La incertidumbre que rodea al sector ganadero en las últimas semanas ha empezado a notarse en la caída del precio de comercialización de los animales. Esto sin duda comienza a impactar en su rentabilidad pues están recibiendo menos ingresos para pagar los insumos necesarios para la producción.
Hace unos meses la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), por medio de Contexto Ganadero, reportó que el precio se acercaba a la barrera de los 10.000 pesos por kilo de ganado gordo y hace pocos días se reveló que estaba cayendo por debajo de los 8.000 pesos, lo que significa una disminución del precio del ganado gordo del 6 %.
En la subasta ganadera de Puerto López en Llanos Orientales, una importante región productora, el precio pasó de 8.471 pesos en la segunda semana de julio a 7.600 pesos en la tercera.
Para la gerente de la Compañía Ganadera del Meta, Liliana Bello, el sector ganadero está viviendo un periodo de especulación por la situación económica en Colombia y el mundo, pero también por los pronunciamientos del nuevo gobierno sobre el campo y la ganadería.
“La preocupación, la zozobra, la incertidumbre que se viene con el tema político, el precio del ganado gordo ha venido cayendo de una forma notoria. En este momento no sabemos cuánto tiempo seguiremos en esta coyuntura”, manifestó la dirigente.
De igual modo, el gerente del Comité de Ganaderos del Meta, Luis Eduardo Arias, expresó a Fedegán su inquietud “por los anuncios del nuevo gobierno de cancelar las exportaciones de ganado en pie”.
Este comportamiento también se está viviendo en los departamentos de Córdoba y Sucre, donde el Observatorio de Precios y Costos Agrarios de la Zona Noroccidental del Caribe Colombiano (OPCA) evidenció que en junio el precio de machos bovinos cayó por primera vez en el año.
Menos consumo próximamente
Adicional a esto, en reciente visita a Colombia, el director de Carne y Ganadería de la consultora de mercado Girafood, Rupert Claxton, aseguró que el consumo de carne caerá en los próximos seis meses por culpa de la pandemia del covid-19 y la guerra en Ucrania, principalmente.
El empresario señaló que recientemente la escasez de contenedores, que ha repercutido en las exportaciones a nivel mundial, hizo que subiera el costo del alquiler de estos, lo que significa mayor inversión. En diciembre de 2019 estaba 2.000 dólares y alcanzó un pico de 10 000 dólares en octubre, bajando a 7.286 dólares en mayo.
Para el experto, si bien el primer semestre tuvo notables resultados para el comercio de carne, especialmente las exportaciones de EE. UU. o de Brasil, entre otros, que han tenido récords en volumen e ingresos, la situación podría ser más difícil para el segundo semestre.
Como indicó, la inflación creciente hará que sea más difícil obtener un margen de ganancia más alto, por lo cual será más difícil pasar los costos. En consecuencia, los precios de la carne seguirán creciendo y los gastos de los consumidores experimentarán una mayor presión.
De igual forma se refirió a las emergencias sanitarias que han impactado a los mercados, como ocurrió con el brote de peste porcina africana en China en 2018, y que incluso llegó a presentarse en Alemania, lo que ocasionó el cierre de mercados y afectó sus exportaciones de carne de cerdo.
“Vamos a ver una contracción a nivel global porque los costos de producción están aumentando y se están trasladando al consumidor. La realidad es el corto plazo, por los próximos seis meses, es que estaremos hablando de un menor consumo de carne”, remarcó Claxton.
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