescencia y Policía Judicial.
“Se hizo la recolección de un material probatorio, el cual fue presentado ante la Fiscalía y en conjunto con ello estamos garantizando que el caso de esta menor que falleció con signos de violencia no quede impune, por eso le pedimos a la comunidad que tenga mucho cuidado con los niños y adolescentes, que los dejen con personas responsables”, dijo el uniformado.
Por su parte, la directora Seccional de Fiscalías de Atlántico, Diana María Núñez Forero, señaló que: “Presuntamente, el joven la golpeó hasta causarle la muerte. Tras los hechos, la bebé fue trasladada a un centro asistencial a donde llegó sin signos vitales”.
“La fiscal de la Unidad de Responsabilidad Penal para Adolescencia (Urpa) le endilgó el delito de homicidio agravado, al cual no se allanó”, advirtió la funcionaria de la Fiscalía que recibió el reporte de los investigadores y que entregó los detalles del caso en su momento.
Sin embargo, este jueves 4 de agosto, una investigación de Semana reveló que Medicina Legal concluyó, luego de los estudios de necropsia, que la bebé no sufrió de ataques, menos abuso, y que su muerte fue natural, producto de un problema médico.
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Con la confirmación de los estudios realizados por la institución, este caso sería uno más de los mal llamados ‘falsos positivos judiciales’. Una vez se conoció la noticia de la muerte de la bebé, la opinión pública se fue encima del presunto abusador.
Como lo registra la revista nacional, aunque ni la Fiscalía General de la Nación, ni el ICBF entregaron el nombre del capturado, la comunidad ya sabía quién era. Todos lo señalaron, lo llevaron preso y en el sitio de reclusión debieron aislarlo por seguridad, porque lo querían atacar por un terrible caso que nunca ocurrió.
El medio de comunicación colombiano se puso en contacto con los abogados del menor de 17 años y le aseguraron
“Todos estos hechos, la injusta captura, el señalamiento de las instituciones y la decisión de la justicia, que sin reparos y pruebas dejaron al adolescente como el asesino de un bebé, se convierten en la evidencia de una millonaria demanda”.
Por estas acusaciones, se espera que el ente investigador y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, sean demandas por los familiares de la víctima de este señalamiento. Por ahora, la defensa está a la espera de las decisiones de la Fiscalía, en el sentido de solicitar la preclusión de la investigación tras concluir que la bebé falleció por causas naturales y no a manos del menor.
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