El exterminio de excombatientes de las Farc no cesa en Colombia. En menos de tres días, tres firmantes del Acuerdo Final de Paz entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla fueron asesinados en diferentes regiones del país, motivo por el cual varias entidades, incluyendo la Misión de la ONU en el país, hicieron un fuerte llamado a las instituciones gubernamentales para garantizarles la vida a quienes se encuentran en pleno proceso de reincorporación.
El primer caso ocurrió en Puerto Caidedo, municipio ubicado en Putumayo. Allí hombres armados acabaron con la vida de Idelber Gómez Solano, quien estaba realizando sus labores de reinserción a la vida civil en este departamento. A las 4 de la mañana del pasado 31 de julio, varios sujetos lo abordaron cuando se encontraba en un establecimiento público. Posteriormente, empezaron a disparar contra él, hiriendo de paso a dos personas más que se encontraban en el mismo lugar.
De acuerdo con Indepaz, en esa zona del país están presentes el frente primero Carolina Ramírez de las disidencias, así como los Comandos Bolivarianos de Frontera y otras bandas locales dedicadas al microtráfico y la extorsión. El crimen de Gómez Solano fue el 29 contra firmantes de la paz.
El asesinato número 30 también ocurrió de Putumayo, pero en San Miguel. Hasta allí llegaron varios sujetos que mataron a Rigoberto López, firmante que estaba inscrito al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Yari, el cual estaba ubicado anteriormente en La Macarena —Meta—.
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López Vallejo tenía 57 años y fue abordado a las 11 de la noche del pasado domingo en la vereda San Carlos, zona rural del municipio.
Por otra parte, el crimen 31 ocurrió en Antioquia, concretamente en Bello. En las primeras horas de este lunes, Wiston Antonio Mosquera fue asesinado cuando estaba esperando transporte en el barrio Guasimalito.
El firmante estaba reincorporándose luego de haber salido de la cárcel por cuenta del Acuerdo Final de Paz. Además, era integrante de un proyecto productivo centrado en el autorreconocimiento de la discapacidad física.
Según Indepaz, van 337 excombatientes de la antigua guerrilla asesinados desde la firma del acuerdo, y luego del triple homicidio, la Misión de la ONU en Colombia a través de su jefe, Carlos Ruiz Massieu, se manifestaron en contra de estos hechos. A través de su cuenta de Twitter, el funcionario rechazó los crímenes indicando que “la pérdida de una vida es inaceptable”.
“Mi condena y mi llamado urgente a implementar todas las medidas de seguridad contempladas en el Acuerdo de Paz”, agregó el también Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas. Asimismo, el partido Comunes fue tajante al decir que “quien niega la sistematicidad de estos hechos y pretende hacerlos ver como algo que no obedece a planes y objetivos es cómplice”, señalando al todavía presidente, Iván Duque.
También la regional Antioquia de esta colectividad compartió un comunicado en contra del exterminio contra los firmantes. Allí manifestó que la grave situación presentada “se suma a la oleada de violencia contra constructores de paz y liderazgos sociales que ya ronda una cifra cercana a los 1.400 asesinatos desde el 26 de septiembre de 2016″.
De igual manera, hizo un llamado tanto a organizaciones de derechos humanos como a la comunidad internacional para denunciar “el exterminio al que está siendo sometida la paz y sus defensores”.
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