Han pasado diez días desde que Darío Gómez, conocido como ‘El rey del despecho’, falleció por cuenta de un paro cardiorrespiratorio que lo sorprendió cuando estaba en su hogar, según confirmó la Clínica Las Américas, hasta donde llegó en “estado de inconsciencia”.
Sin embargo, todavía siguen surgiendo noticias al rededor de esta muerte que conmocionó a Colombia entera. Por ejemplo, en horas recientes se conoció un video que causó bastante controversia entre los seguidores del cantante, pues se observa a Johana Vargas, viuda de Gómez, peleando durante su sepelio.
De acuerdo con lo expuesto por estas imágenes, todo comenzó poorque, aunque la familia del antioqueño quería que sus exequias se llevaran solo en compañía de sus más cercanos, miembros de su numerosa fanaticada lograron infiltrarse allí para despedirlo por última vez, aun cuando ya habían tenido la oportunidad de hacerlo en el coliseo Yesid Santos, de la Ciudad de Medellín.
Esta situación generó molestia en Johana Vargas, sobre todo, cuando estas personas se aglomeraron junto al féretro de Darío Gómez y comenzaron a empujarla, con lo cual le impedían estar cerca al cuerpo de su esposo antes de que fuera enterrado.
Fue entonces cuando la viuda del intérprete de ‘Entre comillas’ comenzó a gritar furiosa: “Háganse para allá ¡Déjenme!”.
Las reacciones a la grabación se conocieron de inmediato a través de las redes sociales y, la gran mayoría, concordaron con que esta situación fue una falta de respeto con la familia que había pedido privacidad para ese momento.
“¿Qué parte de ‘sepelio privado’ no entendió esa plaga?”, “tuvieron tiempo para ir a despedirlo en el Coliseo y hasta para ver su cadaver, qué ganas de irrespetar a la viuda y a sus familiares”, “es cierto que se trataba de un personaje público, pero su familia tiene derecho a despedirlo como ellos quieran” y “lo más trsite es que más de uno iba alcoholizado y embrutecido”; son algunos de los comentarios que generó el hecho.
Lo anterior no fue lo único que empañó el entierro de Darío Gómez, ya que varios de sus seguidores fueron vistos tratando de saltar los controles instalados y subiéndose a los árboles del cementerio Campos de Paz para ver algo de la despedida, lo cual generó disturbios.
“La gente tira botellas y piedras, se están metiendo a la fuerza al cementerio”, relató uno de los asistentes al evento fúnebre.
Por esta razón, unidades del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) se vieron obligadas a intervenir con gases lacrimógenos para disipar las multitudes.
Caída la tarde del sábado, los últimos allegados entraron con dificultad al cementerio y sus seguidores seguían sonando los éxitos del artista a las afueras del lugar; especialmente Nadie es eterno, cuando vieron llegar la caravana fúnebre con los restos de Darío Gómez.
“Él es de la tierra. Es paisa. Por él me aguanto la lluvia. Él nos enseñó que con el despecho también se puede vivir la vida. El que no esté aquí es porque nunca tuvo un desamor, hay que despedirlo con la canción que él quería: Nadie es eterno”, le contó el fanático Raúl Giraldo al diario El Colombiano.
A las cinco y treinta de la tarde, dentro de Campos de Paz, el ataúd del artista fue recibido con una calle de honor y transportado por militares. En su nombre, unos mariachis cantaron Nadie es eterno, Amor eterno (de Juan Gabriel), Amigo (de Roberto Carlos) y la zamba Ángel perdido.
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