Luego de ser designado por el presidente Gustavo Petro como alto Comisionado de Paz para el próximo cuatrienio, Danilo Rueda hizo su primera aparición en público para hablar, precisamente, de la ambiciosa apuesta de conformar una ‘paz total’. Lo hizo dentro del ‘Encuentro plural por la paz’ celebrado en Bogotá el miércoles 3 de agosto.
El cónclave, instalado en el hotel Tequendama, contó con la participación no solo de Rueda, sino de otras figuras que han mostrado sus intenciones tanto de reinstalar la mesa de diálogos con el ELN como de negociar el desmantelamiento de otros grupos armados ilegales, como Álvaro Leyva Durán y el senador Iván Cepeda; sin embargo, llamó la atención la declaración de Rueda, quien mantuvo en firme sus intenciones de buscar, desde la Oficina del Alto Comisionado, ejecutar la ‘paz total’ planteada por el mandatario electo.
Rueda indicó que “la paz es con todas y con todos”, haciendo referencia a que se deben buscar acuerdos no solo con grupos armados, bandas criminales y narcotraficantes, sino también con los gremios, comunidades, organizaciones sociales y empresarios. Asimismo, habló de la paz total y de los alcances que podría tener en los siguientes cuatro años.
“(...) Lo que se intenta con la paz total es darnos la oportunidad de resolver las violencias armadas en simultaneidad, con la inclusión social, la protección ambiental, para que sea posible el estado social ambiental de derecho que está en la Constitución de 1991”, indicó Rueda en el encuentro organizado por la plataforma Defendamos la paz.
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De igual manera, el comisionado designado aclaró que esa paz total no debe ser entendida como “abdicar de la responsabilidad del Estado en materia de seguridad; por el contrario, significa reconstruir su legitimidad”, añadiendo que con esto se le dará más valor a las Fuerzas Militares y de Policía para que acompañen a la ciudadanía; “al servicio de la gente”.
Acto seguido, rechazó las muertes de uniformados y patrulleras en el país a causa del plan pistola liderado por el Clan del Golfo, indicando que estos ataques no propician “un ambiente sano para conversar”. El canciller designado, Álvaro Leyva Durán, indicó que para alcanzar esa paz total también se deben lograr acuerdos diplomáticos deteriorados en años anteriores.
Concretamente, las relaciones con Cuba y Venezuela han estado fragmentadas desde el gobierno Duque pese a la importancia de ambos países tanto en los diálogos con las extintas Farc como en la instalación de la mesa con el Ejército de Liberación Nacional. Con respecto al Clan del Golfo, manifestó que no habrá sometimiento sino acogimiento para lograr la desmantelación más efectiva de esta banda criminal.
“¿Estamos en sometimiento o en acogimiento? Una sutileza, porque en los acuerdos de La Habana se habla de acogimiento (...) Puede haber beneficios, y si hay relación, hay rutas, implica que hay una posibilidad de sanciones en atención a lo que puedan aportar a la paz total, así vayan a ser objeto de normas penales”, señaló el ministro de Relaciones Exteriores designado por el presidente Petro.
En ese sentido, también habló de “abrir puertas y no cerrarlas”, en referencia a los diálogos que se puedan establecer con estos grupos.
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