La Comisión de la Verdad sigue en su tarea de revelar las incidencias más importantes del conflicto armado en Colombia, uno de los apartados más importantes y que tiene que ver con el impacto de la violencia en contra de las comunidades étnicas del país, este dosier fue revelado en las últimas horas y relata en 663 páginas las crudas historias de pueblos indígenas, negros, afrocolombianos, raizales, palenqueros y Rrom (pueblo gitano).
Son varios los hallazgos tras la cartografía realizada, en donde se evidencia un latente recrudecimiento de la violencia en contra de los pueblos originarios y comunidades étnicas, considerando que se ha generado una sectorización del conflicto armado, enfocando sus consecuencias en estos grupos.
El informe señaló que hubo un “racismo institucional”, destacando que se registraron fallas en el diagnostico estructural que permitiera anticipar medidas de protección y garantía de los derechos de las comunidades afectadas. Cabe resaltar que constitucionalmente, el Estado reconoce y está obligado a proteger las etnias, tal como lo señala el articulo 7 de la Carta Magna: “El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana”.
“De igual modo, se ha reproducido un racismo institucional, puesto que, ante el diagnóstico incompleto y con fallas estructurales, las respuestas institucionales no garantizan los derechos de los pueblos étnicos”, destacó el informe.
De igual forma, se resaltó que el accionar bélico de los grupos armados se convierte en una repercusión histórica que se evidencia desde la colonia, pues los tratos en contra de las comunidades originarias fueron naturalizados y su crueldad pasó desapercibida.
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El documento resaltó: “El segundo hallazgo evidencia que, como consecuencia de creencias y prácticas sociales basadas en el trato colonial y en el racismo estructural, el contínuum de violencias contra los pueblos étnicos fue asimilado y replicado en el accionar de los grupos armados en el conflicto armado y causó daños e impactos desproporcionados”.
A través de la historia ha sido notorio el recrudecimiento e impacto de la violencia en zonas rurales, hechos que fueron resaltados de manera considerable por la Comisión de la Verdad, pues se destacó que algunos pueblos desaparecieron o disminuyeron en su población de manera notoria ante la desproporción y severidad del contexto hostil.
“El quinto hallazgo expone la desproporción de la violencia, los daños del conflicto armado y las violencias históricas contra los pueblos étnicos, debido a la sobrerrepresentación de víctimas de pueblos étnicos, en lo que respecta al total de población étnica y a la drástica disminución de la población de algunos pueblos y territorios (varios incluso han desaparecido o cuentan con muy pocos habitantes)”.
De igual forma, se hizo la acotación sobre la participación de comunidades en el conflicto, pues la cercanía de los actores armados ha generado este tipo de vínculos. Según la Comisión, la decisión de pertenecer a una estructura armada no ha sido una decisión colectiva, pues se comprende desde el contexto individual.
“Los pueblos étnicos han vivido la experiencia de ser víctimas y sobrevivientes debido a la desproporción de las violencias ejercidas en su contra. Esto no quiere decir que personas o grupos de personas indígenas, negras, afrocolombianas, raizales, palenqueras y Rrom no hayan participado en las estructuras legales e ilegales del conflicto armado, sino que esta participación no ha procedido de una decisión colectiva de las estructuras políticas y organizativas de las comunidades”, se señaló.
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