El pasado 12 de julio, de acuerdo con lo que informaron las autoridades, inició la investigación que dio como resultado la caída de una peligrosa red de explotación sexual que funcionaba en España y que tenía como víctimas a mujeres colombianas. Según expusieron las fuerzas de seguridad de ese país europeo, las suramericanas eran obligadas a prostituirse en casas ubicadas en Tarragona luego de ser llevadas a ese territorio bajo engaños. A ellas se les prometía mejores oportunidades de trabajo, sin embargo eran retenidas en contra de su voluntad. Del operativo resultaron capturados dos hombres y una mujer.
Los uniformados de la Policía española lograron desmantelar ese entramado criminal luego de intervenir dos viviendas. En esos espacios fueron decomisados seis teléfonos celulares, un computador, el pasaporte de una de las víctimas y otros documentos, y 2.130 euros. Las alertas de la existencia de este grupo delictivo llegaron a las autoridades internacionales luego de que se recibiera una llamada al servicio nacional de detección de víctimas de trata en la que se advirtiera que habían mujeres que estaban siendo obligadas a ejercer actos sexuales en contra de su voluntad en aquella zona del país.
Inicialmente se habló de dos mujeres víctimas de estos hechos, por lo que la Policía inició las acciones necesarias para dar con el paradero de los responsables. Las autoridades lograron contactar a las víctimas y trabajar en conjunto para liberarlas de sus captores. El temor recaía en que las mujeres pudieran ser atacadas por parte de los señalados delincuentes en caso de que se enteraran de que la Policía ya les estaba siguiendo los pasos.
Los detenidos, ahora, tendrán que enfrentar a la justicia de ese país tras ser acusados de los delitos de trata de personas, determinación coactiva a la prostitución y organización criminal. Así mismo, sobre uno de los capturados recae otro crimen por al ser acusado de atacar los derechos de los extranjeros. Las víctimas pidieron acogerse a la condición de testigo protegido. Ellas argumentan que fue un colombiano el que les prometió mejores posibilidades de trabajo en España, por lo que ellas decidieron volar hasta Barcelona. Para lograr ejecutar el viaje, destacan, tuvieron que pedir un préstamo.
Al llegar a España, cuentan las víctimas, se vieron obligadas a ejercer la prostitución. Así mismo, las obligaban a estar dispuestas a atender a clientes durante las 24 horas del día. Denuncian que, además, se vieron sometidas a prácticas sexuales sin protección y sin condiciones de higiene. Al estar retenidas por aquella red criminal, solo les permitían salir a la calle para hacer compras, actividad para la que tenían solo dos horas de tiempo. A esto se suma que las obligaban a consumir cocaína. La mitad de los ingresos que lograban ganar con la prostitución tenían que entregársela a sus captores.
Algo similar ocurrió en septiembre del año pasado, cuando, en ese mismo país, se detuvo a una red de explotación sexual que también engañaba a mujeres colombianas para luego obligarlas a prostituirse. Para esos días se informó que la Policía de España, en colaboración la Interpol de Colombia, capturó a ocho personas. Aquellos delincuentes les cobraban 1.500 euros a las víctimas para llegar a España. Luego les decían que debían más dinero y que, para pagar su deuda, debían cobrar por tener relaciones sexuales.
Las mujeres víctimas debían estar disponibles las 24 horas del día. No tenían permiso para dormir y tenían cámaras que las vigilaban todo el tiempo. Según la Policía, las víctimas estaban obligadas a vender marihuana, cocaína y ‘popper’ para incrementar sus ganancias.
“El pasado 30 de julio, la Guardia Civil española destapó una red criminal que explotaba sexualmente a mujeres en pisos de A Coruña y Denia (Alicante), fundamentalmente, donde las mantenían encerradas con candados en la puerta de entrada de la vivienda y a las que obligaban a consumir cocaína para que dependieran más de sus captores”, aseguró la Policía de ese país.
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