Por qué la mayoría de los capturados por hurto en Bogotá quedan libres

De acuerdo con algunos analistas las causas tendrían que ver con deficiencias en el sistema, temas culturales y problemas en el proceso de captura

Guardar
Bogotá, 23 de enero de 2019. La Ministra de Justicia y del Derecho, Gloria María Borrero presento el Plan de Transformación y Humanización del Sistema Carcelario en Colombia en la cárcel Modelo en la Capital del pais. (Colprensa - Álvaro Tavera)
Bogotá, 23 de enero de 2019. La Ministra de Justicia y del Derecho, Gloria María Borrero presento el Plan de Transformación y Humanización del Sistema Carcelario en Colombia en la cárcel Modelo en la Capital del pais. (Colprensa - Álvaro Tavera)

La inseguridad en Bogotá continúa siendo una problemática que tiene en alerta a los ciudadanos, pese a que en el último informe de seguridad de la Secretaría de Seguridad se concluyó que hay una disminución en los hurtos y otros delitos en la capital del país. Por ejemplo, en el documento se reveló que el hurto en carros disminuyó en un 19% y el de motos en un 11% comparado con junio de 2021. Sin embargo, la reincidencia y la baja penalización de este tipo de delitos es alta.

“Esto hace parte de una estrategia que estamos implementando con la Policía Nacional, con la Fiscalía General de la Nación y con las alcaldías locales”, señaló Aníbal Fernández, secretario de Seguridad de Bogotá.

Según las estadísticas de las autoridades locales, de los 5.559 detenidos entre el 25 de enero y el 29 de julio, 4.345 delincuentes han quedado en libertad, es decir, el 88 % de los delincuentes tienen la posibilidad de continuar perpetrando sus crímenes sin ser juzgados. Incluso, la alcaldesa de la capital, Claudia López, ha sido critica frente a esto y ha señalado que es un problema que debe ser tratado por el sistema judicial.

“Ni Bogotá ni ninguna ciudad puede resistir que el ‘raponazo’ y el hurto queden en la impunidad. Los alcaldes no nombramos a los jueces, ellos tienen plena autonomía, pero esa autonomía es para judicializar no para dejar el libertad, porque entonces se acaba el Estado social de derecho”, anotó la alcaldesa.

De acuerdo a las cifras, los capturados que luego son liberados usualmente son personas que han cometidos los siguientes crímenes: hurto, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, daño en bien ajeno con y violencia contra servidor público.

El Tiempo entrevistó un experto de la Universidad Manuela Beltrán, Mauricio Tamayo; y explicó que la situación de dejar en libertad a los capturados se da debido, en la mayoría de casos, a las falencias al momento de realizar las detenciones ya que si no se tienen los argumentos bien sustentados y pruebas que permitan se procese el criminal, debe dejarse en libertad: “Eso quiere decir que la argumentación del fiscal no fue suficiente y en eso los jueces son muy estrictos”, puntualizó.

Sin embargo, hay algunas personas que señalan que esto se da debido a los vacíos judiciales que existen en el sistema colombiano y que se suman asuntos culturales, como la desconfianza que genera un bajo porcentaje de denuncia ya que los ciudadanos perciben como incapaces a las instituciones encargadas del proceso.

Situación donde el ciudadano es más propenso al robo

De acuerdo con la Policía Metropolitana de Bogotá, existen 10 situaciones en las que es más probable ser víctima de un ataque o un robo. Entre ellas se encuentran: utilizar dispositivos de comunicación en los bordes de las carreteras o ciclorrutas; dejar puertas, ventanas o chapas de seguridad abiertas; recibir bebidas o dulces de extraños en ambientes de ocio; abandonar en vía pública carros o motos por cortos periodos de tiempo; dejar maletas o bolsos debajo de las mesas en los restaurantes.

Adicional, comunicar o publicar en redes sociales que se va de viaje o que su lugar de vivienda estará solo; dejar la puerta de los cajeros electrónicos abierta mientras se realiza una transacción; caminar por espacios oscuros; frondosos y alejados en horas de la noche; ingresar al transporte público con maletas en la espalda y, finalmente, estacionarse en semáforos o trancones con vidrios totalmente abiertos.

SEGUIR LEYENDO

Guardar