Se robaron un cáliz de plata de 150 años y un Cristo de bronce una iglesia de Cartagena, la Policía logró recuperar los elementos

Dos habitantes de calle forzaron la entrada del templo de San Roque y sacaron valiosos ornamentos que la comunidad católica considera tesoros

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Iglesia San Roque en Cartagena.
Iglesia San Roque en Cartagena. Foto: elrinconcolombiano.com

En las últimas horas, los habitantes del barrio Getsemaní, ubicado en Cartagena de Indias, reclamaron indginados ante las autoridades el robo de importante objetos de la iglesia San Roque, a la que acuden muchos de los ciudadanos católicos cada domingo o día de oración. Afortunadamente, la Policía Metropolitana de Caratgena logró recurperar los elementos hurtados.

A través de redes sociales se han conocido videos de cámaras de seguridad en los que se evidencia que, en horas de la noche del pasado 1 de agosto, varios delincuentes ingresaron a la fuerza al recinto religioso y sacaron dos cálices y el Cristo de bronce.

Rechazo este acto de delincuencia que además de hurtar y causar daño en bien ajeno, profanó las Especies Eucarísticas y golpea la fe de todos los católicos”, expresó el padre William Alberto Narváez Meza, párroco de la iglesia de San Roque.

Según el religioso, los dos sujetos, que serían habitantes de calle, forzaron la puerta de la iglesia, ubicada en esquina de la calle de la Media Luna con Espíritu Santo. “Los delincuentes que al parecer son habitantes de calle violentaron una puerta antiquísima, dura, de madera, ingresaron al templo y hurtaron un cáliz de plata que tiene aproximadamente 150 años, una cruz de bronce y herramientas de trabajo porque el templo se está restaurando ya que estaba cerrado”, detalló el párroco a los medios y autoridades locales.

El caso se puso en conocimiento de las autoridades locales, quienes inmediatamente inciiaron la búsqueda de los delicnuentes y de los importantes objetos religiosos que se perdieron. Afortunadamente, en las últimas horas, todos los artefactos hurtados fueron regresados al templo.

Según informó la Policía de Cartagena, con las pistas de los posibles ladrones, varios uniformados llegaron hasta el sector de Chambacú, donde hay varios cambuches de personas que habitan en la calle de la ciudad. Allí, los oficiales registraron varios de los lugares en los que duermen estas personas y, efectivamente, hallaron escondidos los objetos que se habían robado horas antes de la iglesia San Roque.

Por este robo, la Policía de Cartagena capturó a dos habitantes de calle que, según lo que se ve en las cámaras de seguridad, serían los responsables del hurto. Ambas personas fueron puestas a disposición de las autoridades competentes para ser judicializados por le acto vandálico contra la iglesia. Esta iglesia acaba de ser restaurada, esto es colmo, esta iglesia es de los años 10.700 los cartageneros aman este templo”, agregó el párroco indignado.

Además de interponer la respectiva denuncia ante las autoridades, se conoció que la comunidad católica que acude a este centro religioso se mostró dispuesto a apoyar a la iglesia para recuperar lo perdido y recomponer los daños que estos personajes causaron al violar el sitio sagrado. De hecho, la Escuela Taller Cartagena de Indias acudió al sitio para reparar de manera voluntaria la puerta que fue dañada por los habitantes de calle.

Ladrones roban elementos sagrados en iglesia de Cartagena

Por su parte, la Policía de Cartagena informó en su comunicado que “gracias a la información recibida por parte de la comunidad y la rápida reacción de la Policía del cuadrante, se pudo determinar el lugar donde posiblemente estarían estos elementos que fueron hurtados a la iglesia en la madrugada de hoy”.

La Alcaldía de Cartagena comunicó el hallazgo a sus habitantes y destacó la importanci a de este templo para todos los caratageneros católicos. “Uniformados de la Policía se trasladaron hasta el barrio Chambacú, donde se pudieron identificar los elementos hurtados y en el lugar se capturaron a dos personas que serían los responsables del delito”, expresaron en su comunicado.

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