El fútbol colombiano ha visto a muchos jugadores talentosos aparecer con gran fuerza al inicio de sus carreras y simplemente desaparecer del radar conforme estas van avanzando.
Entre los muchos nombres, por estos días, cuando el conjunto capitalino consiguió vencer al Ciclón en su patio, vuelve a sonar el del delantero Wilberto Valencia, quien fue el autor de los dos goles que Millonarios le marcó a Unión Magdalena la última vez que el equipo albiazul se impuso a los samarios en condición de visitante, en el año 2003.
En aquella jornada, el primer tanto llegó al minuto 11′, cuando Valencia, tras pase de Mayer Candelo, aprovechó que el zaguero Edwin Maturana salió en falso para colgar al arquero Luis Fernández. Trece minutos después, el juvenil volvió a coger dormidos a los centrales y marcó el 2-0 que silenció a todos en el estadio Eduardo Santos.
Ese era el primer partido que Valencia jugaba en el primer equipo de Millonarios. El sub-20 fue alineado por el DT Norberto Peluffo, que vio en él las condiciones necesarias para asumir el reto de ser el referente en ataque de los azules. Ese día, Millonarios salió al campo con Héctor Búrguez, Omar Rodríguez, Johan Viáfara, Alex posada, Belmer Aguilar, Luis Zapata, Andrés Pérez, Jorge López Caballero, Mayer Candelo, Omar Guerra y Wilberto Valencia.
Wilberto Valencia tenía entonces 19 años y no llevaba más de dos años con la reserva de Millonarios. En aquel plantel, los juveniles tenían pocas oportunidades, por lo que el oriundo de la costa pacífica supo aprovechar muy bien la oportunidad que le dieron. Su primer gol fue también el primero del Torneo Apertura 2003 y se convirtió en el primer futbolista colombiano en marcar dos goles en su debut, en los primeros 45 minutos.
Peluffo sustituyó a Valencia al minuto 74′ y fue una de las figuras del encuentro. Al final del partido, señaló ante los medios:
“Me siento muy contento y este triunfo se lo dedico al señor. Feliz no tanto por los dos goles sino por lo que significan los tres puntos que son muy importantes para nosotros”.
Por su particular forma de celebrar, los hinchas lo apodaron ‘El temblor’. Debido a sus buenas actuaciones, el DT Reinaldo Rueda lo convocó a la selección Colombia sub-20 que disputaría el Sudamericano de ese año, pero en los partidos previos no consiguió convencer y finalmente no participó en el torneo.
Wilberto Valencia disputó un par de juegos más en esa temporada y se proyectaba como el nuevo ‘crack’ del equipo, pero cuando Calos Ortiz, ‘Copete’, debutó con la camiseta azul, anotando también dos goles, terminó relegado al banco. Ortiz se quedó con el puesto y poco a poco dejó de saberse de Valencia. Ante la falta de oportunidades, el jugador se retiró muy pronto del fútbol.
En el año 2008, Noticias Uno habló con él. Lo encontraron trabajando como obrero en una construcción al norte de Bogotá. No tenía más que 24 años. Cuando le preguntaron por su pasado como futbolista, del que no quedan más que fotos borrosas, dijo que no perdía las esperanzas y que le gustaría volver. “Me gusta estar bien, comer bien, comprar mis guayitos, mi ropita. Me gustaría volver a jugar para demostrarle a más de uno que yo sí puedo”, señaló.
Hoy, Valencia tiene 38 años. Su anhelado regreso nunca pudo ser. Aún se gana la vida en el sector de la construcción, y cada tanto juega fútbol con sus compañeros, en los tiempos muertos de las obras.
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