Para el 23 y 25 de agosto quedó programada la audiencia donde tendrá que comparecer ante la Jurisdicción Especial para la Paz —JEP— Adolfo Guevara Cantillo, alias 101, quien se desempeñó primero como capitán del Ejército Nacional y posteriormente, como integrante de las Autodefensas Unidas de Colombia, de la mano de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, comandante del Bloque Norte de este grupo paramilitar.
Guevara Cantillo se había sometido al tribunal especial de paz en 2008 mediante una propuesta preliminar de verdad. En aquella declaración, indicó que tiene conocimiento sobre “las circunstancias de tiempo, modo y lugar” en que se desarrollaron las alianzas entre paramilitares y agentes del Estado; incluso, de la relación del general (r) Mario Montoya Uribe y de Jorge Navarrete Jadeth. También dijo en aquel entonces que podía declarar sobre ejecuciones extrajudiciales y la legitimidad que él le daba siendo un oficial del Ejército.
Precisamente, la Sala de Reconocimiento de la JEP lo citó luego de rechazar una petición de nulidad hecha por el compareciente contra la resolución que dejó por fuera de este tribunal sus procesos desde 2004 hasta 2006, época en que pasó de estar en el Ejército a integrar las filas de las AUC en el Caribe Colombiano, concretamente, como inspector del Frente Mártires del Cesar, bajo las órdenes de David Hernández Rojas, alias 39.
En 2005, Tovar Pupo lo designó comandante de este frente, cargo ocupado hasta marzo de 2006 cuando se desmoviliza en el Caserío ‘El mamón’, ubicado en la vereda La Mesa, de Valledupar. Ahora en la JEP, Guevara Cantillo afirmaba que se sentía desprotegido al entregar sus testimonios de verdad sin que los expedientes de esos años los asumiera este tribunal de paz.
A su vez, indicó que la no responsabilidad de la sala para asumir sus declaraciones desprotegía sus derechos y la voluntad de contribuciones a la verdad.
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Sin embargo, la decisión de la Sala de Reconocimiento conocida por W Radio determinó que la defensa del acusado “pretende que esta Sala declare la nulidad parcial de la resolución fundada en razones de conveniencia para la situación jurídica de su cliente, quién ya está siendo investigado, juzgado y sancionado por tales conductas ante la justicia ordinaria” y no las irregularidades con respecto al trámite de su esclarecimiento judicial.
Asimismo, la magistratura le recordó a Guevara Cantillo que actualmente los procesos se encuentran en la justicia ordinaria y es “inalterada” su competencia, y en ese sentido, envió la solicitud del exparamilitar a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP con el fin de revisar si hará algún pronunciamiento al respecto.
Dicha decisión desestimó las solicitudes de las víctimas, quienes habían pedido que no recibiera el tratamiento de un simple paramilitar, pues luego de salirse del Ejército continuó cometiendo delitos dentro de las AUC y bajo la complicidad de agentes del Estado.
Cabe mencionar que de acuerdo con la Sala de Conocimiento de Justicia y Paz, alias 101 tuvo su primer contacto con las AUC cuando oficiaba como jefe de inteligencia del Gaula en el Atlántico, realizando labores de inteligencia en favor de este grupo paraestatal bajo mutuo acuerdo con Jorge 40. Además, acordaban el préstamo de material bélico y transporte de personal, así como la ejecución de operaciones de seguimiento, vigilancia y capturas.
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