Magistrada de la JEP le responde a Sigifredo López tras denunciar que fue silenciado en audiencia de exFarc

Para Julieta Lemaitre, hubo un “malentendido” con la víctima acreditada por secuestro que se molestó al ser interrumpido en medio de una audiencia reservada de versión libre de exintegrantes de las Farc

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Julieta Lemaitre, magistrada de la JEP, y Sigifredo López, víctima de las extintas FARC por secuestro.
FOTOS: Colprensa / Archivo
Julieta Lemaitre, magistrada de la JEP, y Sigifredo López, víctima de las extintas FARC por secuestro. FOTOS: Colprensa / Archivo

El pasado 29 de julio se llevó a cabo una audiencia reservada ante la Jurisdicción Especial para la Paz —JEP— en la que exintegrantes del Comando Conjunto Central de las Farc rindieron versión libre en el marco del Caso 01, Toma de rehenes, graves privaciones de la libertad y otros crímenes concurrentes cometidos por las Farc-EP. La diligencia también tuvo el acompañamiento de víctimas de este flagelo, como Sigifredo López, quien sobrevivió a la mascare de los diputados del Valle, secuestrados por esta guerrilla en abril de 2002.

En medio de la audiencia, la víctima acreditada le formuló varias preguntas puntuales a los comparecientes sobre las dinámicas ejercidas para el secuestro y asesinato de civiles, a lo cual la Procuraduría interrumpió argumentando que su manera de cuestionar no era la indicada dada su condición de víctima.

En respuesta, López pidió retirarse de la diligencia, pues si bien se declaró un defensor del Acuerdo Final de Paz con la antigua guerrilla y de la propia jurisdicción de paz, “soy crítico frente a algunas cosas que, a mi manera de ver, le están haciendo daño a la propia Justicia Especial para la Paz, y deben corregirse”.

Ante esta polémica, la magistrada Juanita Lemaitre, quien estuvo presidiendo la audiencia, respondió a las acusaciones de López y defendió a la procuradora delegada, Ligia María Vargas, afirmando que fue legítima la interrupción hecha al exdiputado para que este no cuestionara directamente a los excombatientes, sino que lo hiciera a través de su defensa.

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Esto porque, según Lemaitre, la víctima estaba muy afectada con los relatos y el hecho de que, según él, no estaban contando toda la verdad sobre cómo secuestraban y torturaban a civiles y agentes de la fuerza pública; y en ese sentido, explicó que esta justicia especial permite un ‘enfrentamiento’ cara a cara entre víctimas y victimarios cuando se haya hecho un pleno reconocimiento de los crímenes cometidos.

Para la togada de la JEP, la expectativa que tenía el exdiputado secuestrado era “confrontarlos, y él sentía que no estaban realmente aceptando lo que le habían hecho, lo cual es parte del proceso y de mi tarea”, añadiendo que la labor de cuestionar a los excombatientes era suya y no de López. Precisó también que esa jornada fue emotiva porque se revelaron algunas dinámicas hechas por la extinta guerrilla respecto de la retención y ejecución de las víctimas.

“Ese día fue emocionalmente muy difícil porque vinieron, además, a solicitud de los familiares, toda la guardia, que reconstruyeron el momento de los asesinatos, cada uno contando qué había hecho, cómo lavaron los cuerpos y los enterraron”, precisó Lemaitre Ripoll, e indicó que estuvo preocupada por el estado emocional de la víctima acreditada, pues los relatos lo habían afectado y fue por esa razón que la delegada de la Procuraduría pidió que no hablara él sino su abogado.

Sumado a eso, la delegada del ministerio público dijo que todo se trató de “un malentendido” argumentando que quiso evitarle mayores daños a la víctima: “la confrontación llegó a que si seguía la audiencia le hiciéramos un daño mayor”. De paso, también dijo que en la diligencia había la sensación de que él estaba ofendido con los testimonios de los antiguos guerrilleros.

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