Una vez Gustavo Petro se posesione con Presidente de Colombia, el próximo 7 de agosto, se iniciarán los trámites para que el Estado colombiano empiece un proceso de paz con la guerrilla del ELN, la más antigua del continente.
Desde su campaña presidencial, el líder del Pacto Histórico aseguró que se sentará a dialogar un paz total con todos los grupos armados de Colombia. Noticia que en muchos sectores de la sociedad colombiana ha despertado cierta ilusión. Sin embargo, desde el Gobierno saliente rechazan la posibilidad de entablar diálogos con el grupo insurgente.
Cuando faltan cinco días para que termine el gobierno de Iván Duque su comisionado de Paz, Juan Camilo Restrepo, indicó que los posibles diálogos con el ELN serían un engaño para el país. El funcionario resaltó que “los crímenes que comete esa organización armada al margen de la ley no son equiparables con los políticos, que son la rebelión y la asonada”.
“Cada gobierno le da el enfoque que considere frente al concepto de la paz, el nuestro que va hasta 7 de agosto, a las 3 de la tarde, ha pregonado la paz con legalidad y esa paz con legalidad debe tener, verdad, justicia, reparación y no repetición”, sostuvo Restrepo.
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Con la firme intención de iniciar los diálogos de paz con el ELN, el presidente electo, Gustavo Petro, reveló que le ha solicitado al Gobierno cubano que continúe como anfitrión del proceso de paz con la guerrilla que se detuvo durante el gobierno del Centro Democrático.
Así informó Gustavo Petro la noticia: “Ya hay un lugar (Cuba) que fue el que usó Colombia en el gobierno Santos en La Habana, a Cuba no le fue tan bien porque lo convirtieron en la excusa para una ofensiva diplomática contra ese país”, afirmó.
Este martes y ante los medios de comunicación, Juan Camilo Restrepo expresó su preocupación por lo que haga el Gobierno de Gustavo Petro en su relación con el grupo ilegal.
“Lo que haga el próximo gobierno, por supuesto, será responsabilidad de dicho mandatario, pero lo que si hay que advertir es que existen tres delitos políticos, la rebelión, la sedición y la asonada, ningún grupo armando organizado al margen de la ley que consagra el ELN cometen delitos políticos”, anotó Restrepo.
Finalmente, dejó en claro que: “Hoy en Colombia el delito político no es conexo al delito del narcotráfico, por eso, hacer un planteamiento de negociaciones políticas con un grupo armado organizado, tiene fallas jurídicas y es un engaño al pueblo colombiano”.
En entrevista con El País de Cali, Juan David Gutiérrez, profesor asociado de la Universidad del Rosario y experto en conflicto armado, señaló que hay una serie de vientos a favor de una eventual negociación entre el Estado colombiano y el ELN, pero también fuertes obstáculos tanto en lo local como en el ámbito internacional.
“Hay un gobierno (electo) dispuesto a negociar, quizás a retomar la agenda que ya estaba iniciada con la administración de Santos, un presidente afín a la movilización ciudadana, que es algo que ha manifestado el ELN en sus aproximaciones, un gobierno dispuesto a restablecer las relaciones con Venezuela y con un prospecto de retomar relaciones comerciales, lo que ayudaría para que la élite empresarial le dé un poco más de holgura a Petro para negociar”, explicó ante el medio de comunicación.
Para el docente las dificultades de una eventual negociación se ven profundizadas por el surgimiento de “una nueva camada de líderes regionales y cuadros medios dentro de la estructura de mando del ELN, que se están distanciando de los dirigentes históricos y de sus referentes fundacionales como Gabino, el Cura Pérez, e incluso, de la imagen mitificada de Camilo Torres”.
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